Samsung nos presentó hace unas horas al Galaxy Note 7, su nuevo teléfono insignia que además de ser resistente al agua, incluye una novedad para fortalecer la seguridad del smartphone. Después de los sensores de huellas, todo parece indicar que la nueva apuesta de los fabricantes es utilizar el escaner de iris como el método más fiable para proteger el contenido de nuestros teléfonos. En este punto posiblemente muchos se hayan preguntado cuál de los dos métodos es más seguro en realidad.
Pues bien, los dos métodos hacen parte de la seguridad biométrica, que en términos generales, hace referencia a las características físicas que son únicas en cada individuo. Además de la huella dactilar, nuestro rostro, la forma de caminar, la voz o nuestro iris, son elementos que nos definen como seres humanos únicos.
Una de las primeras marcas en incluir un método de seguridad diferente a la contraseña fue Samsung cuando lanzó el sensor de huellas con su Galaxy S5. Sin embargo, no fue sino a partir de la llegada de esta tecnología al iPhone 5s que muchos fabricantes decidieron seguir los pasos incluyendo este tipo de sensor en sus terminales. Aunque en un principio este sistema fue presentado al mundo como uno de los más seguros, los hackers pudieron hacer de las suyas.
Las debilidades del sensor de huellas
Damien Hugoo, ejecutivo de la compañía Easy Solutions, indicó recientemente que aunque la autenticación por huella digital ha mostrado una rápida adopción porque es el método más cómodo de todos los factores biométricos, este método tiene varios problemas. Uno de ellos es que, por ejemplo, al utilizar la huella para bloquear dispositivos móviles, como el caso de TouchID, los delincuentes informáticos pueden informar remotamente al software que la huella del usuario ha sido ingresada con éxito y así irrumpir en el equipo sin problema.
En agosto de 2015 varias firmas de seguridad se reunieron en Las Vegas durante el evento de seguridad 'BlackHat'. Allí, un grupo de hackers decidió ponerse a la tarea de burlar la seguridad de algunos smartphone que tienen sistemas de seguridad biométrica, encontrando que elementos como defectos en el diseño de los sensores de huellas o incluso un ataque de malware bien planeado, son algunos de los riesgos a los que pueden enfrentarse los dispositivos que cuentan con este tipo de tecnologías. En palabras de los expertos, los fabricantes aun no tienen la suficiente experiencia para implementar estos sistemas de seguridad.
Aunque la huella digital parecía ser la mejor elección, fabricantes como Samsung se están enfocando en crear otras alternativas para garantizar la seguridad de la información y los datos de los usuarios.
Ventajas del reconocimiento de iris
De acuerdo con la compañía española Umanick, aunque el desbloqueo con huella y con iris ofrecen un alto grado de seguridad, el iris podría ser el método más seguro en la identificación de personas. “Aunque las huellas también son únicas, pueden presentar más similitudes entre sí, mientras que el grado de diferencia entre un iris y otro es mucho más amplio. No hay dos iris iguales”, indicó Juanvi Bolufer, ingeniero de software en Umanick, en una entrevista con Xataka Android.
Por lo anterior, podemos decir que al contar con un escáner de iris y un sensor de huellas, el nuevo Note 7 nos ofrece un plus de seguridad importante. La tecnología de escáner de iris está presente en la cámara frontal del dispositivo.
Al igual que el sensor de huellas, el escáner de iris se configurará desde los ajustes, en la sección seguridad del dispositivo. Allí los usuarios podrán agregar 'sus ojos' como método de desbloqueo por defecto. Para poder desbloquear el dispositivo, es necesario acercar los ojos a esta nueva 'cámara', preferiblemente si se hace en ambientes luminosos.
Samsung asegura que el método del iris hace que el proceso de desbloquear el equipo sea más rápido. Además, no da tantos problemas de lectura como sucede en los sensores de huellas, pues cuando el sensor está sucio, húmedo o cuando tenemos las manos muy secas, la identificación puede resultar complicada.
Imagen | Luis Romero y Chris Isherwood