El adenosín trifostato potencia nuestras células, pero también las supercomputadoras biológicas del futuro

El adenosín trifostato potencia nuestras células, pero también las supercomputadoras biológicas del futuro
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Un grupo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley ha desarrollado un sistema computacional que apunta a un futuro en el que los supercomputadores biológicos podrían ser una realidad palpable. En su estudio indican cómo el motor de esta creación es el trifostato de adenosina (ATP), "un nucleótido fundamental en la obtención de energía celular"

El modelo desarrollado por estos investigadores plantea una compleja red a través de la cual circulan elementos de distintos tamaños -podría compararse al mapa de carreteras de una dinámica ciudad visto desde un avión- que se alimentan de ese componente y que permiten realizar cálculos y ejecutar procesos a través de esas conexiones.

En lugar de electrones, explican en su estudio los responsables, la biocomputadora se aprovecha de las pequeñas cadenas de proteinas a las que denominan agentes biológios, que se mueven por los circuitos gracias al ATP. Entre los beneficios de estas creaciones están que prácticamente no generan calor y que además tienen una eficiencia energética notable.

Los investigadores han demostrado que este modelo puede resolver problemas matemáticos complejos usando computación paralela, pero aseguran que aún queda mucho margen por recorrer en este campo para que veamos un ordenador a escala completa desarrollado con estos principios. Aún así, estaremos muy atentos al desarrollo de este tipo de sistemas.

Vía | DispatchTribunal
Más información | PNAS

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