Irán aún no ha utilizado su arma estratégica más poderosa y aunque no se trata de un misil, sí podría tener el impacto de una “bomba atómica” en el mercado mundial de petróleo
El Estrecho de Ormuz es el cuello de botella energético del mundo por donde cada día circulan más de 16 millones de barriles de petróleo.