El año pasado inició un estupendo proyecto para dotar con energía solar a 11 escuelas rurales apartadas de Antioquia, fruto de la alianza de instituciones públicas y privadas como la Universidad de Antioquia, EPM, Andercol, Sumicol y Ruta N, utilizando recursos del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías, fruto de la explotación minera, y una inversión cercana a los $10.000 millones de pesos.
Las 11 instituciones beneficiadas con el proyecto Celdas Solares están ubicadas en veredas de difícil acceso: una en Bello, seis en Caucasia y cuatro en Carepa. Dos de las escuelas no cuentan con energía eléctrica, cinco sufren de intermitencia y, en las otras cuatro, el proyecto generará un impacto educativo y cultural al dotar de fluido eléctrico ininterrumpido a las instalaciones escolares.
“Los paneles son un sistema de conversión de energía solar a electricidad a través de un proceso fotovoltaico. El sistema está acoplado a baterías e inversores para convertir la corriente y aprovechar la carga útil. La idea del proyecto es que podamos tener soluciones solares integrables, flexibles, que podamos llevarlas a muchas instituciones educativas”, explicó Frankin Jaramillo Isaza, unos de los investigadores de la Facultad de Ingeniería de la UdeA.
Algunas de estas escuelas que ya han sido beneficiadas con la instalación de los paneles, han recibido además las estructuras de soporte y la instalación de las conexiones para dotar al plantel educativo de energía, así como una conexión a un sistema de monitoreo remoto desarrollado por estudiantes de la Universidad de Antioquia, el cual les permite hacer los análisis del funcionamiento de cada estructura a través de internet y determinar si se requieren reparaciones sin tener que estarse desplazando hasta la zona para hacer el diagnostico.
“Al principio les parecía una estructura muy extraña pero la fueron asimilando. Tenía mucho temor de que la dañaran pero al contrario la cuidan, saben en qué consiste y hemos hecho actividades educativas en las que usamos la energía de los paneles”, cuenta el coordinador del colegio en Altos del Oriente.
"Lo que estamos buscando es llevar el 100 % de nuestros servicios a los territorios donde actuamos, y que el 100% de los ciudadanos tengan acceso a nuestros servicios. Tenemos esta meta para 2025, pues hoy en día el 2% de los ciudadanos no tienen acceso al servicio de energía", indicó Jorge Londoño De la Cuesta, gerente general de EPM,
Cuando la totalidad de los paneles estén instalados en las 11 instituciones, se espera beneficiar a por lo menos 1.100 estudiantes, así como a otros 6.000 habitantes de las comunidades aledañas, quienes podrán también utilizar la energía de los paneles en las instituciones educativas para realizar actividades cotidianas como cargar sus teléfonos celulares. No obstante, la meta a largo plazo es llegar a todo el país, toda vez que se demuestre la sostenibilidad de este piloto, que ya se implementó en Institución Educativa León XXIII en zona rural de Bello.
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Fotos | Universidad de Antioqua | EPM