En julio de este año, Francia y el Reino Unido ya habían anunciado sus ambiciosos planes de llegar al año 2040 sin vehículos de combustión rodando por sus carreteras, fijando como fecha límite ese mismo año para prohibir la producción y venta de este tipo de vehículos en sus territorios. Para septiembre China se había unido a esta iniciativa, y ahora la ciudad de Paris ha querido adelantarse a los planes de su gobierno, fijando una nueva meta para la ciudad, diez años antes que lo establecido para el resto del país.
Es así como esta semana la Alcaldía de París anunció al mundo su intención de prohibir la circulación de los coches Diesel para el 2024 y de los de gasolina para 2030, con el objetivo de hacer de la capital una ciudad neutra en emisiones de dióxido de carbono. Y no es para menos, Paris en 2015 fue la cede de la cumbre del clima, donde se firmó el acuerdo universal de lucha contra el cambio climático, por lo que resulta natural que quiera convertirse en un ejemplo a seguir para el resto de ciudades del mundo.
Mas que una prohibición adelantada, es un objetivo
Aunque las autoridades han sido claras respecto a que no se trata de una prohibición adelantada a los planes originales del gobierno, sino de un “Objetivo” que permitirá cumplir con los plazos fijados originalmente para el año 2040. "Si queremos alcanzar ese objetivo, esto implica que la salida del diésel y de la gasolina se produzca varios años antes en zonas urbanas y en particular en las grandes ciudades" mencionó la alcaldía de la ciudad en el comunicado de prensa.
Estas medidas van en línea con los planes de del ayuntamiento de la ciudad, los cuales desde el año 2014, con la llegada de Anne Hidalgo, se han marcado la meta de lograr transformar a la capital francesa en una ciudad sin coches, masificando el uso de las bicicletas y el transporte público. Desde entonces la ciudad ha puesto fuertes restricciones a la circulación de vehículos contaminantes y camiones, y días de restricción para autos de ciertos años.
Otra de las metas del gobierno de la ciudad, es aumentar la peatonalización de las vías vehiculares y crear mayor espacio para el tránsito de las bicicletas, pasando de los actuales 700Km de ciclovías a 1.400Km en los próximos años, una medida que aplauden las entidades ambientalistas, pero que ven con preocupación los taxistas y empleados que dependen de sus vehículos para ganarse el sustento.
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