Panasonic OLED HZ1500, análisis: este televisor pone toda la carne en el asador para redefinir cómo debe reproducirse el cine

Los televisores más avanzados suelen tener un carácter marcado. Los hay con vocación todoterreno, y que, por tanto, nos proponen un rendimiento atractivo tanto con cine como con videojuegos. Y también hay modelos que no ocultan su clara intención de ofrecernos lo mejor de sí mismos con las películas, y que dejan los juegos en un segundo plano en el que no parecen esmerarse tanto. Este nuevo televisor de Panasonic se identifica con mucha claridad con esta segunda categoría, aunque, como veremos durante este artículo, hace varios guiños a los aficionados a los juegos que no pasaremos por alto.

Este HZ1500 ha heredado buena parte de las características que colocaron al modelo GZ2000 como uno de los mejores televisores con panel OLED de cuantos analizamos durante 2019. Esta es su mejor carta de presentación, pero no es todo lo que pone sobre la mesa. Y es que, además, tiene algunas prestaciones con las que no contaba el televisor insignia de Panasonic del año pasado, y es sensiblemente más económico que aquel a pesar de que preserva una ambición muy clara de consolidarse como un dispositivo de gama alta. Esta es su forma de demostrarnos que la tecnología OLED aún no ha dicho su última palabra.

Panasonic OLED HZ1500: especificaciones técnicas

El corazón de este televisor, con permiso de su procesador de imagen, del que hablaremos a continuación, es su panel OLED. Se trata de una matriz fabricada por LG Display, la filial de LG especializada en la producción de paneles OLED, con resolución 4K UHD, una profundidad de color de 10 bits y relación de aspecto 16:9. Hasta aquí no hay nada que no nos ofrezcan los demás televisores OLED que podemos encontrar actualmente en las tiendas debido a que LG Display es el proveedor de paneles OLED de gran formato de todas las grandes marcas, pero no debemos pasar por alto que el panel es solo uno de los ingredientes de la receta. El procesado de imagen y la calibración de origen que pone a punto cada marca son dos características diferenciales que también tienen un impacto muy profundo en la calidad de imagen.

El procesador de imagen de este televisor es el mismo chip HCX Pro Intelligent incorporado en los modelos insignia de esta marca de 2019 y 2020

El procesador de imagen de este televisor es un «viejo» conocido. Y es que es el mismo chip HCX Pro Intelligent incorporado en el modelo insignia de esta marca de 2019, el GZ2000, que analizamos el año pasado. Desafortunadamente, Panasonic apenas nos ofrece información acerca de las peculiaridades de este chip más allá de su capacidad de conversión de contenidos SDR a HDR, de su habilidad a la hora de afrontar el escalado desde resoluciones inferiores a 4K UHD, y también de la forma en que procesa la imagen. Más adelante, en la sección en la que pondremos a prueba su calidad de imagen, descubriremos si resuelve el color, el movimiento y el ruido de alta frecuencia, entre otros parámetros, con la misma eficacia con la que este procesador aborda estos retos en el GZ2000.

Una característica diferencial de los televisores de las gamas media y alta de Panasonic con la que no cuentan las propuestas equiparables de marcas como LG, Samsung o Sony, es su compatibilidad con los estándares HDR más populares. Y es que este HZ1500 no nos obliga a escoger entre Dolby Vision y HDR10+, algo que sí nos fuerzan a hacer las marcas que acabo de mencionar; trabaja con la misma comodidad con los metadatos de ambos estándares, lo que a los usuarios nos permite despreocuparnos de la forma en que está implementado el HDR en los contenidos que queremos disfrutar. Sin duda, es una baza importante a favor de este televisor con la que no cuentan la mayor parte de sus competidores (Philips es una de las marcas que también nos ofrece soporte completo de los estándares HDR).

Este televisor es compatible con Dolby Vision, HDR10+ y HDR10, lo que a los usuarios nos permite despreocuparnos de la forma en que está implementado el HDR en nuestros contenidos

Lo que hemos visto hasta ahora parece invitarnos a pensar que Panasonic se ha limitado a proponernos con este televisor una revisión del GZ2000 con un precio más atractivo, aunque sin su panel profesional, pero no es del todo así. Y es que el HZ1500 incorpora algunas características que no están presentes en el modelo insignia de 2019 (pero que sí lo están en el de 2020, el HZ2000). Una de ellas es la tecnología Dolby Vision IQ, una innovación que recoge información de la luz ambiental gracias a un sensor de luminosidad para permitir al televisor actuar de forma dinámica sobre la entrega de brillo. Esta tecnología complementa la información que contienen los metadatos dinámicos de Dolby Vision para maximizar el rango dinámico de las imágenes sin que se vea condicionado negativamente por la luz ambiental.

La otra innovación en la que merece la pena que nos detengamos un momento es el modo cineasta (Filmmaker Mode), una tecnología que persigue que nuestros televisores reproduzcan el contenido cinematográfico en general, y, por tanto, no solo las películas, sino también las series, preservando exactamente la visión original del director. Este objetivo requiere que la estética de las imágenes en nuestra casa sea la misma con la que el director trabajó durante la postproducción de su película en el monitor de masterización, y para lograrlo conlleva la desactivación de una parte de los algoritmos de procesado del televisor.

PANASONIC OLED TX-55HZ1500E Características
PANEL OLED 4K UHD de 55 pulgadas y 10 bits con relación de aspecto 16:9
RESOLUCIÓN 3.840 x 2.160 puntos
HDR Dolby Vision, HDR10+, HDR10 y HLG
DOLBY VISION IQ
MODO CINEASTA
PROCESADOR DE IMAGEN HCX Pro
SISTEMA OPERATIVO my Home Screen 5.0
SONIDO 80 vatios (15 vatios x 2 + 20 vatios + 15 vatios x 2)
DOLBY ATMOS
FORMATOS SOPORTADOS AVI/HEVC/MKV/WMV/MP4/M4v/FLV/3GPP/VRO/VOB/TS/PS, MP3/AAC/WMA Pro/FLAC/Apple Lossless/WAV y JPEG/Foto HLG
CONECTIVIDAD 4 x HDMI 2.0b, 1 x USB 3.0, 2 x USB 2.0, 1 x Ethernet, 2 x CI, 1 x entrada de vídeo analógica, 1 x salida óptica de sonido y 1 x jack de 3,5 mm
CONECTIVIDAD INALÁMBRICA WiFi y Bluetooth
ETIQUETA ENERGÉTICA Clase A
CONSUMO MEDIO 105 vatios
DIMENSIONES 1.228 x 772 x 350 mm (con peana)
PESO 30 kg (con peana)
PRECIO 2.299 euros

TV OLED 139 cm (55") Panasonic TX-55HZ1500E 4K, HDR10+, Dolby Vision IQ, Filmmaker Mode, Dolby Atmos, Smart TV

Es estilizado y está bien acabado, pero la función prevalece sobre la forma

En lo que se refiere a su diseño y su acabado a este televisor no puedo ponerle ninguna pega. Los marcos son todo lo finos que cabe esperar de un televisor OLED de última hornada, y su peana central es estilizada y poco intrusiva (indagaremos en ella un poco más adelante en esta misma sección del análisis). Al marco inferior está adosada una barra de sonido que se responsabiliza de proyectar el audio hacia la posición de escucha, y que trabaja codo con codo con un altavoz alojado en la parte trasera del televisor. Su propósito es proyectar el sonido hacia la parte superior de la habitación con el objetivo de aprovechar las reflexiones en el techo para generar el campo sonoro tridimensional que requiere la reproducción de las bandas sonoras Dolby Atmos. Más adelante, en la sección del análisis dedicada al sonido de este televisor, profundizaremos en sus prestaciones sonoras.

Si lo miramos por delante el diseño de este televisor no es muy diferente del de otras propuestas que también incorporan una barra de sonido adosada al marco inferior, pero si lo observamos por detrás, o desde un lateral, descubriremos que su mitad superior es más gruesa de lo habitual en otros televisores OLED. Este engrosamiento está provocado por la presencia del altavoz adicional que acabo de describir, un elemento que, como veremos más adelante, tiene un impacto profundo en la experiencia sonora que nos depara este televisor. No obstante, su presencia refleja algo más en lo que merece la pena que reparemos: para Panasonic la función, entendida como todo aquello que condiciona las prestaciones de este dispositivo, es más importante que la forma. Que el diseño. Yo estoy profundamente de acuerdo con esta filosofía siempre que no se descuide la componente estética, y este HZ1500 no lo hace. Es un televisor bonito y entra por los ojos con facilidad.

Como podéis ver en la siguiente fotografía de detalle, el marco que protege el perfil del panel OLED es metálico y está impecablemente mecanizado. Además, me parece un acierto que las esquinas sean redondeadas y no en escuadra porque reducen la probabilidad de que se produzca una lesión si una persona se golpea accidentalmente con el televisor, algo que puede suceder sobre todo si hay niños pequeños en casa. Un apunte más: es importante que al instalarlo tengamos en cuenta que no debemos agarrar el televisor por la zona más fina porque es precisamente ahí donde el panel OLED queda más expuesto. Si ejercemos una presión excesiva sobre él podríamos dañarlo.

La peana, como podéis ver en la siguiente fotografía, es circular y completamente metálica. Al igual que el marco del televisor está muy bien mecanizada, y sus 5 kg de peso garantizan la estabilidad estructural que requiere un dispositivo con las dimensiones propias de un televisor de 55 pulgadas como este. Nada que objetar hasta aquí, pero hay algo más: esta peana nos permite ajustar levemente el giro del televisor, poniendo en nuestras manos la posibilidad de corregir su orientación si por la razón que sea necesitamos sentarnos en una posición ligeramente escorada.

Su sistema operativo tiene margen de mejora, pero su calibración de fábrica es sobresaliente

En este televisor Panasonic ha incorporado el sistema operativo my Home Screen 5.0, una plataforma derivada de Firefox OS que es bastante ligera y que, por tanto, nos permite desplazarnos a través de los parámetros de ajuste e iniciar y salir de las apps con una latencia reducida. Sin embargo, desde un punto de vista visual esta capa de software sigue siendo más espartana y menos estilizada que la interfaz que nos proponen las últimas iteraciones de Tizen, el sistema operativo que usa Samsung en sus televisores; webOS, que es el que utiliza LG, y Android TV. Panasonic aún tiene un margen de mejora importante por delante en este ámbito si quiere que el sistema operativo de sus televisores se coloque a la altura de los que utilizan sus competidores más aventajados.

Buena parte de los televisores de gama alta que he analizado durante los últimos dos años viene impecablemente calibrada de fábrica, y esta propuesta es una de las mejor afinadas tal y como la sacamos de la caja. No cabe duda de que es una buena noticia, especialmente para los usuarios que no tienen las herramientas necesarias para llevar a cabo una calibración minuciosa de su televisor. Como veremos en la sección de este artículo en la que indagaremos en su calidad de imagen, en este dispositivo prevalecen la naturalidad y el realismo con la firme intención de restituir las imágenes intentando respetar la visión de los creadores de contenido, una declaración de intenciones que Panasonic sabe cómo defender. No obstante, quien a pesar de todo quiera afinarlo aún más para exprimir hasta la última gota del potencial de su panel, puede hacerlo. Este televisor tiene un modo de calibración ISF que con las herramientas adecuadas nos permite ajustarlo con todo detalle.

En la siguiente fotografía podéis ver el aspecto que tiene el mando a distancia que nos entrega Panasonic junto a este televisor, y me temo que en este terreno me veo obligado a pegar un pequeño tirón de orejas a esta marca. Creo que ya va siendo hora de que todos los fabricantes nos entreguen junto a sus televisores de gama alta mandos a distancia estilizados y bien acabados. En mi opinión un televisor que cuesta más de 2.000 euros en su versión de 55 pulgadas debería venir acompañado por un mando a distancia metálico y más estilizado que este. Además, echo de menos en él más botones de acceso directo a las apps más utilizadas. Solo incorpora un botón que nos permite iniciar Netflix, y habría sido una buena idea que tuviese también accesos directos a aplicaciones como YouTube, Amazon Prime Video o HBO.

Calidad de imagen: este televisor está diseñado para lucirse con el cine

Para poner a prueba qué es capaz de ofrecernos este modelo con contenido cinematográfico recurrí a mi batería de películas habitual en Blu-ray 4K y Blu-ray Disc, en la que destacan cintas como ‘La llegada’, ‘El renacido’, ‘Blade Runner 2049’ o ‘Blade Runner’. También utilicé contenido de Netflix y YouTube que conozco muy bien, así como las versiones en DVD de ‘Salvar al soldado Ryan’ y ‘Kill Bill volumen 1’. Para reproducir estas películas recurrí a un lector OPPO UDP-205, un dispositivo que desafortunadamente ya está descatalogado pero que sigue destacando por la gran calidad de su mecánica de transporte y su lógica de procesado de audio y vídeo. Además, no lee solo los formatos que acabo de mencionar; también reproduce un amplio abanico de formatos de audio, incluido SACD, lo que lo posiciona en un auténtico reproductor todoterreno.

La fotografía que podéis ver debajo de estas líneas la tomé utilizando un microscopio digital y muestra la matriz de subpíxeles WRGB utilizada por el panel con diodos orgánicos. Una de las ventajas que tienen los televisores OLED frente a los dispositivos que incorporan un panel LCD VA es que su ángulo de visión es sensiblemente más amplio gracias a su mayor capacidad natural de dispersión de la luz. Los televisores LCD VA suelen recubrir el panel con una lámina que incrementa la dispersión de la luz, y que, por tanto, mejora sus ángulos de visión, pero esta cualidad tiene un precio: difumina ligeramente la estructura de subpíxeles de la matriz. Los televisores OLED no requieren implementar ninguna estrategia de este tipo, por lo que, como podéis ver en la siguiente imagen, cuando observamos sus subpíxeles con un microscopio aparecen nítidos y con unos contornos bien definidos.

La meticulosa calibración de fábrica que ha ejecutado Panasonic en este televisor nos permite disfrutar una gama cromática muy amplia en los modos para contenido cinematográfico sin necesidad de que nos veamos obligados a afinarlos. En mi opinión la principal baza de este HZ1500 es la naturalidad con la que reproduce cada tono, preservando el nivel justo de saturación y evitando dar a las imágenes un aspecto artificial y sobresaturado. Además consigue reproducir el color blanco con una pureza que hace tiempo que no veía en un televisor OLED, un síntoma inequívoco de lo bien afinado que está el color en este televisor tal y como sale de la fábrica.

La meticulosa calibración de fábrica que ha ejecutado Panasonic en este televisor nos permite disfrutar una gama cromática muy amplia en los modos para contenido cinematográfico sin necesidad de que nos veamos obligados a afinarlos

Un punto a favor de su procesado de imagen: cuando la señal de vídeo tiene la suficiente calidad el ruido de alta frecuencia es absolutamente imperceptible, lo que le permite entregarnos unas imágenes extremadamente limpias y detalladas. Ni siquiera observando el panel con el microscopio digital he encontrado artefactos visibles.

La uniformidad del panel en los fotogramas que requieren atenuar al máximo la capacidad de entrega de luz es la que cabe esperar de un televisor OLED: sobresaliente. Pero esta cualidad está presente en todos los televisores con panel orgánico bien ejecutados, por lo que los negros profundos y el excelente contraste que nos entrega este HZ1500 son muy similares a los que nos proponen los últimos televisores OLED que hemos analizado. Lo que no es tan frecuente en estos mismos dispositivos es que el panel resuelva de forma homogénea los fotogramas en los que predomina el color gris, especialmente cuando los ponemos a prueba en espacios sin luz ambiental.

El panel de la unidad que hemos tenido la oportunidad de analizar apenas muestra ese aspecto ligeramente emborronado al reproducir el color gris que sin embargo sí he podido observar en otros televisores OLED. Esta característica refleja su gran uniformidad y nos invita a plantearnos en qué medida son superiores los paneles utilizados por Panasonic en sus televisores insignia, los modelos de la familia 2000, que según la propia marca recurren a paneles con vocación profesional.

En lo que se refiere a la gestión del movimiento Panasonic y Sony siguen liderando, aunque, en mi opinión, LG y Samsung han mejorado sensiblemente sus algoritmos de control del movimiento en sus últimas dos generaciones de televisores. Philips en este terreno está firmemente asentada entre estas cuatro marcas, aunque pisa los talones a las compañías japonesas. El movimiento de este HZ1500 está al mismo nivel por su gran suavidad del modelo insignia de Panasonic del año pasado, el GZ2000, por lo que será interesante comprobar cómo rinde en este ámbito su televisor tope de gama de este año, el HZ2000.

La uniformidad del panel en los fotogramas que requieren atenuar al máximo la capacidad de entrega de luz es la que cabe esperar de un televisor OLED: sobresaliente

En la ficha técnica de este televisor Panasonic no recoge cuál es su capacidad máxima de entrega de brillo, pero en AVForums han medido 659 nits en ventanas que van del 1 al 10% de la superficie del panel. Esta cifra no es de récord, y hay televisores OLED que la superan con un margen holgado, como el GZ2000 de la propia Panasonic que he mencionado ya varias veces durante este análisis, pero es una capacidad de entrega de brillo suficiente para ofrecernos un HDR convincente, especialmente en espacios con poca luz ambiental.

Además, el circuito ABL (Automatic Brightness Limiter) que se responsabiliza de ajustar y limitar el nivel de brillo para prevenir el marcado del panel es poco agresivo, lo que contribuye a que este televisor nos entregue unas transiciones suaves entre fotogramas con distinto nivel de luminosidad. Un apunte más: el bonito fotograma que podéis ver debajo de estas líneas pertenece a la película ‘El renacido’, fotografiada por Emmanuel Lubezki.

Otra característica de este televisor que me ha dejado muy buen sabor de boca durante la fase de pruebas es lo bien que controla los reflejos. En la fotografía que podéis ver debajo de estas líneas se puede apreciar que el reflejo que provoqué intencionadamente sobre la pantalla queda confinado en un área bien delimitada y relativamente reducida, lo que nos indica que la cobertura antirreflejos del panel cumple correctamente su cometido. Curiosamente, ese mismo reflejo adquiere mucha más intensidad y se extiende en un área sensiblemente mayor en el televisor colocado detrás del HZ1500 (podéis ver una sección de su panel sobresaliendo por encima del modelo de Panasonic que estamos analizando) debido a que no cuenta con una cobertura antirreflejos tan eficaz. Es un televisor mucho más antiguo que el HZ1500, y, por tanto, también es menos sofisticado, pero su presencia en esta prueba ilustra muy bien el impacto positivo que puede tener en nuestra experiencia una buena cobertura antirreflejos.

Estamos acercándonos al final de esta sección del análisis, pero no podemos pasar por alto una prestación de este televisor que puede tener un impacto importante en nuestra experiencia: el sensor de luminosidad administrado por un algoritmo capaz de ajustar en tiempo real la capacidad de entrega de luz del panel y la corrección gamma. Este sensor persigue adecuar las imágenes a la luminosidad ambiental sin degradar ni el rango dinámico ni la gama cromática, y es el corazón tanto de la tecnología Dolby Vision IQ como del modo cineasta (Filmmaker Mode). Cuando entra en acción junto a Dolby Vision IQ trabaja codo con codo con los metadatos dinámicos en los contenidos Dolby Vision, y cuando activamos el modo cineasta se ve respaldado por la desactivación de una parte del procesado del televisor con la intención de preservar la estética de las imágenes concebida inicialmente por los creadores del contenido. Es posible que estos modos no convenzan a todos los usuarios, pero, aun así, me parece muy bien que estén implementados en el televisor para que los usuarios tengamos la libertad de decidir si queremos o no activarlos.

En las especificaciones oficiales de este televisor Panasonic anuncia un consumo promedio de 105 vatios, así como un consumo de 0,5 vatios cuando está suspendido. Estas cifras coinciden con mucha exactitud con las que he medido con mi consumómetro durante las pruebas, pero lo que la marca japonesa no ha revelado es su consumo máximo. Según mis mediciones cuando la capacidad de entrega de brillo es máxima este televisor alcanza unos picos de consumo de unos 185 vatios, una cifra muy razonable en un dispositivo de 55 pulgadas que sin duda le ha ayudado a obtener la etiqueta energética de clase A.

Su rendimiento con los juegos no está a la altura de lo que nos ofrece con las películas

Para averiguar cómo se porta este televisor con videojuegos recurrí una vez más a nuestra infatigable Xbox One X y a varios títulos relativamente recientes, entre los que destacan ‘Mortal Kombat 11’, ‘Forza Horizon 4’, 'Ori and the Will of the Wisps', ‘Gears 5’ y ‘Halo 5: Guardians’. Hemos elegido estos juegos porque son muy sensibles a la latencia y son útiles para identificar el impacto que tiene en la experiencia de juego. Todo lo que he descrito en la sección anterior en lo que se refiere a la calidad de imagen de este televisor sigue siendo válido con los videojuegos a pesar de que al entrar en acción el modo para juegos se desactiva la mayor parte de los algoritmos de procesado de la imagen.

Panasonic ha implementado en este televisor dos prestaciones asociadas a HDMI 2.1, eARC y ALLM, pero echamos de menos la tecnología VRR y la posibilidad de transportar vía HDMI señales 4K de hasta 120 FPS

Los cuatro conectores HDMI que incorpora este televisor implementan la norma 2.0b, por lo que no pueden transportar la señal de audio y vídeo a los 48 Gbps máximos que nos proponen los enlaces HDMI 2.1, con todo lo que esto conlleva en lo que se refiere a la cadencia máxima de imágenes que es posible alcanzar. Aun así, Panasonic ha implementado en este televisor dos prestaciones asociadas a HDMI 2.1: eARC y ALLM (Auto Low Latency Mode). La activación automática del modo de baja latencia está claramente pensada para seducir a los aficionados a los videojuegos, pero es una lástima que este HZ1500 no implemente también la tecnología VRR (frecuencia de actualización variable), que también puede tener un impacto muy positivo en nuestra experiencia con juegos.

Una de las cualidades que permiten a los televisores OLED aventajar a los dispositivos LCD LED con videojuegos es su mínimo tiempo de respuesta. Los píxeles de naturaleza orgánica consiguen habitualmente cambiar su estado en menos de 1 ms, lo que los coloca en este terreno a un nivel similar al de los monitores para gaming más ambiciosos, pero preservando las cualidades de los paneles OLED en lo que se refiere a la calidad de imagen. Por otro lado, la latencia al activar el modo para juegos oscila según las mediciones de AVForums en torno a los 22 ms tanto en 4K como en 1080p con HDR, una cifra que coincide claramente con mis sensaciones en juegos como ‘Gears 5’ o ‘Mortal Kombat 11’. Esta latencia de entrada nos permite disfrutar la mayor parte de los juegos, pero queda lejos de los 9,7 ms del Q950TS de Samsung y los 12-13 ms que arrojan los televisores OLED de LG.

Con juegos este televisor me ha provocado sensaciones encontradas. Tiene a su favor una calidad de imagen global muy alta y un HDR notable, así como la implementación del modo ALLM. Sin embargo, echo de menos, especialmente en un dispositivo de gama alta con el precio que tiene este televisor OLED, que sus puertos satisfagan la norma HDMI 2.1 completa con el propósito no solo de habilitar el refresco variable, sino también de hacer posible el transporte de imágenes con resolución 4K y una cadencia máxima de 120 FPS. Es evidente que a Panasonic le importa más el rendimiento de sus televisores con contenido cinematográfico que con juegos, pero también lo es que convencerán a más usuarios si en este último escenario de uso se ponen a la altura de lo que ya nos están ofreciendo Samsung, y, sobre todo, LG.

Calidad de sonido: nos ofrece una de las mejores virtualizaciones de Dolby Atmos

Si nos ceñimos a su sonido este televisor pisa los talones al modelo GZ2000 que tuve la oportunidad de analizar a finales del año pasado, todo un piropo para el HZ1500 si tenemos en cuenta que es mucho más económico que el modelo insignia de Panasonic de 2019. Los parámetros de ajuste del audio son lo suficientemente generosos para conseguir que no echemos de menos ningún detalle importante. Y, además, están organizados con claridad y utilizan etiquetas fáciles de interpretar, algo que desafortunadamente es menos frecuente de lo que debería ser. Un apunte relevante: es importante que indiquemos correctamente al asistente de configuración del sonido las características de la habitación en la que hemos instalado el televisor si queremos que nos entregue todo su potencial en este terreno.

En la siguiente fotografía de detalle podéis ver el altavoz alojado en la mitad superior de la parte posterior del televisor. Este altavoz está derivado del que Panasonic instaló en el modelo GZ2000 el año pasado, y recurre a las reflexiones de las ondas sonoras en el techo de la habitación para recrear la escena sonora envolvente que requieren las películas con audio Dolby Atmos. ¿Funciona? Sí, y consigue virtualizar este formato de sonido mucho mejor que la mayor parte de los televisores que he analizado hasta ahora con la única excepción del modelo insignia de Panasonic del año pasado.

Además, restituye el extremo grave con una pegada notable, por lo que muchos usuarios no echarán de menos una solución de sonido externa. De hecho, la barra de audio adosada a la parte inferior del panel trabaja codo con codo con el altavoz superior para ofrecernos un sonido dinámico cuya distorsión permanece bajo control incluso cuando le pedimos que nos entregue un nivel de presión sonora importante. En mi opinión para mejorar las prestaciones sonoras de este televisor lo ideal es recurrir a un equipo multicanal dedicado y no a una barra de sonido porque difícilmente esta última mejorará lo que ya nos ofrece este dispositivo por sí mismo.

Panasonic OLED HZ1500: la opinión y nota de Xataka

Como hemos visto a lo largo del análisis, este televisor defiende con uñas y dientes su contundente vocación cinéfila. Cuando la fuente acompaña y lo alimentamos con una señal de vídeo de calidad nos garantiza unas imágenes con una estética muy cinematográfica en las que prevalecen la naturalidad y el realismo más allá de la vistosidad y el efectismo. No obstante, esto no significa que sus imágenes no tengan pegada. Su rango dinámico es lo suficientemente amplio para recrear con un impacto notable los contenidos HDR que requieren una capacidad de entrega de brillo importante, aunque el resultado es más convincente cuando utilizamos el televisor en un espacio con poca luminosidad ambiental.

Cuando la fuente acompaña y lo alimentamos con una señal de vídeo de calidad nos garantiza unas imágenes con una estética muy cinematográfica

En lo que se refiere a su calidad de imagen es difícil poner pegas a este televisor. Su relación de contraste subjetiva y sus negros son los que podemos exigir a un dispositivo OLED de última generación: sobresalientes. Además, su nivel de detalle en regiones oscuras es de los más altos con los que me he topado en los dispositivos con panel orgánico que he analizado, y su colorimetría es de absoluta referencia. Otro punto a su favor es su capacidad de lidiar con los formatos HDR más extendidos actualmente, incluidos Dolby Vision y HDR10+, así como la implementación de Dolby Vision IQ y del modo cineasta. Y remata la faena con un sonido tan convincente, especialmente cuando virtualiza una banda sonora Dolby Atmos bien ejecutada, que la mayor parte de los usuarios no sentirá la necesidad de invertir más dinero en un equipo de audio externo.

Es evidente que este televisor se siente muy cómodo con el contenido cinematográfico, pero tiene un talón de Aquiles: los juegos. Y es que la presencia de las tecnologías ALLM y eARC no compensa la ausencia de soporte HDMI 2.1 completo. No contar con la tecnología VRR y con la posibilidad de transportar señales de vídeo 4K con una cadencia máxima de 120 FPS es un lastre para quien esté pensando en comprar una consola de nueva generación. Además, sus 22 ms de latencia al habilitar el modo para juegos lo colocan una zancada por detrás de los televisores de última hornada mejor dotados para los videojuegos. Y, por último, my Home Screen 5.0, su sistema operativo, reclama a gritos un lavado de cara profundo para ponerse a la altura de las últimas iteraciones de Android TV, Tizen y webOS.

Aun así, las bazas que he desgranado a lo largo del análisis, y especialmente su rendimiento con el contenido cinematográfico, representan un aliciente más que convincente para que cualquier cinéfilo que esté barajando la opción de estrenar televisor durante los próximos meses lo tenga en cuenta. En este escenario de uso va a ser un hueso muy duro de roer. Tanto que intuyo que el nuevo HZ2000, el modelo insignia de Panasonic para 2020, va a tener que poner sobre la mesa argumentos muy sólidos para convencernos de que merece la pena apostar por él y no por este HZ1500, que es sensiblemente más económico. Pero esta es otra batalla, una en la que indagaremos cuando el televisor más avanzado de esta marca caiga en nuestras manos.

9,3

Diseño9,5
Calidad de imagen9,75
Sonido9,5
Interfaz y Software8,5

A favor

  • Su calidad de imagen global es sobresaliente. Con cine supera incluso a algunos televisores más caros
  • Viene impecablemente calibrado de fábrica
  • Soporta todos los estándares HDR más utilizados: Dolby Vision, HDR10+, HDR10 y HLG
  • Implementa la tecnología Dolby Vision IQ y el modo cineasta (Filmmaker Mode)
  • Su sonido es fantástico. Resuelve las bandas sonoras Dolby Atmos de una forma muy convincente

En contra

  • El sistema operativo my Home Screen 5.0 tiene un margen de mejora importante en términos de diseño para ponerse a la altura de sus competidores
  • No nos ofrece soporte HDMI 2.1 completo (echamos de menos especialmente la tecnología VRR)
  • Su latencia no está a la altura de la que nos proponen los mejores televisores para juegos que podemos comprar actualmente

TV OLED 139 cm (55") Panasonic TX-55HZ1500E 4K, HDR10+, Dolby Vision IQ, Filmmaker Mode, Dolby Atmos, Smart TV

Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de Panasonic. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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