POCOPHONE F1, análisis: no es un azote a los buques insignia, es el ganador en relación calidad-precio

El año pasado tocábamos un gong que temíamos desde hacía un tiempo: un smartphone sobrepasaba los 1.000 euros de precio de salida, el Samsung Galaxy Note 8. Desde ese momento los buques insignia han bordeado esa especie de línea roja con alguna excepción, pero ahora Xiaomi ha dado un golpe en la mesa con uno que no pasa de 400 euros y os contamos qué tal es la experiencia con él en el análisis del POCOPHONE F1.

El teléfono ha llegado en la segunda mitad del año con una configuración que encaja en la alta gama, aunque logrando reducir costes en aspectos como la construcción. Con algo de déjà vu con respecto a un terminal similar sobre el papel (el Xiaomi Mi 8) y la promesa de ser un móvil apto para un público tan exigente el gamer, la recién nacida POCO viene para intentar revolucionar el mercado. Veamos cómo funciona su primer producto.

Ficha técnica del POCOPHONE F1

POCO F1
Dimensiones físicas 155,5 x 75,2 x 8,8 milímetros, peso 182g (155,7 x 75,5 x 8,9 milímetros, 187 gramos Armoured Edition)
Pantalla 6,18" Full HD+ (2.246 x 1.080 píxeles) con notch, brillo 500 nits, 18,7:9
Procesador Snapdragon 845
RAM 6 / 8 GB

Memoria 64 /128 / 256 (con posibilidad de microSD)

Versión software Android 8.1 con MIUI for POCO
Cámaras traseras 12 megapíxeles + 5 megapíxeles, dual pixel autofocus
Cámara frontal 20 megapíxeles
Batería 4.000 mAh con Quick Charge 3.0
Conectividad WiFi 802.11a/b/g/n/ac, 2x2 MIMO, MU-MIMO, LTE, Bluetooth 5.0
Otros Reconocimiento facial por infrarrojos, minijack de 3,5 milímetros, USB tipo-C, lector de huellas, Dual SIM, soporte códecs de audio AAC/aptX/aptX-HD/LDAC
Precio Versión de 6 GB + 64 GB: 329 eurosVersión de 6 GB + 128 GB: 399 euros

POCOPHONE F1, review en vídeo

El plástico por bandera: el primer jaque a la sensación de buque insignia

La calidad de unos materiales o de una construcción tiene su medida objetiva, teniendo en cuenta las pruebas de resistencia o la complejidad que implique su elaboración (aleaciones, capas, etc.), pero siempre hay una pequeña parte para las sensaciones o la subjetividad (intencionadamente o no). En cuanto a éstas, la empresa ha dicho y redicho en las presentaciones que el policarbonato de su primogénito las ha pasado con buena nota, pero por otra parte está la sensación que da el material al tacto, su acabado y su estética.

En la alta gama (y ya en otras) hemos visto cómo se han asentado el cristal y el metal casi como condición sine qua non, y cierto es que son materiales más caros y que transmiten una sensación de mayor elegancia o casi lujo. Pero también lo es que antes de aquel HTC One M7 y iPhone 4 hubo un buen número de precedentes que traían los componentes más avanzados del momento vestidos de policarbonato.

No vamos a tener una sensación de "lujo", pero da la impresión de que es un plástico resistente y no se ensucia con facilidad

¿Cuáles son las sensaciones con el POCOPHONE F1? No vamos a tener esa sensación de "lujo" que hemos descrito, nos traslada más bien a la que nos da un móvil de gama media con un plástico de calidad. Es por ello que éste pueda ser uno de los aspectos que le quite puntos en lo de encuadrarse dentro de la alta gama, aunque siendo justos esta clasificación (como la vida) implica mucho más que la apariencia y el asunto de las gamas está más heterogéneo que nunca.

Hablar de sensaciones es entrar en terreno de la subjetividad y queda ya en cada uno que guste o no, pero podemos decir que al menos da la impresión que sí se trata de un plástico resistente y que tiene varias ventajas: no se ensucia apenas (amigos de la gamuza 24/7, este móvil os supondría un descanso en su parte trasera) y podemos olvidarnos de ese temor a los arañazos que solemos mirar más en el caso del metal (o a que se cuartee por un golpe con el caso del cristal).

Este material además hace que sea bastante ligero para el considerable tamaño que tiene el terminal, y puede que influya en la disipación del calor (hablaremos luego de la temperatura). Eso sí, no es tan elegante como un unibody de aluminio ni encaja en lo que parece una firme tendencia por las traseras de cristal, y puede que esto eche para atrás a quienes anteponen la estética o los materiales a otros aspectos.

Hablando de algo tan objetivo como las dimensiones físicas, el POCOPHONE F1 es más voluminoso que el Xiaomi Mi 8 para una pantalla de diagonal prácticamente igual, y que su otro primo mayor, el Xiaomi Mi MIX 2S. Eso sí, con mayor volumen el peso logra mantenerse subiendo poco con respecto a éstos, quedando cerca del Mi 8 con unos 3 gramos más y por debajo del Mi MIX 2S en 9 gramos.

Altura (milímetros) Anchura (milímetros) Grosor (milímetros) Volumen (cc) Peso (gramos) Pulgadas Batería (mAh)
POCOPHONE F1 155,5 75,2 8,8 102,9 182 6,18 4000
Xiaomi Mi 8 154,9 74,8 7,6 88,06 179 6,21 3300
Xiaomi Mi MIX 2S 150,9 74,9 8,1 91,55 191 5,99 3400

De este frontal podemos hablar precisamente bastante. Según GSMArena la pantalla del POCOPHONE F1 ocupa un 82,2% del frontal, lo cual está bastante bien y queda dentro de ese grupo de móviles que han buscando la sensación más aproximada a conseguir una pantalla infinita.

Con el "notch" hemos topado. El POCOPHONE F1 no gana a todos sus rivales en aprovechamiento del frontal pero no queda nada mal con respecto a ellos.

Tenemos notch y tenemos asimetría horizontal, pero más de la esperada. Aunque escondamos la muesca (algo que como veremos en detalle al hablar de la pantalla permite MIUI for POCO), la curva de las esquinas es mucho más abierta en las inferiores, dejando un considerable borde inferior que no alberga ningún altavoz o elemento de interacciones, y con la consecuencia de que el contenido de la interfaz que se situúa en las esquinas quede tapado (como ocurre con Spotify o 'PUBG').

El POCOPHONE F1 con muesca.
El POCOPHONE F1 sin muesca.

El poco borde superior que queda sin notch es más grueso que el lateral pero más fino que el inferior. La muesca no tiene ninguna funcionalidad en cuanto a los gestos o el software y abarca bastante de lo que sería la barra para iconos de notificación (integra un sistema de reconocimiento facial que aún no podemos probar al no estar disponible), dejando poco margen y sacrificando inevitablemente la visualización de elementos como el porcentaje de autonomía.

En cuanto a la estética global, la solución para unir trasera y frontal ha sido bordear el cuerpo de plástico con un bisel que imita un cromado y corta con el salto al cristal que incluye la pantalla. Esto hace que no haya una continuidad, y aunque en las primeras impresiones no nos parecía que rompiese la unidad al final es algo llamativo que puede contribuir a que este diseño nos guste más o menos.

Pantalla: IPS por bandera y un notch a conveniencia

Parece que no podamos esperar un número redondo para las pulgadas de un terminal de Xiaomi y puede que esto también ocurra con su nueva marca. 6,18 pulgadas de panel IPS se incrustan (con muesca o no) en el POCOPHONE F1, con un FullHD+ y 403 píxeles por pulgada.

Bien a nivel de colores y ángulos de visión, con una ligera sensación de que la pantalla queda bajo una lámina de cristal algo más gruesa que en otros casos. El contraste se mantiene aunque exageremos mucho los ángulos y también cuando el sol infiere la máxima intensidad sobre la pantalla, siendo el brillo máximo más que suficiente.

El que puede mejorar algo es el ajuste de brillo automático, que a veces queda algo por debajo de lo que requiere la escena cuando pasamos de un entorno iluminado a otro con menos luz (pero parece bastante ocasional y no es molesto). Correcta también la sensibilidad táctil, tanto al tap, como a los gestos, como si activamos el doble toque para encender pantalla bloqueada.

MIUI proporciona opciones para adecuar temperatura de pantalla, contraste, si queremos o no *notch* o la navegación por gestos

De hecho, ésta y más opciones las encontramos en las distintas secciones específicas que tiene la configuración de pantalla en los ajustes generales. Como EMUI y otras capas de terceros, MIUI proporciona opciones para adecuar temperatura de pantalla, contraste, si queremos o no notch o la navegación por gestos, sacando un poco los colores a Android stock en este sentido.

El ajuste de la temperatura de los blancos va ligado al del contraste, aspectos que por cierto podrían separarlo para lograr una combinación a la carta. En la práctica nos deja elegir el balance de blancos si optamos por el modo de contraste automático, de modo que si optamos por el de contraste alto y el predefinido nos impondrá la temperatura predefinida (excesivamente cálida en el último).

La pantalla viene con la temperatura algo baja de fábrica y correcta en cuanto a saturación, siendo adecuada a nivel de detalle. En nuestro caso hemos encontrado la combinación más adecuada quedándonos con la opción de contraste alto, la navegación con gestos y la muesca activada.

Además de Pantalla, en los ajustes están las secciones de Pantalla de inicio y Recientes y Pantalla completa. Vale la pena pasearse por todas e ir aprendiendo la ubicación de las opciones a medida que se prueban, de modo que podamos adaptar la navegación y el resto de elementos a nuestro gusto.

La proporción de la pantalla es 18,7:9, con lo cual (y con unos marcos laterales bastante finos) es agradable disfrutar del contenido multimedia, aunque las pronunciadas curvas de los marcos harán que no haya una buena adaptación del contenido a pantalla completa y a veces queden cubiertos elementos. La solución a esto probablemente hubiese sido dejar las esquinas como las que quedan al ocultar el notch, de modo que se aprovecha algo mejor la pantalla al dejar más superficie despejada.

En general la experiencia es buena con este panel. La opción de FullHD+ probablemente compense a nivel de costes y de consumo energético, y no se echa en falta una mayor resolución.

Rendimiento: lo más potente al menor coste

Cuando hablamos de un móvil que aspira a ofrecer "lo mismo" que otros buques insignia con el hardware más potente por un tercio o la mitad de su precio el interés es aún mayor en el rendimiento. Las cartas del POCOPHONE son el procesador más potente de Qualcomm para móviles y un mínimo de 6 GB de RAM, cuando de hecho no todos los fabricantes han olvidado los 4 GB para sus topes de gama en 2018 (lo acabamos de ver con el Sony Xperia XZ3, por ejemplo).

Snapdragon 845, 6 GB de RAM y 64 GB de ROM en el caso del modelo que analizamos. Más que suficiente para que el launcher POCO y MIUI se desenvuelvan con fluidez y sin que se aprecien lags o problemas al ejecutar apps exigentes y pesadas como videojuegos o Spotify. Tampoco hay problemas al usar la pantalla dividida se trate de las apps que se trate, si acaso algo de lag puntual en la app de cámara (ya profundizaremos en el apartado correspondiente) y en los teclados (tanto GBoard como de terceros).

En el (eterno) debate de las gamas, cuyos puntos determinantes ya planteábamos en la sección de diseño, aquí hemos de decir que la experiencia no falla a lo esperado y encaja sin duda con un gama alta. Especificaciones a parte, no hay ningún titubeo con aperturas, cierres, transiciones o ejecuciones.

¿Y qué ocurre con el sistema de refrigeración líquida al que tanto énfasis dieron en la presentación? Milagros aquí no hay y es inevitable que se transmita algo de calor, pero sí es cierto que no molesta y que se percibe poco para lo que vemos que aumenta la temperatura interna. Puede que la refrigeración líquida ayude, pero el plástico probablemente influya en la medida de que no es conductor como el cristal o el metal (aunque aquí el verdadero milagro fue su primo, el Xiaomi Mi A2).

A la izquierda la temperatura durante un uso mínimo, a la derecha cuando ya notamos la trasera tibia (tras jugar unos 15 minutos).

Para quienes tomáis los benchmarks como referencia, os ponemos los resultados del POCOPHONE F1 a los tests que solemos hacer. Los acompañamos de los de otros rivales de configuración equivalente o similar.

POCOPHONE F1 Xiaomi Mi 8 Samsung Galaxy S9+ LG G7 ThinQ Huawei P20 Pro OnePlus 6 Xioami Mi MIX 2S iPhone X
Procesador Snapdragon 845 Snapdragon 845 Exynos 9810 Snapdragon 845 Kirin 970 Snapdragon 845 Snapdragon 845 Apple A11 Bionic
RAM 6 GB 6 GB 6 GB 4 GB 6 GB 8 GB 8 GB 3 GB
Antutu 193.499 268.966 253.740 231.526 213.000 261.382 258.860 214.526
Geekbench 4 (single/multi) 1.247 / 4.335 2.413 / 9.075 3.781 / 8.942 2.366 / 8.581 1.609 / 6.816 2.465 / 7.744 2.445 / 8.405 4.207 / 10.121
PCMark Work 5.994 7.834 5.067 8.131 7.185 8.088 8.247 -
3DMark (Ice Storm Unlimited) 32.494 57.365 36.685 - 30.168 50.961 - 62.297

Software

Personalización o no personalización, ésa es la cuestión. En tiempos de aligerar (en mayor o menor medida) capas históricamente cargadas como Zen UI y, sobre todo, en tiempos de Android One, Xiaomi y POCO deciden apostar por una MIUI adaptada a su nuevo vástago, vistiéndolo además de un launcher propio: POCO Launcher.

El escritorio tal cual se inicia el sistema por primera vez.
Apps preinstaladas en el POCOPHONE F1 al iniciar el sistema por primera vez.

Las metas a conseguir la han reiterado también en las distintas presentaciones: fluidez y actualizaciones rápidas. Curiosa la manera de buscar lo primero, por cierto, optando por un software propio bastante agresivo y añadiendo el launcher además de la capa.

El aspecto de Android 8.1.0 Oreo está completamente modificado con el estilo de MIUI 9.6 (global), una estética bastante sencilla que implica entre otras cosas unos ajustes modificados (y vitaminados) como ya hemos visto para la pantalla y veremos para sonido. En la versión global al menos no hay demasiado software adicional: apps propias (y permanentes) para correo, navegador, herramientas y almacenamiento en la nube, la ofimática de Microsoft y cuatro apps de MIUI que sí podrán desinstalarse.

Las apps preinstaladas podrán desinsatalarse, inhabilitarse o no tendrán acción posible según de cuál se trate. En cuanto a las de Xiaomi, podemos desinstalar la tienda (derecha) pero no el navegador (centro derecha), por ejemplo.

En el cajón de apps, única disposición disponible, vemos algunas de las funciones propias del POCO Launcher, aunque de dudosa utilidad. El énfasis estuvo en poder encontrar apps rápidamente y reorganizarlas de una manera dinámica, por lo que se ha implementado la organización automática según tipo y posibilidad de verlas por colores.

Cuando activamos la organización por colores, aparecen éstos en la parte inferior.
Si pulsamos un color, automáticamente saldrán sólo aquellas cuyo icono lo tenga como predominante o destacado.

Ambas funcionan más o menos bien, aunque la de los colores tiene algún despiste (colando por ejemplo polizones verdes entre apps azules) que poco a poco va corrigiendo y la clasificación por tipo tiene su relatividad (¿separar entretenimiento y juegos?). Pero al final son funciones de uso relativo, sobre todo la de los colores ya que de ese modo cuesta más encontrar una app determinada (se puede deshabilitar).

Algunos ejemplos de pestañas de clasificación de apps. Lo hace el sistema automáticamente.
MIUI for POCO también clasifica las apps automáticamente según colores. Las apps pueden tener en su icono más de un color y esto puede "confundir" al sistema, pero con los días suele reubicar las apps por el color que domina y no uno secundario.

Menos novedosos (pero quizás más prácticos) son otros añadidos que tiene MIUI sobre Android, como los que hemos comentado para la pantalla. Algunos permiten personalizar la navegación y otros aspectos del sistema de modo que podemos modificarlo un poco a nuestro gusto, por ejemplo eliminando los botones táctiles y activando los gestos.

Algunas peculiaridades de MIUI for POCO. No hay Xiao AI, pero sí la pestaña con tarjetas personalizables al estilo de Google NOW o Bixby Home en el escritorio (izquierda), la multitarea en carrusel con pantallas completas (centro) o una app de notas propia muy personalizable (izquierda).

Con esto se gana algo de pantalla y una vez nos habituamos a ellos la navegación es muy cómoda. De hecho, cuesta desacostumbrarse al pequeño swipe lateral para ir atrás si cambiamos a un móvil que no dispone de él, aunque el de multitarea es algo más exigente que en otros móviles con navegación con gestos como el iPhone X.

Quizás la organización de los ajustes del sistema no es muy deductiva y la curva de aprendizaje sea mayor que en otras capas, ya que por ejemplo los datos del terminal están en primer lugar (habitualmente están al final) y los ajustes de pantalla se reparten en tres apartados. Pero nada que no se solucione con unos cuantos paseos por el menú y sus apartados, viendo por ejemplo que las notificaciones flotantes están desactivadas por defecto (suelen estar activadas).

Tenemos además algunas herramientas para que el usuario pueda tener un papel más activo en la optimización del rendimiento, la autonomía o el almacenamiento. Un software propio que analiza el estado de consumo de recursos, energía o almacenamiento y que puede ayudar a mejorar la experiencia sin que seamos nosotros mismos quienes indaguemos en uno u otro apartado buscando posibilidades de mejora. Y si no nos interesa podremos desactivar notificaciones.

El software propio puede analizar el estado de consumo de recursos, energía o almacenamiento y ayudar a mejorar la experiencia, sin que seamos nosotros mismos quienes indaguemos en uno u otro apartado buscando posibilidades de mejora
La suite de optimización se compone de varias utilidades para lograr mejorar el rendimiento y la autonomía, así como liberar espacio. Tienen además bastantes opciones a la hora de personalizar su actividad, así como sus notificaciones.

La privacidad puede incrementarse (al menos a nivel de un posible acceso de un usuario secundario) bloqueando el acceso a apps, pidiéndonos acceso mediante el sistema de bloqueo que hallamos establecido. Funciona muy bien y permite que, aunque demos acceso al móvil a un tercero aún tengamos un nivel más de seguridad, por ejemplo bloqueando el acceso a la galería o a cualquier otra app propia de MIUI o de terceros.

Podemos bloquear el acceso a las apps que queramos, de modo que para su acceso se requiera el método de desbloqueo establecido.

En general funciona bastante bien y consideramos que hay más pros que contras (aunque por alguna razón no se lleva demasiado bien con los teclados de Google o de terceros mostrando algo de lag, cosa que no hemos sufrido en otros terminales con esta versión de MIUI). Puede que los añadidos no estén a gusto de todo el mundo y habrá quien preferiría Android One (y queda la duda de si con él iría aún más ligero), pero al menos funciona de manera estable y con fluidez.

Cámaras: preparadas para competir en segunda línea

Con el tiempo, la doble cámara trasera se ha ido acomodando básicamente en el zoom y el desenfoque. Hay quien apuesta por el blanco y negro puro o por el gran angular como ya vimos, pero en el caso del POCOPHONE F1 (y otros recientes como el Honor Play o el HTC U12 Life) instalan una cámara secundaria dedicada a este bokeh, de modo que no sea un efecto únicamente digital.

El POCOPHONE F1 integra en la parte trasera cámara principal de 12 megapíxeles (con píxeles de 1,4 micrómetros), f/1.9 y autoenfoque dual píxel junto con una cámara secundaria de 5 megapíxeles, 1,12 micrómetros y f/2.1. La frontal se compone de un sensor de 20 megapíxeles, y ambas cuentan con la ayuda de la inteligencia artificial (AI) según especifica la marca, aunque nosotros tendremos más clara su actuación cuando la activemos manualmente en la cámara trasera desde la propia app, así que veamos cómo es ésta última.

App de cámara

El "by Xiaomi" cobra más significado cuando hablamos del software, con una MIUI que se viste un "POCO" con el nuevo launcher (permitidnos el juego de palabras, teníamos que hacerlo), y la app de cámara parece haber salido del ADN de esta capa de software casi sin tocar. Vemos una interfaz que ya conocemos de los distintos móviles de la marca que hemos podido probar, la cual es bastante sencilla, con navegación por swipes a un lado y a otro para cambiar de modo entre vídeo corto, vídeo, foto, retrato, cuadrado, panorámica y manual.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: interfaz en automático (con HDR activado), con modo manual (con el peak activado), con el modo retrato activo y con la inteligencia artificial activa.

En la parte opuesta al botón de disparo hay accesos rápidos para el flash, el HDR, la AI, los filtros y un menú de hamburguesa con posibles modos disponibles dentro del seleccionado y los ajustes de la app. Entre éstos encontramos la posibilidad de quitar la marca de agua, ajustar la calidad de las fotos y los vídeos o algunos menos habituales en general (que sí en la marca) como la posibilidad de añadir o rebajar contraste y/o saturación.

Se agradece tener un acceso rápido al HDR y a la AI, ya que según vayamos viendo los resultados puede que no siempre sea la opción que deseamos. Estaría bien poder redistribuir las pestañas (o incluso editarla) como es posible en Samsung Experience, de modo que se pudiesen poner más cerca los modos más usados y que el cambio fuese algo más cómodo, aunque tampoco es un reproche como tal.

La app funciona de manera estable (incluso exigiéndole mucho y a altas temperaturas), aunque con el cambio de modo algo lento. Es intuitiva y bastante completa, también en la parte frontal disponiendo de HDR y las aparentemente pertinentes herramientas de belleza.

Cámara trasera

La incógnita se cernía sobre este terminal en cuanto al resultado fotográfico de unas cámaras que parecían tener raíz en las del Xiaomi Mi 8 SE. A falta de probar ese terminal, los resultados quedan por debajo de lo visto en el Xiaomi Mi 8, os lo mostramos en detalle.

En general la cámara tiene un resultado aceptable, favorecido con abundancia de luz y destacando en unas macro, que se verán beneficiadas del modo manual. Los colores son realistas, de modo que no encontramos que sea necesario añadir más saturación por defecto (en alguna situación podrían soportar un pequeño aumento, pero compensa dejarlo en normal y editarlo posteriormente).

Fotografía en modo automático.
La app nos permite ajustar el nivel de saturación automático, desde muy alto hasta muy bajo)

El HDR es suave y puede ayudar a salvar algún cielo que quede quemado, si bien mejor no recurrir a él cuando no lo vemos necesario ya que tiende a subexponer ligeramente. De noche, teniendo algo más de paciencia con el disparo para evitar fotos movidas, este modo puede ser un aliado para lograr algo más de definición sobre todo en los contornos de los elementos al fondo.

Es justamente ahí donde más flojea la fotografía del POCOPHONE F1, en el detalle. Se aprecian bordes diluidos y acuarelas bastante pronto con luz abundante, siendo mayor la incidencia de noche o con baja luz.

Fotografía en modo automático con HDR.

En el disparo nocturno no hay sorpresas negativas salvo esa lentitud que ya hemos mencionado, de hecho obtenemos resultados aceptables y un modo manual con el que reducir algo el ruido, aumentar el detalle o jugar con la velocidad de obturación. En los ajustes no vamos a poder elegir la lente como en el Mi 8 porque no tenemos un tele, pero sí el peaking que Xiaomi suele incluir para marcar el área de enfoque (aunque conviene practicar un poco con él para conocerlo bien y acertar en los disparos).

La pega del modo manual es, una vez más, el fallo de la previsualización al cambiar el tiempo de exposición. Por mucho que lo variemos no lo veremos en la interfaz, y probablemente nos toque ir probando cuando no lo tengamos claro. Tampoco tendremos HDR en este modo, de manera que es posible que en algunos casos el rango dinámico quede algo bajo.

Disparo en modo manual.
Disparo en modo manual. Con este modo podemos exprimir la distancia mínima de enfoque y las macro, buscando el desenfoque natural por lente.

El modo retrato es algo exigente en cuanto a la distancia y en ocasiones cuesta bastante activarlo aunque nos alejemos como nos indica. Es tolerante en cuanto a iluminación, ya que actúa de noche cuando muchos otros no se activan, aunque en esas condiciones la nitidez es mucho menor y el desenfoque es más errático (sobre todo en los bordes).

Fotografía con el modo retrato.

En general salva bastante bien los contornos si hay contraste con el fondo y con luz media o abundante. Se nota que hay un porcentaje de análisis de la profundidad viendo que cuando el objeto principal no está en primer plano hay un desenfoque gradual, pero no acaba de quedar un resultado tan natural como si se tratase de una lente con mayor apertura.

No es un desenfoque plano del todo, hay algo de graduación teniendo en cuenta la profundidad.

Los borrones en contornos y errores en el desenfoque aparecerán cuando exijamos mucho, por ejemplo con poco contraste, poca luz o elementos finos (como hojas o tubos finos). A contraluz también puede dar buen resultado, flojeando más en interiores y de noche (donde actúa, pero no queda natural aunque respete los contornos).

En cuanto a la actuación de la AI, nos quedamos de nuevo con la conclusión de que se trata de una dosis extra de saturación y quizás un poco de juego con el balance de blancos. Viendo disparos con o sin ella no vemos parámetros muy distintos (la ISO, por ejemplo, es la misma de noche y cuando es demasiada tampoco la baja para sacar menos ruido), y en general lo que se obtiene son fotografías algo más saturadas sea cual sea el entorno.

La identificación de escenas sí va muy bien (nos lo indica con un símbolo donde estaba previamente el botón de AI) y es rápida, aunque no se aprecia un efecto distinto según ésta.

Cámara frontal

La cámara frontal dispone de menos opciones que la trasera, pero el resultado es más que aceptable. Muy buen nivel de detalle con luz abundante y luz media, también en contraluces, y con un HDR que no es agresivo y que permite recuperar cielos quemados sin exagerar contornos en el plano principal.

El enfoque es algo irreverente si lo perdemos de vista, ya que posar en perfil puede suponer una subexposición algo exagerada (tanto en HDR como en automático), con muy pocos casos de sobreexposición cuando posamos de cara. De noche y en interiores con media y baja luz la calidad se resiente y aparecen el ruido y la pérdida de nitidez, pero ambas en el grado esperado.

Hay modo retrato por software, por lo que es menos exigente que el trasero y lo aplicará incluso al no mirar a cámara (algunos modos retrato frontales no actúan si no detecta una cara claramente, como vimos que ocurría con el LG G7 ThinQ). Aplica bastante bien el desenfoque, dejando unos contornos sin cortes bruscos y sin abusar del desenfoque, ando buen resultado en general.

El modo belleza puede ser nuestro amigo si queremos un remedio eficaz para nuestras ojeras (en el mundo digital) o si queremos transformarnos completamente, según hasta qué grado lo activemos. Nada nuevo en este sentido: ojos más grandes, cara más delgada o piel sin pecas a gusto del consumidor.

Vídeo

La cámara trasera del POCOPHONE F1 está acompañada de estabilización electrónica de imagen y puede grabar a una resolución máxima de 4K, aunque no podremos disfrutar de ambas a la vez dado que la EIS no actúa a esta resolución. Tendremos que elegir entre el máximo detalle o la máxima fluidez y estabilidad.

Probablemente compense quedarnos en 1080p al menos de día, cuando aún no se acentúa la pérdida de nitidez y la calidad es aceptable. Aunque no es estabilización óptica, la EIS se echa bastante en falta si no está activada y es bastante suave, sin tirones o cambios bruscos al cambiar de plano.

Bien a nivel de captura de sonido y de contraste y con unos colores a los que les falta algo de viveza, pero siendo bastante realistas. De noche el ruido no tarda en aparecer, sobre todo al hacer zoom (para el cual se echa en falta un botón directo, dado que el gesto del pellizco desestabiliza bastante).

Tenemos la opción de grabar vídeos a cámara lenta hasta a 1080p, y el resultado es bastante bueno si la luz es abundante.

En la cámara frontal también se echa en falta la estabilización, aunque a nivel de detalle salva bastante bien con buena luz incluso con contraluces. De noche la calidad baja, pero queda en un nivel dentro de lo que cabría esperar sin dar un mal resultado.

De "POCO" nada en cuanto a autonomía

Con un grosor de casi 9 milímetros y un volumen superior al de los Xiaomi más recientes, el POCOPHONE F1 alberga una batería mayor que la del Mi 8 e igualando a la del Xioami Mi A2 Lite: 4.000 miliamperios/hora. Una capacidad que queda entre las mayores que vemos actualmente y que sobre el papel ya promete buenos resultados, tal y como vimos en móviles que integran una equivalente como la del Huawei P20 Pro o el Samsung Galaxy Note 8.

Pantalla (pulgadas) Altura Anchura Grosor Peso Batería Volumen
Samsung Galaxy Note 9 6,4 161,9 76,4 8,8 201 4000 108,9
Huawei P20 Pro 6,1 155 78 8,2 190 4000 89,34
Xiaomi Mi 8 6,21 154,9 74,8 7,6 172 3300 88,06
Xiaomi Mi MIX 2S 5,99 150,8 74,9 8,1 191 3400 91,54
OPPO Find X 6,42 156,7 74,2 8,4 186 3730 97,67
Pixel 2 XL 6 157 76 7,9 175 3520 95,68
Sony Xperia XZ3 6 158 73 9,9 193 3330 114,19
Nokia 7 Plus 6 158,38 75,64 9,55 183 3800 114,41
OnePlus 6 6,28 155,7 75,4 7,75 177 3300 90,98
iPhone X 5,8 144 71 7,7 174 2716 78,4
HTC U12+ 6 156,6 73,9 8,7 188 3420 112,26
LG G7 ThinQ 6,1 153,2 71,9 7,9 162 3000 87,01

Eso si, como siempre recordamos los números no lo son todo y además de la capacidad influyen otros factores como la resolución de la pantalla, la configuración de actividad en segundo plano, la eficiencia del procesador y, sobre todo, el uso que se haga. Y teniendo en cuenta todo esto, hemos tenido muy buena experiencia con la batería del POCOPHONE F1.

La media de autonomía se nos queda por encima del día, llegando a las 10 horas de pantalla. Esto se traduce en que una vez cargado podemos salir tranquilamente de casa sin pensar en llevar una batería o el cargador, dado que incluso en días de uso intenso no nos ha dejado colgados.

Tanto con predominancia de wifi como de conexión de datos, el móvil ha aguantado bien la jornada llegándonos a la siguiente con batería para pasar unas horas hasta tener que cargar. En cuanto a esto, tarda 44 minutos en alcanzar el 50% de la carga, una hora y 5 minutos en alcanzar el 75% y algo menos de dos horas en cargar el 100% de la batería (con el móvil apagado y el cargador que se entrega).

Como hemos comentado en el apartado de software, MIUI for POCO dispone de algunas herramientas para optimizar el uso de las apps, así como su consumo. Podemos establecer alarmas para que nos avise si hay alguna que ha quedado activa en segundo plano y gestionar manualmente cuáles queremos que no puedan trabajar salvo en plano principal (o viceversa). Son herramientas útiles (sobre todo si no nos manejamos mucho en estos aspectos) e intuitivas, aunque la autonomía ya da muy buen resultado aunque no dediquemos mucho tiempo a configurarlas.

Bienvenidos estéreo y minijack de auriculares

Una de las ventajas de la moda de los 18:9 es que es un ratio que resulta atractivo para la visualización de contenido multimedia y los videojuegos, pero para el máximo disfrute de estos contenidos es necesario compensar a nivel de audio. El POCOPHONE F1 no deja esto de lado al menos sobre el papel, ofreciendo la posibilidad de un audio en estéreo por altavoz externo y auricular y el minijack de 3,5 milímetros para quien prefiera auriculares con conexión física.

La calidad del audio es buena y se tiene una buena experiencia tanto con música, como con podcasts como con contenido multimedia. De volumen va sobrado, con algo más de 110 decibelios a volumen máximo, si bien es mejor dejarlo en torno al 85% para que no se dé la pérdida de calidad que suele ocurrir cuando se lleva al máximo.

Podemos adecuar ligeramente la audición a nuestra medida tirando del ecualizador o sobre todo si disponemos alguno de los auriculares Xiaomi, dado que existen perfiles adaptados para algunos de los modelos. Esta opción será posible si activamos Mi Sound Enhancer, de modo que ya podemos ecualizar o bien probar si alguno de los perfiles preconfigurados nos vale.

En nuestro caso no disponíamos de auriculares Xiaomi, pero activando la mejora y optando por la personalización del ecualizador hemos podido adaptar mejor el audio a nuestras preferencias, logrando un sonido con más rango dinámico. Las configuraciones para auriculares similares (intraurales sin espuma) daban un resultado con demasiada reverberación o sonido más plano en nuestro caso, así que no nos han valido.

POCOPHONE F1, la opinión de Xataka

Es muy complicado sorprender en el panorama del smartphone, y es francamente difícil llegar y dar un golpe en la mesa con un producto. Xiaomi lo ha logrado recurriendo a un arma de doble filo: una marca que nace desde cero, que renueva aires, pero que tiene un claro ADN que ya conocemos por esa tríada aspiracional de "bueno-bonito-barato".

Un triplete que quizás se había oxidado a medida que el mercado se hacía más exigente, que la competencia espabilaba y que no podían mantenerse precios tan competitivos por los márgenes, la internacionalización y por la producción en general. POCO es un caballo de Troya de la Xiaomi primigenia que ha empezado con un móvil que ofrece una experiencia muy buena y competitiva a casi todos los niveles hablando de los terminales de primera línea, pero que no esconde lo evidente: un menor coste de fabricación implicará un recorte en algún aspecto.

El POCOPHONE F1 es un móvil grande y de plástico que proporciona una experiencia de usuario muy buena en cuanto a rendimiento del hardware y fluidez del software

El POCOPHONE F1 es un móvil grande y de plástico que proporciona una experiencia de usuario muy buena en cuanto a rendimiento del hardware y fluidez del software. Más modesto a nivel de resolución y cámaras que otros terminales, nada de QHD ni cámaras de alta gama, pero sí una gran autonomía y un sonido más que decente.

La fotografía no queda en mal nivel, pero no alcanza el de los móviles que en este sentido han establecido un mínimo a alcanzar o superar para los buques insignia como el Huawei P20 Pro o el Pixel 2 XL. Queda como un competidor más en la gama media, con un modo retrato que sabe mejor en la frontal que en la trasera (pese a ser más completo por hardware en ésta segunda) y unas fotografías y vídeos que se defienden bastante bien.

Lo que está claro es que el golpe en la mesa ha tenido su onda expansiva con un precio que parte de los 329 euros y que ya ha llegado a ser menor con descuentos. Si bien quizás no iguale en sensaciones y fotografía a otros terminales más equilibrados en cuanto a todas las características, puede ser un azote a aquellos que por ese precio dan una experiencia más básica y alejada de los buques insignia, viendo que móviles como el LG Q7 (con un Mediatek MT6750 y 3 GB de AM) o el Moto G6 Plus (con un Snapdragon 630 y 4 ó 6 GB de RAM) rondan los 300 euros.

8.3

Diseño7,5
Pantalla8,5
Rendimiento8,5
Cámara7,5
Software8,5
Autonomía9,25

A favor

  • Fluidez y potencia sin parpadeos: buena experiencia con cualquier app o proceso, por pesado que sea.
  • Muy buena autonomía: se te olvida coger la batería externa o el cargador.
  • Buen audio, a nivel de volumen y calidad tanto con auriculares como con altavoces.

En contra

  • La cámara está al nivel de un móvil de gama menor, creando algo de desequilibrio con el resto de características aunque no dé un mal resultado.
  • Aunque es relativamente ligero es bastante grande, y puede no satisfacer a los más exigentes a nivel estético.
  • MIUI for POCO podría tener añadidos más útiles a nivel de configuración para el sonido o la pantalla, no tanto en la organización de apps.

De la producción y edición del vídeo se han encargado Dani Espla y Pedro Santamaría.

El teléfono ha sido cedido para las pruebas por POCO/Xiaomi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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