Samsung Galaxy S7 Edge: este smartphone va a ser muy difícil de vencer

¿Cómo levantarías una saga de smartphones brillantes en un año como 2016? Hay fabricantes que han buscado adelantar parte del futuro con conceptos arriesgados. Sin embargo, Samsung ha presentado un Galaxy S7 Edge que a ojos del consumidor es un terminal como el del año pasado, al menos por fuera y en su idea general, pero que esconde avances en campos importantes como la pantalla, batería o cámara de fotos.

En Xataka ya nos hemos enfrentado al análisis completo del Samsung Galaxy S7 Edge y tenemos mucho que transmitiros. Si el año pasado os comentaba que a Samsung le había salido muy bien ser valiente, este año toca comprobar con el análisis del Samsung Galaxy S7 Edge si la continuidad es una acierto cuando tu foco ha sido mejorar todavía más lo que ya funcionaba bien a nivel global. ¿Estamos ante el smartphone de gama alta más difícil de batir del mercado?

Samsung Galaxy S7 Edge, principales características

Hablar de un gama alta de Samsung en su serie Galaxy no puede significar a estas alturas otra cosa que lo último en componentes. Y el Galaxy S7 Edge cumple con la máxima y nos deja una ficha técnica donde, si había posibilidad de mejorar técnicamente algún apartado, se ha hecho.

Samsung Galaxy S7 Edge, características técnicas
Dimensiones físicas 150.9 x 72.6 x 7.7 mm, 157 gramos
Pantalla SuperAMOLED 5,5 pulgadas con Always On
Resolución 1440 x 2560 píxeles (534 ppp)
Procesador Exynos 8990 (64 bits y 14 nm)// GPU Mali-T880
RAM 4 GB (LPDDR4)
Memoria 32 GB (ranura microSD hasta 200 GB)
Versión software Android 6.0 con TouchWiz
Conectividad LTE Cat 9, NFC, Bluetooth 4.2, Wi‑Fi ac, Ant+, GPS
Cámaras Principal de 12 MP (f1.7) con estabilización // Vídeo UHD // Secundaria 5 MP (f1.7)
Batería 3600 mAh (no extraíble) Carga inalámbrica (Qi/PMA) y rápida
Extras Sensor de ritmo cardíaco // Oxígeno en sangre // Perfil IP68
Precio Desde 816 euros (modelo 32 GB en Amazon)

Aunque lo iremos desgranando poco a poco en esta review, el Galaxy S7 Edge ha puesto el énfasis especialmente en algunos apartados como la batería, con una capacidad bastante alta, el aumento de diagonal de pantalla y una cámara que, sorpresa, baja de resolución para hacerse fuerte donde casi todos fallan: las fotos con poca luz.

Review en vídeo del Samsung Galaxy S7 Edge

Tanto en nuestro canal de Youtube como aquí, os dejamos con la review en vídeo para empezar con buen pie el análisis completo del Samsung Galaxy S7 Edge.

La resistencia al agua puede ser muy bella (y práctica)

Las veces que os hemos hablado con anterioridad del Galaxy S7 Edge la palabra continuidad o conservadurismo ha sido una de las más repetidas. Al observar el nuevo Samsung Galaxy S7 Edge es normal que nos devuelva esa sensación a muchos usuarios. Pero hay que entender que el gran salto a nivel de diseño lo realizó Samsung el año pasado. Y le funcionó pues el diseño en metal y cristal con la pantalla curvada en ambos laterales no deja a nadie indiferente, y las valoraciones, si nos ceñimos a lo puramente estético, son muy positivas. Y os lo dice alguien que prefiere la trasera de metal antes que de cristal.

Con esa base Samsung ha construido la evolución que supone este Galaxy S7 Edge que hemos probado en Xataka. El acabado sigue siendo exquisito, único, de una sola pieza donde el cristal de la trasera (reforzado con Gorilla Glass 4) es lo más llamativo junto con la doble curva del frontal. En los bordes se ha incluido aluminio de gran resistencia, como en el Edge Plus que nos mostró Samsung en IFA.

Todo este conjunto hace que el smarpthone, pese al uso del cristal, nos transmita una buena sensación de robustez al mismo tiempo que atención por los detalles. Todo está impecablemente rematado y pocos terminales pueden transmitir mejor lo que significa ser un gama alta por acabado. En los días que lo hemos probado nos ha quedado la misma sensación que con los modelos S6 del año pasado en cuando al buen hacer de la protección Gorilla Glass. En principio no parece sencillo que el uso diario provoque roces o desperfectos. Casi una semana y como recién sacado de la caja.

Si el paso del Galaxy S5 al S6 Edge fue todo un vuelco en la idea que teníamos de un Galaxy S, el nuevo Galaxy S7 Edge se ha centrado en mejorar prácticamente todo lo que le quedaba para redondear un gran diseño

El Galaxy S7 Edge ha aumentado de grosor y peso para albergar una batería de bastante más capacidad que la del año pasado e incluso que la del Edge+ de 5,7 pulgadas. Ya no resulta tan ligero como el Galaxy S6 Edge, que parecía hueco por momentos. Pese a este aumento de grosor a los 7,7 mm (el S6 Edge+ de 5,7 pulgadas tenía 6,9 solamente) y de peso a los 157 gramos (por 153 del S6 Edge+ pero con el 6s Plus en 192 gramos), sigue manteniendo el estatus de ser uno de los smarpthones de esta diagonal más cómodos en mano del mercado, con unas muy buenas proporciones entre diagonal y tamaño global.

El Samsung Galaxy S7 Edge no me transmite en ningún momento la idea de ser un terminal grande. Es muy agradable en mano gracias a su poca anchura, y el agarre es bastante seguro pese al uso de cristal en la parte trasera. No temas que se te deslice de las manos a la primera de cambio porque no pasará. El marco de metal, de muy buena calidad, es ahora más grueso (cerca de un mm) pero esa diminuta diferencia hace que sea una importante ayuda para agarre, sin resultar en absoluto incisivo en el tacto.

Del uso del cristal en la parte trasera siempre nos queda la duda sobre cómo gestionará suciedad y huellas. No podemos decir que esté siempre impoluto pero incluso en modelos como el dorado que hemos probado, las huellas y sensación de suciedad quedan muy bien controladas, y no nos transmite sensaciones desagradables.

Ni por peso ni por grosor ni por altura ni mucho menos anchura. Ningún otro smarpthone de 5,5 pulgadas queda tan bien en dimensiones y mano como el Galaxy S7 Edge

La mayor novedad del Galaxy S7 Edge a nivel de diseño es en realidad doble: resistencia al agua y ranura para microSD. Tras intentarlo con el Galaxy S5 y dejarlo de lado en el paso al cristal y metal, el Galaxy S7 Edge recupera un perfil IP68 para convertirse en todo un gama alta con cuerpo de una sola pieza en cristal y metal, que además podemos sumergir en agua.

No es ése el uso que Samsung aspira a que le des a su nuevo Galaxy, pese a que puede resistir sumergido hasta media hora. Aquí lo que más importa a nivel del consumidor es que podemos ser más descuidados con el teléfono y usarlo en entornos donde no nos atreveríamos a meter un smartphone de 800 euros con tanta tranquilidad (cocina, ducha, playa, piscina ..) o  lavarlo si hace falta. O que un descuido como que se derrame líquido sobre él pueda dejarnos cerca de un amago de infarto.

Que un gama alta sea resistente es un gran punto a favor para muchos usuarios. Yo, como usuario intensivo de smartphone que me acompaña a todos lados y en todo momento, es algo que agradezco mucho. Y Samsung ha conseguir implementarlo sin que debamos de preocuparnos de cierres (todo es transparente para el usuario) y sin renunciar a un diseño de metal y cristal de una sola pieza.

El Galaxy S7 Edge es más pesado y grueso pero está pese a ello entre lo mejor del mercado con esa diagonal. Y es que el Galaxy S6 era una pluma

El otro aspecto clave en diseño de este Galaxy S7 Edge es la ranura para tarjetas microSD. Samsung la ha devuelto creo que como un guiño a sus usuarios de siempre y como elemento diferenciador del nuevo Galaxy. El modelo base tiene 32 GB, de los cuales quedan para el usuario unos 23-24 libres. Y esa cantidad, con fotos, juegos, aplicaciones y vídeos 4K, puede que acabe por dejarnos sin espacio en menos tiempo del que pensaríamos. Dejar la posibilidad de que sea el usuario el que la amplíe a muy bajo coste es algo que hay que agradecer a Samsung y contra lo que pocos pueden estar en desacuerdo cuando no hay ningún sacrificio en el terminal: tan solo se ha habilitado la bandeja para la tarjeta nanoSIM con espacio para la microSD.

El uso que cada cual haga de la tarjeta microSD es algo particular. Samsung nos permite usarla tanto para almacenar fotos y vídeos que tomemos de la cámara, como para las aplicaciones, las cuales podemos mover de la memoria interna a la externa con suma facilidad, aunque no es posible con todas, empezando por las que vienen de serie.

Sobre la pantalla curvada en ambos lados, no afecta a la manera de agarrar el Galaxy S7 Edge y es complicado que pulsemos sin querer en la pantalla al cogerlo, aunque no imposible. A mi me ha pasado en alguna ocasión, algo que nunca me ocurre con ternminales con marco clásico. Aquí creo que el muy pequeño aumento de grosor facilita ese agarre y que ese bisel no resulte tan agresivo como en el modelo del año pasado. Con ese milímetro extra el borde ha ganado en superfice y es más suave en mano. Pero también entiendo que no todos los usuarios se sientan igual de cómodos con esta peculiaridad de la curva del modelo Edge, que por otro lado le aporta al diseño una distinción y clase que no tiene ningún otro terminal del mercado.

Samsung ha dejado en evidencia a quien no integra resistencia al agua o ranura microSD por cuestiones de acabado o diseño

La contrapartida a esta doble curva en la pantalla es que si el año pasado no estabas convencido de ella, podías optar por el modelo flat incluso ahorrando dinero. Con la familia Galaxy S7 no pasa así. Si no quieres pantalla curva, tu única opción en la actualidad en algunos mercados para tener un gama alta es renunciar a esta diagonal y pasar a las 5,1 pulgadas del Galaxy S7. Cuestión de cómo lo mires.

En el diseño del Galaxy S7 Edge no hay más novedades. El sensor de huellas se mantiene en el botón de inicio y sigue siendo muy rápido tanto registrando la huella como usándolo. Samsung ha mejorado la única pega que teníamos de él en el Galaxy S6 y ahora es posible identificarnos con la huella incluso con la pantalla apagada de un solo gesto; basta mantener pulsado el botón de inicio con el dedo correspondiente.

Otra pequeña novedad es que la protuberancia de la cámara se ha reducido casi completamente así que no debes temer nada por un posible balanceo o inestabilidad del terminal sobre la mesa.

En los marcos encontramos todas las conexiones y controles. Los de volumen están en la lado izquierdo parte superior, mientras que el de encendido se halla en el lado contrario. Personalmente me siento más cómodo con los controles de volumen un poco más abajo en una diagonal como la de 5,5 pulgadas. En todo caso el acabado y recorrido de todos ellos es muy adecuado.

En el marco superior es donde se encuentra la bandeja que contiene sitio para la microSD y la nanoSIM, mientras que en la parte inferior están el altavoz principal, la salida de auriculares y el puerto microUSB. Samsung no se ha atrevido a incluir en su Galaxy S7 Edge el puerto USB-C, por lo que no hay reversibilidad ni las otras ventajas de este tipo de conexión, pero a cambio mantiene compatibilidad directa con accesorios y cables de carga actuales que tenemos ya por todos sitios.

Pantalla siempre activa para redondear un panel excelente

Como ya os he contado, si el año pasado el Galaxy S6 clásico y el Edge compartían diagonal de 5,1 pulgadas, el nuevo Galaxy S7 Edge se pasa a las 5,5 pulgadas para diferenciarse y ser el phablet de referencia de Samsung en la gama alta de consumo. Quien quiera ir a esa diagonal no tiene más opciones con Samsung.

El panel del Galaxy S7 Edge sigue siendo uno de tipo SuperAMOLED del más alto nivel, con resolución QuadHD que le da una densidad de píxeles de 534 ppp, por lo que la nitidez es absolutamente fantástica tanto para la lectura de información como para la reproducción de vídeo o imágenes. Aquí la doble curva de la pantalla en los bordes le da continuidad hasta los marcos laterales, lo que unido al contraste completo (vaya negros) de los paneles AMOLED, un brillo alto y un colorido intenso, hacen de la pantalla del Galaxy S7 Edge un espectáculo para los ojos.

A nivel de tecnología, el nuevo panel SuperAMOLED ofrece un poco más de brillo y mejoras en el modo automático que se ajusta a nuestras preferencias y a la luz ambiente

Pero no a todos gusta esta explosividad de los paneles SuperAMOLED de Samsung. Para quienes no se sientan cómodos con ello, Samsung mantiene los cuatro modos de visualización que nos parece todo un acierto y que nos dejan suavizar desde colorido hasta contraste.

En exteriores la pantalla SuperAMOLED cumple bien incluso con luz solar directa y los reflejos son similares a los que obtenemos en un panel IPS. Sin embargo, con luz muy intensa, la curva doble de los bordes puede llegar a ser una molestia por ofrecer un segunda dirección reflejos que no podemos adecuar al mismo tiempo que la de la pantalla principal.

Las novedades llegan por parte del brillo. El panel del Galaxy S7 Edge ofrece un brillo máximo más alto que el S6 Edge, y mejora también el brillo automático en varios aspectos. Cuando lo tenemos al máximo, éste es del mismo nivel que el manual. Pero además responde de forma adecuada y con mucha rapidez en los cambios de iluminación. Y es capaz de recordar nuestras preferencias en caso de que el brillo automático lo modifiquemos con cierto nivel de luz ambiente.

La "vieja" y espectacular conocida, la pantalla SuperAMOLED QuadHD, estrena en el Galaxy S7 Edge la función Always On para tener información en la pantalla apagada en todo momento. Pero ha nacido bastante descafeinada

La gran novedad de la pantalla del Galaxy S7 Edge se llama Always On y nos permite disponer de información como la hora, un calendario o notificaciones todo el tiempo en pantalla sin que el consumo en teoría se vea muy resentido. Hemos puesto a prueba el descenso de porcentaje de batería en las mismas condiciones tanto con Always On encendido como apagado, y el consumo es prácticamente el mismo.

El brillo al que se dispone cuando la pantalla está apagada no es excesivamente alto, no molesta nada y se visualiza perfectamente. Cuando hay poca luz, baja todavía más de intensidad para quedarse prácticamente al nivel de brillo mínimo del panel, que como es habitual en Samsung, es casi nulo, lo que nos ayuda a usar el smartphone sin molestias para nuestros ojos o los demás incluso en la más completa oscuridad.

La funcionalidad Always On, que ya tenían otros terminales como Motorola, nos gusta mucho pero por ahora no es demasiado útil. O dicho de otra forma, podría serlo mucho más. Y es lo que esperamos. Lo más interesante de estos modos siempre son las notificaciones, y por ahora Samsung solo permite tener como lo más completo un reloj con notificaciones de llamadas perdidas y mensajes de texto de la aplicación propia de Samsug. Ni Whatsapp ni correo ni nada de nada. No nos vale este Always On por muchos fondos bonitos que nos pongas.

Otro detalle que hay que citar sobre la pantalla es que Samsung no ha apostado todavía por una pantalla capaz de conocer con qué presión la pulsamos. Aquí hay un filón para los sistemas operativos y creemos que es algo que, bien implementado y con apoyo de desarrolladores, puede ser muy útil. Pero en la saga Galaxy toca esperar.

¿Y la pantalla curva? Como en el Galaxy S6, solo es útil a la vez en uno de los dos lados, que podemos intercambiar. Pero en estos 12 meses desde que apareció, Samsung se ha puesto las pilas para conseguir darle más utilidad que la que nos habíamos encontrado hasta ahora.

Samsung ha acertado elevando mucho su apuesta y ha abierto el SDK a terceros, aunque por ahora no se nota demasiado. Todo lo potente y nuevo lo aporta la propia Samsung, que deja más libertad para colocar paneles, quitarlos, añadir accesos directos … hay para colocar noticias, acciones o accesos directos a web e incluso utilidades como una regla. Sigue por supuesto el modo nocturno que coloca la hora y avisos o noticias en esa cirva del lateral de manera horizontal.

En general, tras esta semana usando el Galaxy S7 Edge he resuelto que si inviertes tiempo en configurarlos a tu gusto e incorporas el panel lateral a tu día a día, esta curva en la pantalla puede llegar a ser útil aunque sin marcar grandes diferencias. Dependerá de cómo quieras o estés acostumbrado a interactuar con tu smarpthone. En mi caso lo más útil me ha resultado poder tener a un solo deslizamiento de dedo dos filas de accesos directos a funciones muy cómodas como crear una alarma, escribir un mensaje de correo, ver una web o añadir un contacto al teléfono. También me gusta la función People Edge pero que no nos deje incluir otros servicios a los que vienen por defecto para comunicarnos lo limita bastante. 

Potencia bruta

Del smartphone más potente del año pasado a candidato a imbatible en este 2016. La saga Galaxy S ha sido siempre la referencia en potencia bruta dentro del mercado Android y poco a poco TouchWiz ha ido dejando que esos números brutos trasciendan también al día a día.

El Galaxy S7 Edge que hemos probado integra el procesador Exynos de nueva generación para este año. El chip Exynos 8890 es un octacore con cuatro núcleos trabajando como máximo a 2,3 GHz y otros cuatro a 1,6 GHz. La GPU es la nueva Mali T880 y todo va aderezado por 4 GB de memoria RAM de tipo DDR4. Esta combinación nos deja a nivel de benchmarks las cifras más altas del mercado en la actualidad, y creo que se mantendrán ahí por mucho tiempo, al menos hasta que veamos en el mercado los primeros smartphones que apuesten por Snapdragon 820.

Nexus 6P (Snapdragon 810) Galaxy S6 Edge (Exynos 7) Galaxy S7 Edge (Exynos 8)
Antutu 61623 63422 112920
Geekbench (Single/Multi) 1342 / 4778 1442 / 4469 2117 / 6063
Quadrant 23643 36379 54023

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