La carga rápida es un gran invento, pero ¿por qué Apple sigue sin ofrecer esa opción?

Hemos avanzado a pasos gigantes en muchos de los elementos que se encuentran en nuestros smartphones. Los procesadores tienen una potencia increíble, las GPUs ya permiten disfrutar de juegos alucinantes, las cámaras hacen que las DSLR no tengan ya sentido para muchos y las pantallas cuentan con una resolución y calidad asombrosa. Lo que falla una y otra vez son las baterías, que no avanzan con la misma celeridad.

En ese escenario sí es cierto que hemos disfrutado de algunos cambios: todos los componentes y tecnologías son ahora más eficientes y "castigan" menos a las baterías, pero además de eso más y más fabricantes ofrecen sistemas de carga rápida que ahora Google quiere unificar. Poder completar la carga en menos tiempo es una de las opciones más atractivas de los smartphones actuales, pero curiosamente en Apple nunca han hablado de esta opción, y muchos se preguntan por qué.

En busca del estándar universal de carga rápida

Nuestros compañeros de Xataka Android hablaban ayer del Documento de Compatibilidad de Android 7.0 que por fin se ha publicado y que permitirá a los fabricantes ir ofreciendo las actualizaciones a esta versión de la plataforma móvil de Google. Entre las conclusiones del documento destacaba no una obligación, sino una recomendación: la de unificar los sistemas de carga rápida existentes.

Qualcomm tiene QuickCharge, Mediatek tiene Pump Express, Oppo ofrece su VOOC y OnePlus presume de su DASH: todas ellas son caras de una misma moneda, la de un sistema que permite completar la carga de las baterías de los smartphones (y los tables) de forma mucho más rápida sobre todo a la hora de contar con una recarga parcial del dispositivo en mucho menos tiempo.

En Google parecen estar encantados con el éxito de la idea, pero en lugar de que cada fabricante apueste por su propia versión de esa capacidad quieren recomendar el uso del estándar de carga rápida USB Power Delivery para aquellos smartphones y tablets que integren el puerto USB-C, un tipo de conexión cada vez más extendido en los smartphones.

Para los fabricantes, una forma de lograr más ingresos

El razonamiento de Google es lógico: los sistemas que alteran el voltaje o amperaje de carga pueden causar problemas de compatibilidad con los cargadores, y de hecho para aprovechar la carga rápida en un dispositivo lo normal es que tengamos que utilizar el cargador específico del fabricante e incluso el cable (como con el OnePlus 3) que saca todo el partido a ese cargador.

Las promesas de cada fabricante son desde luego llamativas y permiten que los usuarios nos beneficiemos de terminales que con unos minutos conectados al cargador lograrán darnos unas cuantas horas más de autonomía, pero el problema es que siempre tendremos que utilizar un cargador y un cable específicos para aprovechar esa capacidad, y eso es un problema.

Los fabricantes se aseguran así tener cierto control e ingresos extra sobre su mercado de accesorios: si quieres carga rápida tendrás que hacerlo a nuestra manera. Otros cargadores y cables pueden prometer compatibilidad, pero en esta materia acudir a soluciones de terceras partes no es buena idea si queremos exprimir esa carga rápida al máximo.

De hecho utilizar cargadores y cables baratos puede tener un impacto negativo no solo en los tiempos de carga, sino en el propio funcionamiento del dispositivo, al que conviene "mimar" en este apartado. La cosa se agrava en el caso de los dispositivos que se cargan a través del puerto USB-C, cuya combinación con QuickCharge no está recomendada por el USB-IF, por ejemplo.

El uso del cable correcto a la hora de cargar dispositivos USB-C se ha convertido casi en una ciencia. Hemos hablado ya de las diferentes variedades de cables USB-C y también de cómo saber cuáles son los cables más adecuados.

Hay quien se ha hecho con una prodigiosa reputación a la hora de recomendar cables que funcionan o no, como Benson Leung, el célebre ingeniero de Google que se cargó su Chromebook Pixel por esas pruebas con cables USB-C y cuyas recomendaciones incluso han sido ratificadas por Amazon, que hace unos meses eliminó de su catálogo unos cuantos cables no homologados.

Apple pasa de la carga rápida (por ahora)

Las ventajas que ofrece la carga rápida son evidentes, y aunque evidentemente en dispositivos más grandes y con más capacidad de batería los tiempos son mayores hagamos lo que hagamos, contar con estos sistemas mejora de forma notable el tiempo de carga respecto a alternativas sin carga rápida. Esa realidad es patente en los nuevos iPhone 7 y iPhone 7 Plus, que sin ser un desastre sí que podrían ganar enteros en este terreno.

Tiempos de carga de diversos dispositivos comparados con los de los iPhone 7 y iPhone 7 Plus. Fuente: Anandtech

En Apple jamás han hecho referencia a sistemas de carga rápida para sus iPhone o iPad —mucho menos algún sistema de carga inalámbrica—, y aunque los cargadores de sus dispositivos son pequeñas obras de la ingeniería, Apple suele ser muy conservadora y no arriesgar en este sentido: el cargador estándar de 5W hace que un iPhone 7 Plus tarde algo más de 3 horas en completar su carga, una cifra desde luego elevada.

Algunos usuarios aprovechan los adaptadores de corriente USB de 12 W de los iPad que se pueden encontrar como accesorios independientes en la Apple Store y que según Apple son compatibles con todos los modelos del iPhone.

Los nuevos iPhone 7/Plus no tienen carga rápida, pero además necesitarás un dock especial si quieres cargarlos mientras escuchas música al mismo tiempo con auriculares con cable.

Utilizar este tipo de adaptador efectivamente reduce el tiempo de carga de los iPhone, aunque hay quien opina que esto puede ser malo a largo plazo para la salud de las baterías y, por tanto, del propio iPhone. Teóricamente los propios iPhone "negocian" la cantidad de energía que reciben en cada momento y no hay peligro de que haya daños causados por este hecho. En Forbes ya hablaban hace años de este tema y concluían que no hay riesgos por usar esos adaptadores y tampoco degradación de la batería, por lo que parece perfectamente aceptable aprovechar esa opción si podéis hacerlo.

La pregunta que surge, claro, es la de por qué Apple no aprovecha esta opción en sus terminales y en sus tablets, algo especialmente extraño teniendo en cuenta el control absoluto que tiene sobre sus procesadores —en los que hay código específico para ese control inteligente del suministro de energía— y su software. ¿Será esta una de las novedades de los futuros iPhone 8? Quién sabe.

En Xataka Móvil | La nueva carga rápida de OPPO plantea una cuestión, ¿preferimos carga rápida o mayores baterías?

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