Esta es la historia de General Magic, la alucinante y desconocida empresa que intentó crear un iPhone en los 90

Es muy posible que el nombre de Marc Porat no te suene de nada: la suya una historia apasionante, una que pudo convertirle a él en el nuevo Steve Jobs y a su empresa, General Magic, en la nueva Apple. Tanto él como la empresa fracasaron en la práctica, pero quienes trabajaron allí se han convertido en verdaderos gigantes de la industria que están en puestos directivos de Apple, Twitter o Google y que también crearon empresas como eBay o Android.

Todo comenzó a principios de los 90. A Marc Porat, que por entonces trabajaba en Apple, se le ocurrió una idea revolucionaria: la de que era posible crear un dispositivo de comunicación y computación portátil. Su idea se adelantó a la época, porque lo que Porat quería crear era, básicamente, un iPhone. Uno que intentó llegar casi 15 años antes de tiempo y en el que estuvieron involucrados ingenieros legendarios como Andy Hertzfeld o Bill Atkinson.

De Apple a General Magic

Hertzfeld y Atkinson habían formado parte del equipo original del Apple Macintosh, pero aquella época dorada de Apple estaba en peligro tras las tensiones en la cúpula que habían hecho que Jobs abandonase Apple para fundar NeXT.

Algunos de los miembros del equipo original que crearon el Apple Macintosh acabarían involucrados en General Magic. En esta imágen aparecen George Crow, Joanna Hoffman, Burrell Smith, Andy Hertzfeld, Bill Atkinson y Jerry Mannock.

Porat había sido contratado por Apple en el otoño de 1988 para trabajar en el Grupo de Tecnologías Avanzadas. Como recordaba Andy Hertzfeld en una entrevista, Porat habló con mucha gente en Apple para enfrentarse a su nueva responsabilidad, y llegó a una conclusión. "Con el tiempo decidió que la siguiente revolución tras el ordenador personal combinaba dos cosas. Una era la comunicación. Otra era que en lugar de estar en una mesa estaría en tu bolsillo".

Aquello fue el germen de una idea que se convirtió en lo que Porat bautizó como el Personal Intelligent Communicator (aunque también lo llamaba 'Pocket Crystal'), que básicamente intentaba ser un iPhone adelantado a su tiempo. De hecho ese producto pretendía desarrollarse casi 15 años antes de que apareciera el primer smartphone de Apple.

El entusiasmo de Porat -del que dicen que era un comunicador excepcional, muy en la línea de Jobs- contagió a Hertzfeld y Atkinson, que ya estaban desencantados con la dirección que había tomado Apple. Acabaron saliendo de la empresa para fundar General Magic junto a Porat, y aquello fue el principio de una historia alucinante.

Fichajes insólitos

El objetivo de Porat era el de crear un smartphone, aunque ese término aún no se había acuñado y como mucho comenzaba a resonar el concepto de los PDA, los asistentes de datos personales. Su labia y la presencia de dos leyendas como Hertzfeld y Atkinson sirvieron entre otras cosas para lograr recultar talento a raudales.

Varios exempleados de Apple acabaron uniéndose a sus filas, y entre ellos estaban Joana Hoffman, que trabajó como responsable de marketing en General Magic, Megan Smith, o Steve Perlman -ex-Atari también-, que se había encargado del códec que se usó para Quicktime en Mac OS antes de fichar por General Magic a principios de los 90.

Los fichajes no pararon, y de repente General Magic se convirtió en esa misteriosa empresa en la que todos los grandes talentos querían trabajar. El equipo fue creciendo, y entre esos fichajes hay uno especialmente peculiar: un joven entusiasta de la tecnología llamado Tony Fadell.

Sin apenas experiencia profesional, Fadell se sintió intrigado por lo que logró averiguar de General Magic y su trabajo, y no paró de pedir trabajo allí hasta que se lo dieron. Entró como aprendiz, y pocos imaginaban que aquel inquieto chaval acabaría convirtiéndose en el creador del iPod o del termostato Nest, además de co-creador del iPhone.

Allí acabaron John Giannandrea, que venía de Silicon Graphics, o Amy Lindburg, que diseñaba chips para Apple y también salió de allí convencida de que lo que le ofrecían en General Magic era una oportunidad de hacer historia. Era lo que creían todos los que trabajaban para esta empresa, como demuestra el documental con el título 'General Magic' dirigido por Sarah Kerruish y Matt Maude y que se presentó en el Festival de Tribeca en 2018.

La revolución que pudo ser y no fue

En ese documental se narra la fascinante historia de una General Magic que se convirtió en una de las empresas más prometedoras de la época en el ámbito tecnológico.

Aquel proyecto trató de ser en realidad una alianza de empresas. Porat convenció a John Sculley de dejar marchar a Hertzfeld y a Atkinson, pero además consiguió su bendición para que ambas empresas colaboraran en algunos aspectos. El dispositivo era impensable sin el apoyo de otras grandes, y de hecho AT&T -socio estratégico en el ámbito de las comunicaciones- acabó convirtiéndose en inversor junto a Sony, Motorola y la propia Apple.

El ambiente en esas oficinas era extraordinario: en General Magic se trabajaba a destajo, pero también había un ambiente desenfadado y algo loco. Aún así los avances en aquel proyecto fueron sorprendentes, y algunos plantearon pequeñas revoluciones en ciertos nichos de mercado.

Uno de ellos fue el de lograr que el dispositivo no necesitara chips específicos para las funciones de módem, que se gestionaban vía software. Aquello dejó alucinados a los responsables de Mitsubishi Electric, que eran socios de General Magic en diversos chips y que vendían millones de dólares en chips con esa función cada año.

A pesar de los esfuerzos de la empresa el desarrollo se fue complicando. En 1992 ya tenían todas las ideas definidas, pero implementarlas estaba siendo mucho más complicado de lo que habían imaginado. Y entonces sucedió lo inimaginable. Como explicaba Hertzfeld "nuestro principal benefactor, nuestro padre, decidió matarnos".

John Sculley, el CEO de Apple, acabó copiando muchos de los conceptos del proyecto de General Magic y fue así como nació y se presentó Apple Newton, una familia de PDAs que tuvo a su primer representante en el MessagePad de 1993.

Aquel producto, menos ambicioso, demostró muy pronto que toda su tecnología estaba muy verde. El centro de la experiencia era el reconocimiento de la escritura, pero ni siquiera aquella tecnología era demasiado fiable. El que Sculley calificaría como el proyecto más importante de su vida acabó fracasando tras varias iteraciones no mucho mejores en prestaciones. Aún así el mazazo era claro para las aspiraciones de General Magic, cuyos fundadores veían como una traición ese lanzamiento de Apple.

Todo alrededor se complicaba en otros frentes: AT&T no tenía listo el servicio necesario para la infraestructura de comunicaciones, Sony tardaba en entregar su parte de los productos iniciales y General Magic tardaba porque quería un producto perfecto. Las navidades de 1994 pasaron y aún así no tenían el producto, pero poco después lograron por fin lanzar el Sony Magic Link, su primer dispositivo con la tecnología que habían prometido llevar el mercado desde principios desde los 90.

El producto no fue un gran éxito de ventas, pero la promesa que planteaba y todos los socios con los que contaba General Magic mantuvieron las expectativas. De hecho su OPA en la bolsa norteamericana fue espectacular cuando se produjo poco después. Las acciones tenían un valor previo de 14 dólares, pero en la apertura subieron instantáneamente a 32 dólares.

Aquel primer impulso pronto quedó en nada por la realidad de un dispositivo y un sistema operativo (Magic Cap) que no acababan de cuajar ni de cumplir la promesa planteada por General Magic. El producto no era precisamente de bolsillo, la autonomía de la batería era pobre y el precio del Magic Link rondaba los 1.000 dólares. Para comunicarse, además, necesitabas conectarlos a una línea telefónica, como si fueran un teléfono fijo.

El interés fue declinando, sobre todo porque por aquel entonces la fiebre de internet comenzaba a contagiar a usuarios y empresas, que veían que el concepto de General Magic precisamente no ofrecía esa capacidad que empezaban a ofrecer los PCs con navegadores como Mosaic. Los responsables de la empresa reconocieron el error y quisieron solucionarlo desarrollando un navegador básico, pero no tenían ingresos y los socios empezaron a abandonar el barco.

Aún así el equipo de ingenieros logró crear un prototipo de lo que podría haber sido la segunda generación del dispositivo. Aquello estaba mucho más cerca del concepto que acabó planteando el iPhone en 2007, pero aún quedaba una década para aquello y la tecnología con la que contaban los ingenieros de General Magic sencillamente no estaba preparada para lograr lo que ellos querían conseguir.

Andy Hertzfeld, Marc Porat y Bill Atkinson, fundadores de General Magic.

No tenían respaldo financiero y muchos de los empleados acabaron exhaustos tras aquel primer esfuerzo que llegó tarde y que ya era obsoleto sin ese respaldo a la revolución de internet. Para cuando quisieron adaptarse ya era demasiado tarde.

General Magic se convirtió en el paradigma de la empresa que desarrolla un producto adelantado a su tiempo... para luego acabar ofreciendo un producto que llegaba tarde y mal. Los empleados fueron abandonando aquella empresa gradualmente, y General Magic cambió de orientación tras el desarrollo del servicio Portico, un servicio de reconocimiento de voz para asistentes personales.

Aquello no acabó de cuajar nunca, y la empresa anunció que cerraba sus puertas en septiembre de 2002. Era el final de General Magic, pero no de sus empleados, que como veremos se convirtieron en muchos casos en algunos de los empresarios más exitosos de la revolución que planteaban internet y la tecnología.

General Magic ha sido una cantera espectacular de talento en Silicon Valley

Esa fiebre por trabajar en esta empresa contagió a jóvenes con un talento extraordinario que por entonces eran desconocidos pero que acabarían convirtiéndose en emprendedores de éxito.

En el tráiler del documental por ejemplo se puede apreciar como en varias de las tomas se ve a aquellos jóvenes reunidos o trabajando y con una serie de títulos sobreimpresionados que muestran dónde acabaron. Muchos de aquellos jóvenes son hoy grandes directivos de empresas tecnológicas o fundadores de algunos de los grandes imperios de la era internet:

  • Marc Porat: CEO de General Magic, acabó dedicándose a crear empresas relacionadas con la construcción sostenible y eficiente.
  • Andy Hertzfeld: del equipo original del Apple Macintosh, fue cofundador de General Magic y cocreador de Google Circles.
  • Bill Atkinson: empleado número 51 de Apple, del equipo original del Apple Macintosh, creó la interfaz del Apple Lisa y QuickDraw, de Hypercard y MacPaint, fue uno de los tres fundadores de General Magic. En los últimos años se ha convertido en fotógrafo profesional centrado en la naturaleza.
  • Tony Fadell: aprendiz en General Magic, acabó coinventando el iPod, el iPhone, fundó Nest y dirige la empresa Future Shape
  • Joanna Hoffman: del equipo original del Apple Macintosh, responsable de marketing de General Magic. Acabó retirándose para dedicarse a su familia.
  • Kevin Lynch: inició sus pasos en General Magic, y acabó trabajando para Macromedia, lo que le llevó a acabar siendo CTO de Adobe, creador de Dreamweaver, y en los últimos años ingeniero jefe del Apple Watch.
  • Megan Smith - trabajó en Apple antes de unirse a General Magic. De allí pasóa trabajar para Planet Out, pero también fue CTO en el gobierno de Barack Obama, VP en Google, y cofundadora de Malala Fund y Shift7.
  • Andy Rubin: tras trabajar como ingeniero de 1989 a 1992 pasó a trabajar para General Magic desde 1992 a 1995. Más tarde cofundaría Danger -con sus dispositivos muy en la línea de lo que había tratado de crear General Magic- y, por supuesto, Android, la empresa de la que fue confundador en 2003 y que fue adquirida por Google en 2005.
  • Pierre Omidyar: llegó tarde a General Magic. Para entonces ya había creado Ink Development, que Microsoft le compró en 1996, pero en 1995 comenzó a trabajar en un servicio de subastas que acabaría convirtiéndose en eBay mientras trabajaba para General Magic. Aquello iba también que dejó General Magic -que perdía fuelle por entonces- y se centró en su proyecto. La apuesta no le salió mal, desde luego.
  • Eric Ly: trabajó en NeXT, IBM, Sun y luego en General Magic. Dejaría la empresa y más tarde, en 2002, acabaría siendo uno de los fundadores de LinkedIn junto a Reid Hoffman.
  • Curtis Sasaki: trabajó como responsable de marketing en General Magic, para luego pasar a ser alto directivo en RIM, Blackberry y Samsung.
  • John Giannandrea: pasó por Silicon Graphics, y tras ser ingeniero sénior en General Magic trabajó como responsable del reconocimiento de voz en Google. Actualmente es el responsable de la división Machine Learning and AI Strategy en Apple.
  • Chris Helgeson: tras trabajar para General Magic acabó fichando con la empresa de su colega allí, Pierre Omidyar. Hoy es vicepresidente de ingeniería en eBay.
  • Steve Perlman: trabajó con Apple en el codec que se usó en Quicktime, en el 90 se fue a General Magic, y cuando cerró su etapa allí acabó fundando WebTV, la antesala de lo que luego sería YouTube.
  • Leland Lew: fue ingeniero hardware en General Magic, y acabó trbajando para Apple y convirtiéndose en el arquitecto hardware del iPod.

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