La promesa incumplida de Magic Leap: de querer revolucionar la realidad aumentada a tener que reinventarse tras vender 6.000 unidades

Magic Leap nos abrió los ojos ante las posibilidades de la realidad aumentada. Sus primeras demostraciones, hace ya más de cinco años, eran impresionantes: elementos virtuales profundamente reales, objetos con los que interactuar y un sinfín de robots, personajes y criaturas virtuales que se fundían perfectamente sobre el fondo. Gracias al hype generado, Magic Leap logró recaudar más de 2.300 millones de dólares de compañías como Google, Disney o Qualcomm. Pero una vez presentaron su primer dispositivo comercial, el resultado era completamente distinto a lo que nos habían prometido.

Por 2.295 dólares, a mediados de 2018 se pusieron a la venta las Magic Leap One Creator Edition. Unas gafas de realidad mixta consistentes en las gafas en sí mismas, un pequeño accesorio de nombre Lightpack que actúa como ordenador y un controlador inalámbrico con botones, touchpad y vibración háptica. El objetivo inicial según las estimaciones de Rony Abovitz, CEO de Magic Leap, era vender un millón de unidades durante el primer año. Una cifra que rápidamente rebajó. Sin embargo, según relata The Information, las ventas de Magic Leap han sido de únicamente 6.000 unidades.

Magic Leap prometía una revolución pero se quedó lejos

El mercado de las gafas de realidad aumentada todavía está creciendo y hay pocos estudios sobre unidades vendidas. Uno de ellos es el de SuperData, donde muestra que el mercado de los dispositivo de realidad mixta y aumentada es tres veces más pequeño que el de la realidad virtual. Según los datos de esta consultoría perteneciente a Nielsen, compañías como Microsoft habrían vendido unas 300.000 unidades de sus Hololens y las HTC Vive habrían conseguido 1,3 millones de unidades vendidas. Cifras que pueden ser más o menos exactas, pero están varios niveles por encima de lo que habría conseguido Magic Leap.

Un misterioso proyecto que consiguió niveles excepcionales de inversión para una startup de su estilo pero cuyo resultado ahora parece estar muy lejos de lo que prometía en su momento. Según describía Rony Abovitz, compañías como Microsoft con la primera generación de sus HoloLens estaban muy por detrás de lo que ellos habían podido desarrollar, ya que se basaban en imágenes proyectadas sobre un chip semitransparente de cristal que permitía que la imagen se viera bien incluso en los bordes. Sin embargo, desde Magic Leap no daban detalles ni explicaciones sobre cómo iba a ser su dispositivo ni cómo funcionaba realmente esa tecnología. Una estrategia que levantó muchas dudas sobre la revolución que habían prometido.

Vale la pena recordar cómo eran los primeros prototipos con los que Magic Leap generó tanta expectación. Un vídeo de una ballena saltando en mitad de un gimnasio y un juego de acción en medio de la oficina.

Esta realidad mixta llegó a convencer hasta a Lucasfilm para que firmara una alianza con Magic Leap. Pero una vez pasado ese periodo inicial, ¿qué es lo que ha venido ofreciendo la compañía?

Las Magic Leap One tardaron años en llegar y cuando lo hicieron, el resultado distaba mucho del prometido.

Según los primeros análisis, las gafas no terminaban de ofrecer la calidad esperada y hubo algunos problemas a la hora de mostrar los hologramas. Para Wired, el rango de visión no era suficiente amplio y el control se quedaba congelado inicialmente. Unos problemas puntuales que fueron corregidos, pero donde las experiencias tampoco representaban un salto respecto a lo visto en la competencia.

Para la CNBC, las Magic Leap One eran cómodas, pero muy voluminosas. Sobre la experiencia de uso, describen que podían tener el correo delante o por ejemplo, mostrar un vídeo y a la vez una animación 3D sobre la habitación, pero que estas últimas no parecían suficiente reales. Y es que aquí parece que está el problema, pues mientras que en los primeros conceptos la inmersión era fantástica, el resultado dista mucho de crear este efecto.

Entre las novedades que el equipo de Magic Leap nos ha ido mostrando este último año tenemos un juego de Angry Birds, donde podemos disparar a los pájaros en primera persona; experiencias de sonido con AMBEO de Sennheiser; interiorismo; conectar con los amigos a través de avatares virtuales; enterarnos de las noticias de la CNN; herramientas de dibujo con Spatiate o una aplicación dedicada a la NBA.

Su situación actual pasa por enfocarse en empresas

Rony Abovitz, CEO de Magic Leap.

Aunque Magic Leap no haya conseguido vender un gran número de unidades, la compañía dispone de hasta 50 patentes concedidas. Es en parte gracias a estas patentes por lo que la valoración de la compañía creció tanto, aunque en los últimos meses varios consejeros y directivos han salido de la empresa.

Según The Information, la empresa no obtiene ganancias y pierde cada mes unos 40 millones de dólares. Una circunstancia que ya ha provocado despedidos en Magic Leap, sin especificarse de cuántos trabajadores estaríamos hablando. La misma fuente apunta que Magic Leap ha entrado un programa de reducción de costes, congelando viajes de trabajo y ralentizando el ritmo de contratación en distintos áreas.

A mediados del pasado mes de noviembre, Scott Henry, CFO (director financiero) de Magic Leap, abandonó la compañía. También John Gaeta, VP de estrategia creativa se ha sido de Magic Leap. A esto debemos sumarle, según The Information, en el abandono de Sundar Pichai y Paul Jacobs, CEOs de Alphabet y Qualcomm, de la junta directiva. Aunque en el caso del primero, su puesto habría sido sustituido por otro directivo de Google.

Magic Leap se encuentra inmersa en un momento de transición, buscando cuál puede ser su encaje para los próximos años. La compañía está trabajando en un Magic Leap 2, con conectividad 5G, un campo de visión más amplio y un diseño más liviano.

Entre informaciones de bajas ventas, abandonos y dificultades para conseguir inversiones nuevas; Magic Leap anuncia que se centrarán en soluciones para empresas. Entre las novedades está una versión actualizada del Magic Leap One Creator Edition, donde se contará con dos años de acceso al 'Device Manager'. Los usuarios empresariales podrán acceder remotamente a las gafas de realidad mixta, instalar aplicaciones privadas y controlar los usuarios remotamente. De manera equivalente a lo que se ofrece en móviles.

Tras las bajas ventas de sus gafas de realidad mixta, Magic Leap ha anunciado estas semanas que se enfocarán en soluciones para empresas y asistencia técnica.

Y es que "un dibujo vale más que mil palabras". Es por ello que la realidad aumentada ha encontrado en la asistencia técnica en remoto un caso práctico. Hacia esta industria es donde Magic Leap quiere potenciar su dispositivo, una vez visto que para el mundo del entretenimiento su producto no parece ser suficiente atractivo. Un sector donde también hay potentes competidores con más recorrido como Epson, Microsoft o Vuzix.

Magic Leap llegó antes que los grandes del sector

Magic Leap no es la única empresa que se encuentra interesada en las gafas de realidad mixta y/o aumentada. Es difícil intentar liderar un sector cuando eres una startup, pero desde un primer momento la empresa de Rony Abovitz puso a Google con sus Glass y a Microsoft con sus Hololens como rivales directos.

Pero estos grandes fabricantes de tecnología no se han quedado de brazos cruzados. Microsoft presentó sus HoloLens 2 en febrero de 2019, con reconocimiento de Iris, pantallas 2K en cada ojo y un precio todavía superior, unos 3.500 dólares. Respecto a Google, pese a que muchos las daban por desaparecidas, las Google Glass resurgieron de sus cenizas en una tercera generación, basada en Android y con un precio considerablemente más asequible: 999 dólares.

Google, Microsoft, Apple, Facebook o Amazon también están trabajando en sus propias gafas de realidad mixta; prueba de que este tipo de dispositivos es interesante para las empresas de tecnología.

No son las únicas. OPPO ha confirmado que prepara unas gafas de realidad aumentada que detectarán los gestos de las manos y tendrán sonido 3D surround. Amazon presentó este verano sus gafas Echo Frame, para que llevemos a Alexa en todos lados. Y dos gigantes como Facebook y Apple también están trabajando en ellas. La empresa de Mark Zuckerberg con una alianza con RayBan y el año 2023 como objetivo, mientras que las de Apple podrían llegar incluso antes, aunque actuarán como accesorio del iPhone según el analista Ming-Chi Kuo.

Si Microsoft ha logrado vender al ejército norteamericano 100.000 HoloLens por 480 millones de dólares, quizás Magic Leap no iba tan desencaminado. Una lástima pues no es la idea, sino la ejecución lo que determina muchas veces el éxito.

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