Los archivos ‘desclasificados’ de Twitter: ni desclasificados ni la prueba de lo que crees sobre la campaña de Petro a la Presidencia de Colombia

“Twitter desclasifica archivos secretos”, “Campaña presidencial de Gustavo Petro en Twitter fue apoyada por Rusia según archivos desclasificados”, “Archivos de Twitter confirmarían participación de Rusia en campaña de Gustavo Petro”. Los titulares acerca de la más reciente entrega de los Twitter Files tienen el tono del investigador que revela una gran noticia y tiene en sus manos la prueba reina.

El problema es que la mayoría de los artículos que se han ocupado del tema en Colombia están dando, sin más, la noticia equivocada.

Para empezar, una aclaración vital: No sé si hubo o no participación de bots rusos en la campaña presidencial de Gustavo Petro y no es la intención de este texto ni confirmar ni desmentir ese tema particular. No puedo saberlo y esa es, justamente, la precisión inicial, indispensable: que no hay forma de saberlo por las ‘revelaciones’ de Twitter porque que no es de eso de lo que hablan los archivos de Twitter, que no son ni han sido nunca ‘desclasificados’.

El ‘ombligo’ del Gobierno

La cosa es así: los denominados ‘Twitter Files’ son un conjunto de documentos internos de Twitter que empezaron a hacerse públicos en diciembre de 2022, dos meses después de la adquisición de la empresa por parte de Elon Musk. El nuevo propietario de Twitter le dio acceso a un grupo de periodistas y escritores para investigar lo que, a su modo de ver, era un uso partidista del poder de altos ejecutivos de la compañía.

Matt Taibbi es uno de esos periodistas y de hecho corrió por su cuenta la primera entrega de los Files, que abordó el proceso de moderación de Twitter, apenas días antes de las elecciones, de los contenidos relacionados con un artículo del New York Post sobre el computador portátil del hijo de Joe Biden, Hunter Biden.

Sucesivas entregas se han ocupado de la práctica conocida como shadowbaning, la suspensión de la cuenta de Donald Trump y las reacciones a los hechos del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de EEUU, entre otros.

En la entrega 12, que fue publicada el 3 de enero de 2023, Taibbi, un reportero experimentado que solía escribir para Rolling Stone, publicó un extenso hilo titulado “The Twitter Files: Twitter y el ‘ombligo’ del FBI”.

En ese hilo, lejos de exponer las prácticas de las campañas políticas en Colombia, apunta a denunciar cómo la cercanía del FBI con personas en posiciones de poder de Twitter permitió que la agencia de investigaciones tuviera canales expeditos para pedirle cosas a la red y cómo esa posición privilegiada la convirtió en el filtro de las peticiones y demandas del gobierno.

En palabras de Taibbi, el hilo demuestra cómo Twitter trató de resistirse a cumplir con las solicitudes de moderación para el Departamento de Estado, pero finalmente acordó permitir que esa oficina y otras agencias enviaran solicitudes a través del FBI, que un agente de hecho llega a llamar coloquialmente “el ombligo del Gobierno”.

‘Unclassified’ vs. ‘declassified’

Pese a lo que digan los titulares, los Twitter Files son documentos internos de Twitter, pero no son clasificados. La información clasificada es material que un organismo gubernamental considera que debe protegerse.

La confusión parece desprenderse de un mensaje entre Twitter y el Global Engagement Center (GEC), un brazo del Departamento de Estado de EEUU que se encarga de coordinar los esfuerzos del Gobierno Federal identificar y contrarrestar los esfuerzos de propaganda y desinformación estatales y no estatales provenientes del extranjero. En el trino 32 del prolongado hilo de Matt Taibbi se anexa un documento marcado como ‘unclassified’.

El problema es que ‘unclassified’ se refiere, según la definición del Information Security Oversight Office (ISOO) de los National Archives, entidad responsable del tema, a un documento que nunca ha contenido información clasificada.

Muchos medios cayeron en el error de traducir ‘unclassified’ como ‘desclasificado’ (en inglés ‘declassified’), que sí alude a documentos que alguna vez contuvieron información clasificada que desde entonces fue eliminada o redactada, o de la que se determinó que ya no requería protección. En realidad la traducción correcta habría sido ‘No clasificado’.

‘Comportamiento inauténtico coordinado’

Volviendo al trino 32, en él se incluyen dos imágenes. La segunda, que es la que se ocupa del caso colombiano, indica, en efecto, que monitoreos de la actividad en redes sociales llevaron al Departamento de Estado a identificar comportamientos “asociados con el uso de bots”, descritos como ‘Comportamiento inauténtico coordinado’.

Es un término que suena supertécnico pero que en realidad hace parte de la jerga acuñada en Meta para referirse al uso de múltiples cuentas de Facebook o Instagram para dar una idea falsa de la popularidad de un tema o de otra cuenta. Como lo explica este artículo de Slate, lo más preocupante de su uso en documentos oficiales es que, en realidad, nadie sabe exactamente lo que significa.

En ese texto -de nuevo, marcado como ‘No clasificado’- es que se da cuenta de una conexión de un número de cuentas con “una red de influencia pro-Petro” en Colombia. Pero es clave identificar que se trata del análisis del Departamento de Estado, no del de Twitter.

De hecho, el texto termina pidiendo a los empleados de la red social dar su opinión sobre el caso y sobre si identifican “alguna violación a los términos de servicio de la compañía”.

Se entiende que esta petición apunta a conseguir que Twitter aplique medidas contra las cuentas señaladas. Pero el hilo no llega a revelar cuál fue la respuesta de la empresa y, al momento de escribir esta nota, las cuentas identificadas en el top 10 de influencia detallado en el mensaje seguían activas.

Entonces, ninguno de los tres titulares del primer párrafo se sostiene. Twitter no desclasificó nada -principalmente porque no tiene la potestad para hacerlo- y la relación rusa con la campaña Petro, si acaso existe, está lejos de haber sido confirmada. El hilo de Taibbi, de hecho, cuestiona que baste la expresión de una sospecha por parte de un funcionario para que la red social actuara baneando usuarios o desamplificando sus mensajes.

Podría decirse que el documento sí expresa la preocupación del Departamento de Estado, pero ese, debería ser claro, es un desarrollo bastante lógico de esta historia. Quizá lo más irónico de todo este episodio es que un hilo que hace parte de una denuncia sobre el uso partidista del poder para moderar el debate en redes sociales haya sido tan dramáticamente malinterpretado a la luz, justamente, de lecturas políticas.

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.co

VER 1 Comentario

Portada de Xataka Colombia