Un total de 12.000 atletas corrieron el pasado sábado en la media maratón de Pekín. Pero no todos eran humanos y entre los participantes, 21 corredores no pudieron pasar desapercibidos, pues se trataba de robots humanoides.
Sin embargo, el resultado no fue alentador para la mayoría de las máquinas debido a que solo seis lograron llegar a la meta. El resto se detuvo tras pocos minutos, debido a caídas, errores de orientación o sobrecalentamiento.
Todos los robots participantes eran bípedos, un requerimiento técnico impuesto por los organizadores. Y algunos modelos ni siquiera lograron superar la línea de salida.
Es importante destacar que pese a que las máquinas corrieron por una pista paralela, el evento fue presentado como la primera carrera en la que humanos y robots bípedos participaron simultáneamente.
El robot más rápido: Tiangong Ultra
El robot mejor posicionado fue Tiangong Ultra, desarrollado por UBTech en colaboración con el Centro de Innovación de Robots Humanoides de Pekín.
Completó la carrera en 2 horas y 40 minutos, pero solo después de tres cambios de batería, una caída y constante asistencia por parte de su equipo humano. Fue el único robot que calificó para recibir un premio bajo los tiempos permitidos para corredores humanos (3 horas y 10 minutos).
Otros robots, como Xuanfeng Xiaozi y el modelo N2, fabricados por Noetix Robotics, también lograron completar la prueba, aunque con múltiples incidentes técnicos.
Xuanfeng Xiaozi cruzó la meta con una almohadilla de enfriamiento en el torso y un pie descoordinado respecto al otro, tras haber perdido la cabeza en una caída. Su equipo utilizó cinta adhesiva para reinstalar el componente y mantenerlo en competencia.
Un reto para la resistencia del hardware
Según Alan Fern, profesor de robótica en la Universidad Estatal de Oregón consultado por Wired, esta carrera no representó un avance en velocidad ni inteligencia artificial, sino una prueba de resistencia para el hardware.
“Hace cinco años no sabíamos cómo lograr que un robot caminara de forma confiable. Ahora lo logramos, y esto lo demuestra”, explicó Fern que también destacó que la IA de estos robots no ha evolucionado significativamente desde 2021, cuando su equipo logró que un robot corriera una prueba de 5K.
En su opinión, correr no es una aplicación práctica de la robótica humanoide: el verdadero desafío sigue siendo ejecutar tareas útiles en entornos variados sin intervención humana directa.
Operadores humanos y soluciones improvisadas
Cada robot fue asistido por entre dos y tres personas, quienes se encargaron de guiarlos, operar controles remotos, sustituir baterías y enfriar motores manualmente.
En muchos casos, los operadores utilizaron soluciones improvisadas, como cinta adhesiva para fijar piezas sueltas o evitar que los componentes se desprendieran. Algunos robots llevaban zapatillas atornilladas a sus pies, rodilleras o estructuras sin cabeza ni dedos, para aligerar el peso y proteger mecanismos internos.
Un modelo llamado Shennong mostró una serie de fallas críticas: tras arrancar la carrera, giró en círculos, colisionó contra una pared y arrastró a sus operadores al suelo. Otro, de la empresa Unitree, cayó incluso antes de iniciar la prueba y no logró incorporarse rápidamente.
Además de correr, algunos robots realizaron demostraciones coreográficas o acrobacias. Y al final del evento, un robot se encargó de entregar los trofeos a los cuatro modelos que completaron el recorrido.
Aunque China ha mostrado avances llamativos en robótica, como el espectáculo de danzas sincronizadas de Unitree durante el Festival de Primavera en enero, los resultados de la media maratón en Pekín evidencian las limitaciones actuales de esta tecnología en aplicaciones dinámicas y prolongadas.
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