Bienvenidos a la era del videojuego que ocupa 100 GB en disco

Hoy en día es normal que las consolas cuenten con discos duros de 500 GB o 1 TB para almacenar en ellos los juegos que disfrutamos en dichos dispositivos. Esas unidades que parece contar con suficiente capacidad están viéndose acorraladas no obstante por unas descargas digitales y unos tamaños de instalación cada vez más grandes.

Lo demuestran esa nueva hornada de juegos que ya superan de forma normal los 50 GB y que en algunos casos llegan a rondar los 100 GB. Los parches del día cero, las actualizaciones y los contenidos adicionales no hacen sino agravar un problema curioso: el de que cada vez nos caben menos juegos en las consolas que nos venden Sony o Microsoft, algo que desde luego también afecta al mundo del PC.

Juegos cada vez más "gordos"

La evolución en este segmento ha sido gradual pero constante, y hemos pasado de tamaños de instalación que no superaban los 10 GB en las Xbox 360 o PS3 a tamaños que fueron siendo cada vez más y más grandes a medida que pasaba el tiempo. En esta tabla podemos ver algunos ejemplos representativos:

Juego

Plataforma

Año

Espacio (GB)

Fallout 3

Xbox 360

2008

5,48

Fallout: New Vegas

Xbox 360

2010

4,75

The Elder Scrolls V: Skyrim

Xbox One

2011

3,68

Rage

Xbox 360

2011

22

Fallout 4

Xbox One

2015

28,12

Assassin's Creed: Syndicate

Xbox One

2015

40,27

Halo 5: Guardians

Xbox One

2015

60

Quantum Break

Xbox One

2017

95

The Elder Scrolls Online

PS4

2015

86

Call of Duty: WWII

PS4

2017

56

The Division

PC

2016

40

Doom (con actualizaciones)

PC

2016

78

X Plane 11

PC

2016

80

En casos como el de Quantum Break, por ejemplo, la descarga digital para la Xbox One roza ya los 95 GB, una cifra que se une a esos ya 50 GB que parecen ser la norma en muchos otros juegos y que hace que los discos duros de la consola puedan almacenar un par de docenas de juegos. Suficientes para muchos, seguro, pero no para todos.

Aquí las soluciones pasan por desinstalar un juego y "olvidarlo" durante un tiempo para instalar otro, o bien acudir a los discos duros externos que varios fabricantes ofrecen para estas consolas y que permiten tener margen de maniobra en este sentido.

La ganancia en tiempos de carga es importante, pero el factor que sigue primando en los sistemas de almacenamiento en videojuegos es el tamaño de los juegos, y no tanto la velocidad a la que cargan. Fuente: DigitalFoundry

Curiosamente los SSD siguen sin tener demasiada cabida en las consolas, aunque es posible actualizarlas con unidades de este tipo que sustituyan a los discos duros de fábrica. En DigitalFoundry ya evaluaron el impacto de esta opción, que lógicamente mejoraba en tiempos de carga. Aún así ni la Xbox One ni la PS4 se benefician de forma espectacular, lo que hace que la decisión sea algo más difícil.

La razón, cada vez más detalles, más contenidos y más resolución

El tamaño de estos juegos se ha aprovechado de los nuevos medios de almacenamiento (los discos Blu-ray han sustituido a los DVDs) y sobre todo de las nuevas conexiones de banda ancha, que también han favorecido la distribución de los juegos en forma de descarga digital.

Algunos desarrolladores rodean al videojuego en sí de contenidos adicionales que también imponen una carga importante en nuestros discos duros y nuestras líneas de datos.

Eso ha hecho que los desarrolladores no tengan demasiados reparos a la hora de incluir más y más contenidos y por supuesto de mayor calidad y resolución para que los jugadores podamos disfrutar de toda esa riqueza visual. Una riqueza visual que, eso sí, tiene un precio.

Lo tiene en esas unidades de almacenamiento que se quedan cortas antes de tiempo, pero también en nuestras líneas de datos. Puede que para algunos tener en casa una conexión de fibra sea lo normal, peor hay partes del mundo donde las conexiones de banda ancha son "menos anchas" y eso puede acrecentar esa brecha digital que hace que algunos usuarios no puedan disfrutar de estos juegos por no contar con líneas de conexión tan desarrolladas.

El PC, el más necesitado de "gigas"

El tamaño de las descargas digitales suele seguir siempre un patrón similar en el que las descargas para la Xbox One y la PS4 tienen tamaños similares (quizás algo superiores en el caso de las PS4) y es la descarga para la versión PC la que más espacio necesita.

Titanfall se lanzó en 2014 y ya entonces dio que hablar con los 50 GB que ocupaba en disco. La cosa empezaba ya a ser preocupante.

Tenemos ejemplos como el del reciente 'Star Wars: Battlefront 2', que ocupa 13,2 GB en la Xbox One, 15,3 GB en la PS4 y 22,8 GB en el PC. Algo similar ocurre con el 'Call of Duty: WWII', cuya descarga digital en la Xbox One tiene un tamaño de 45 GB, en la PS4 de 56,5 GB y en el PC de nada menos que 90 GB.

Algunos desarrolladores y distribuidores —como el caso de Steam— han comenzado a separar las opciones de instalación de sus videojuegos en el PC, por ejemplo. En la serie 'Call of Duty' se ha optado por instalar el juego por partes para poder disfrutar o no del modo campaña (sin juego online) o el modo multijugador, algo que reduce las exigencias en cuanto a tamaño, pero aquí es cierto que al menos en el mundo del PC ampliar el almacenamiento es bastante más sencillo y accesible.

Y sin embargo, el problema parece que persiste, sobre todo cuando las actualizaciones, parches, DLCs y otros contenidos extra no hacen más que ir aumentando el espacio que un juego ocupa en disco. Puede ser un problema menor, pero lo cierto es que resulta curioso comprobar cómo lo que ocupaba un juego hace diez años no tiene mucho que ver con lo que ocupa ahora.

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