Por meses, casi tantos como tiene en las calles, he venido expresando una opinión que pareciera impopular: que el Cybertruck de Tesla, más allá de que a uno le guste o no -a mí no-, es un vehículo inusualmente peligroso, que no debería estar en las calles.
Mi posición tiene que ver con el hecho de que básicamente se trata de un tanque de acero inoxidable, que tiene la aceleración de un McLaren. Pasar de 0 a 100 Km/h por hora en 2,6 segundos es, qué duda cabe, un logro técnico, pero ningún carro que ruede en calles reales debería tener esa aceleración, mucho menos una bestia de tres toneladas y media.
Bueno, pues ahora nos enteramos de que Tesla, propiedad de Elon Musk, está retirando del mercado -es lo que en inglés se denomina un recall- más de 3.800 de sus camiones futuristas debido a un defecto potencialmente letal. Según el aviso emitido por la firma, se trata de una falla capaz de desencadenar una aceleración involuntaria.
O sea, nada de qué preocuparse.
Específicamente, el acelerador, ese que ya dijimos puede llevar este tanque a 100 km/h en menos de tres segundos, puede atascarse. Y si bien no hay por ahora ningún incidente conocido de que esto haya pasado, Tesla lo encontró suficientemente preocupante como para recoger todos sus Cybertrucks y cambiar o ajustar el mecanismo del acelerador.
Un camino de problemas
Muchos dirán que Tesla no es la única compañía automotriz que ha tenido que hacer recalls, y tienen razón, y otros dirán que estas cosas son esperables cuando se trabaja con tecnología de punta. Supongo que también tienen razón, pero unos y otros harían bien en dejar de suponer que porque sale de la empresa del alguna vez hombre más rico del mundo cualquier idea tiene que ser una idea genial.
Esta no lo es. El diseño poco convencional del Cybertruck ha demostrado ser un arma de doble filo, que complica el proceso de fabricación y reparación. Los camiones, que Musk afirmó una vez que serían el "mejor vehículo todoterreno", han sido grabados atascados en la arena, la nieve y la tierra, y uno de ellos fue famosamente remolcado por un camión Ford.
Algunos propietarios han informado que sus nuevos Cybertrucks simplemente han dejado de funcionar por completo. Muchos se han quejado de que el exterior de acero inoxidable de la camioneta se oxida fácilmente y al menos un propietario dijo que el parabrisas se rompió rápidamente tras una tormenta de granizo.
El propio Musk afirmó, a la hora de presentarlo en sociedad, que el coche era a prueba de balas en su presentación antes de ver romper la ventanilla con una bola de acero lanzada a mano.
La compañía anunció planes para recortar más del 10 por ciento de su fuerza laboral global. Este movimiento estratégico se produce en un momento en el que el mercado de los vehículos eléctricos se calienta, con competidores como Rivian o Ford luchando por su dominio.
Es así que las acciones de Tesla cayeron por debajo de los 150 dólares esta semana, borrando todas las ganancias que la compañía obtuvo en el último año. ¿Nos sorprende? No, no nos sorprende.
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