En el mercado negro, un iPhone, incluso uno de modelos con uno o dos años a cuestas, vale considerablemente más dinero que la generalidad de los teléfonos Android. Si bien hay casos de casos -un Galaxy S23 Ultra, por ejemplo, puede costar más que un iPhone 15-, la regla general es esa.
Y aunque unos y otros teléfonos tienen sus puntos a favor y en contra, una insospechada ventaja -aunque no sea necesariamente algo que desearías- parece haber surgido en el campo de los Android.
Así se desprende de la historia que relató un matrimonio en Washington D.C. el mes pasado a la cadena KATV, afiliada a ABC. Según el relato, el esposo regresaba a casa del trabajo temprano en la mañana y llamó a su esposa para que se reuniera con él afuera de su edificio de apartamentos.
La esposa cuenta: "Tan pronto como se estacionó, dos hombres enmascarados se acercaron a él con una pistola. Le quitaron todo lo que tenía en los bolsillos, se llevaron las llaves de la camioneta, se subieron y se fueron".
Entonces ocurrió algo decididamente extraño: los ladrones revisaron el smartphone que le habían quitado a su víctima y dijeron: "¿Es un Android? No queremos un Android”. Para sorpresa de la pareja de esposos, le devolvieron el celular al sorprendido marido.
Aunque se trata de un relato de terceros, y faltan datos importantes, como la marca y el modelo del poco deseable Android, el caso es, por supuesto, digno de mención.
Sea como sea, la camioneta fue robada, lo que causa un impacto importante a las finanzas de los esposos, que derivan ingresos de Uber Eats e Instacar. Pero al menos el marido pudo llamar a la Policía… desde su Android.
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