Un ‘tanque bípedo’ indestructible y con estilo punk-rock: científicos descubren los fósiles del dinosaurio que dominó la Tierra antes del T-Rex

Jimmy Pepinosa

Editor

La paleontología acaba de sumar un capítulo inesperado con el hallazgo de los restos de Spicomellus, un anquilosaurio primitivo que vivió hace unos 165 millones de años en lo que hoy es Marruecos.

El descubrimiento, publicado en la revista Nature, aporta las pruebas más completas hasta ahora de este extraño dinosaurio, que lucía una armadura ósea sin precedentes entre los vertebrados conocidos.

Se trata de un fósil parcial que incluye seis costillas con púas, un escudo pélvico cubierto por formaciones largas y cortas, un cuello reforzado con placas óseas y dos pares de púas prominentes, una de ellas de 87 centímetros.

Su diseño corporal ha llevado a los investigadores a describirlo como un verdadero tanque blindado, un herbívoro que no necesitaba dientes afilados para imponerse en un mundo dominado por depredadores gigantes como el alosaurio del Jurásico tardío o  el tiranosaurio del Cretáceo.

El misterio del Jurásico medio

(Nature)

La historia evolutiva de los anquilosaurios siempre ha tenido un vacío importante en el Jurásico temprano y medio, debido a la escasez de registros fósiles.

La mayoría de las especies conocidas provienen del hemisferio norte durante el Cretácico tardío, cuando ya habían desarrollado sus características colas en forma de maza y un blindaje menos ornamentado.

El nuevo Spicomellus viene a llenar ese hueco. Los restos hallados en los Montes Atlas confirman que se trata del anquilosaurio más antiguo registrado hasta la fecha, y lo sitúan como un eslabón clave en la evolución de los dinosaurios blindados.

La armadura que portaba, mucho más elaborada y extrema que la de sus descendientes, revela un linaje que experimentaba con soluciones biológicas radicales en plena “carrera armamentista” evolutiva.

Un descubrimiento que cambia teorías

(Nature)

Hasta ahora, se pensaba que las púas caudales y estructuras defensivas complejas habían surgido en el Cretácico temprano. Sin embargo, la morfología del Spicomellus demuestra que estas innovaciones existían millones de años antes.

Su armadura no solo servía como escudo frente a depredadores como los alosaurios, sino también como una forma de exhibición, un rasgo que lo acercaría a lo que hoy asociamos con el estilo punk-rock: ostentoso, llamativo y, sobre todo, imposible de ignorar.

Para los investigadores, este hallazgo obliga a repensar cómo y cuándo aparecieron las armas evolutivas más icónicas de los dinosaurios.

La robustez de su cola, por ejemplo, plantea que este herbívoro podía blandirla como un arma contundente, anticipando comportamientos defensivos que se habían atribuido a etapas mucho más tardías.

El tanque punk del Jurásico

(Nature)

Imaginar al Spicomellus es reconstruir a una criatura que parecía salida de un cruce entre tortuga y puercoespín, pero a escala colosal.

Con su cuerpo bajo y pesado, protegido por púas y placas óseas, se movía como un fortín ambulante que imponía respeto en los ecosistemas del Jurásico medio.

La comparación con un “tanque bípedo con estética punk” no es exagerada: su diseño corporal respondía a la necesidad de sobrevivir en un entorno donde la fuerza bruta definía la vida y la muerte.

A medida que los depredadores se volvían más veloces y feroces, los herbívoros respondían con defensas cada vez más extremas. El Spicomellus fue, en ese juego evolutivo, uno de los primeros en llevar la armadura al límite.

Un fósil que abre preguntas

(Nature)

El hallazgo en Marruecos no solo amplía el mapa de los anquilosaurios primitivos, sino que refuerza el papel del norte de África como escenario clave en la historia temprana de los dinosaurios.

Más allá de su apariencia imponente, el Spicomellus ofrece nuevas pistas sobre cómo funcionaban los ecosistemas hace 165 millones de años y sobre la diversidad evolutiva que antecedió a gigantes como el Tiranosaurio Rex.

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