¿Tu gato naranja es muy travieso? No estás solo y la ciencia está empezando a entender por qué

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Jimmy Pepinosa

Editor

Los gatos naranjas han encontrado un lugar especial en el corazón y en los celulares de millones de personas. Desde videos en TikTok donde cuelgan de lámparas o se lanzan desde repisas hasta testimonios de dueños que juran que son los más impredecibles y amigables del mundo felino.

De hecho, la idea de que estos gatos tienen una personalidad particular se ha vuelto casi un meme. Pero, ¿hay algo de verdad científica detrás de esta fama?

Lo primero que hay que aclarar es que un gato naranja no es una raza. No hay una línea exclusiva de felinos “naranjas”, sino que este color aparece en distintas razas como los Maine coon, los bobtail americanos, los munchkin o los siberianos. Entonces, ¿por qué tanta gente siente que los gatos naranjas comparten ciertos rasgos, sin importar su origen?

Más allá del color: lo que la genética comienza a revelar

Gatos Naranja 2 (Pexels)

La clave puede estar en el gen ARHGAP36, identificado recientemente como responsable del pelaje naranja.

Este gen está ligado al cromosoma X, lo cual tiene una implicación interesante: dado que los machos tienen un solo cromosoma X, solo necesitan una copia del gen para mostrar este color.

Las hembras, en cambio, requieren dos copias. Por eso, la mayoría de los gatos naranjas son machos, y eso podría ser parte de la historia.

El veterinario y científico clínico Carlo Siracusa, de la Universidad de Pensilvania, lo resume así: si muchos de los gatos naranjas son machos, y si en promedio los machos son más extrovertidos, quizá lo que percibimos como "personalidad de gato naranja" sea en realidad "personalidad de gato macho". Pero la explicación no se detiene ahí.

¿Gato travieso o sesgo del dueño?

Gatos Naranja 1 (Pexels)

En 2015, un par de estudios exploraron si había algún patrón conductual relacionado con el color del pelaje felino.

Uno, basado en encuestas anónimas, encontró que las personas eran más propensas a describir a los gatos naranjas como amistosos. Otro, más amplio, halló que si bien el comportamiento felino suele estar más relacionado con la raza, algunos colores también mostraban diferencias.

Pero Siracusa, quien lideró este último estudio, advierte que los resultados tienen limitaciones: las respuestas dependían de lo que los dueños percibían. Y las percepciones pueden estar influidas por ideas preconcebidas. Es decir, si creemos que los gatos naranjas son más juguetones, podríamos interpretar su comportamiento a través de ese filtro.

Curiosamente, ese mismo estudio encontró que los gatos naranjas tendían a mostrar más conductas de agresión por miedo hacia personas desconocidas, además de un mayor interés en presas. Una imagen algo distinta a la del “gato amigable y torpe” de las redes sociales.

¿Una conexión entre pelaje, cerebro y hormonas?

Gatos Naranja 3 (Pexels)

La idea de que un solo gen pueda influir tanto en el color como en el comportamiento no es nueva. En humanos, por ejemplo, el gen MC1R, que da lugar al cabello rojo, también se ha relacionado con tolerancia al dolor y sensibilidad a la anestesia.

En gatos, la relación entre el gen ARHGAP36 y la personalidad sigue sin demostrarse de forma concluyente, pero hay pistas interesantes.

Este gen no solo afecta las células pigmentarias, sino que también se expresa en el cerebro y en glándulas hormonales. Y las células que dan origen al color del pelaje, curiosamente, se desarrollan en las mismas zonas embrionarias que aquellas que se convertirán en neuronas y células que regulan la excitabilidad y la actividad.

Para el genetista japonés Hiroyuki Sasaki, esto abre la puerta a una hipótesis: es posible que la mutación del gen no solo defina el color, sino también influya en la química cerebral del gato. Aunque, como él mismo señala, por ahora eso sigue siendo una especulación sin pruebas directas.

Cada gato, un mundo

Gatos Naranja 4 (Pexels)

A pesar de estas teorías, los expertos coinciden en algo fundamental: no hay garantías. No todos los gatos naranjas serán alocados, ni todos los siameses serán parlanchines. Los animales, como las personas, tienen personalidades únicas que a veces desafían cualquier generalización.

Siracusa lo ve todo el tiempo en su consulta veterinaria: dueños que eligen gatos por su color o raza esperando ciertos comportamientos… y luego se encuentran con algo completamente distinto.

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