En una carta pública dirigida al Gobierno nacional, el Congreso y entidades reguladoras como la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), los principales gremios de telecomunicaciones de Colombia lanzaron una advertencia que va más allá de cifras y balances.
La misiva firmada por compañías como Asomóvil, Andesco, Asotic, GSMA y Asiet, advierte que si no se regula de forma equitativa el uso de las redes digitales, el país podría enfrentar una crisis de conectividad que afectaría servicios esenciales como la educación, la salud y el trabajo en línea.
Asimismo, señalan un desequilibrio estructural en el ecosistema digital colombiano.
Una red de todos que no todos pagan
(Pexels)
Por un lado, los operadores de telecomunicaciones han invertido más de 55 billones de pesos en los últimos siete años para sostener y expandir la infraestructura de redes.
Por otro, el ingreso promedio mensual por usuario, conocido como ARPU, se ha desplomado en casi un 70 por ciento en la última década, en parte por la necesidad de mantener precios bajos.
Al mismo tiempo, el tráfico de datos no ha dejado de crecer: entre 2022 y 2024, el tráfico móvil aumentó un 57 por ciento, y la demanda sigue impulsada por el auge del contenido en plataformas digitales.
Solo tres compañías, Meta (que opera Facebook, Instagram y WhatsApp), Google (a través de su matriz Alphabet, que también controla YouTube) y TikTok, concentran el 67 por ciento del tráfico total de datos en el país.
Sin embargo, los gremios sostienen que las plataformas digitales operan bajo una lógica que les permite beneficiarse de este ecosistema sin tener que aportar a su sostenibilidad.
Sector denuncia un desequilibrio estructural
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Según la carta, estas compañías no están sujetas a la regulación local, no pagan por el uso de las redes físicas y, en muchos casos, imponen unilateralmente condiciones técnicas para alojar su contenido.
Es una situación que los operadores califican como una “enorme asimetría” frente al peso económico que deben asumir las empresas que despliegan y mantienen la infraestructura.
En Colombia, más de 41 millones de personas acceden a servicios de conectividad fija, móvil o audiovisual. La cobertura actual llega al 79 por ciento de la población, lo que posiciona al país entre los 50 con mejor acceso a nivel mundial.
Sin embargo, para alcanzar la meta oficial del 95 por ciento de cobertura, establecida por el Ministerio TIC, se necesitaría una inversión adicional de 4.500 millones de dólares. Una cifra difícil de lograr si las condiciones actuales no cambian.
Un llamado a regular
(GSMA)
El sector de telecomunicaciones advierte que si esta tendencia se mantiene, los operadores perderán capacidad para seguir invirtiendo, lo que pondrá en riesgo no solo la calidad del servicio, sino también su expansión hacia las regiones más apartadas.
Eso significaría frenar proyectos de inclusión digital y ampliar aún más la brecha tecnológica entre zonas urbanas y rurales. Lo que está en juego, insisten los gremios, no es solo la rentabilidad del sector, sino la posibilidad de garantizar acceso efectivo a derechos fundamentales.
En un país donde el trabajo remoto, la educación virtual, la telemedicina y la participación democrática dependen cada vez más del acceso a internet, una infraestructura debilitada tendría consecuencias profundas para el desarrollo económico y social.
¿Qué proponen los gremios?
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La carta no se queda en el diagnóstico. También propone medidas concretas. En primer lugar, pide que Colombia adopte un modelo regulatorio que obligue a los grandes generadores de tráfico a asumir una parte proporcional de los costos de red, tal como sucede en países como Corea del Sur, donde existe un marco de negociación regulada entre operadores y plataformas.
Además, proponen una simplificación normativa para los operadores, que hoy deben responder a una carga regulatoria elevada, mientras que las plataformas digitales operan sin mayores restricciones.
Según estudios de la Universidad Nacional y otras entidades como NERA y JSM, este enfoque más equilibrado permitiría garantizar la viabilidad financiera del sistema y promover una expansión sostenida de la conectividad.
Un futuro digital en riesgo si no hay cambios
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La misiva concluye con un mensaje directo: sin reglas claras y justas, Colombia corre el riesgo de quedarse atrás frente a otros países de la región en innovación, competitividad y transformación digital.
Para los gremios, regular el ecosistema digital no es solo una cuestión económica: es una condición básica para cerrar la brecha digital, sostener los avances logrados y garantizar que el acceso a internet sea una realidad para todos.
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