Jimmy Pepinosa
EditorEl cierre de 2025 marca un punto de inflexión para la Línea 1 del Metro de Bogotá. Por primera vez, el proyecto dejó de ser solo obra civil para convertirse en un sistema en movimiento.
De hecho, las obras alcanzaron un nuevo hito con el inicio de las pruebas de rodamiento del primer tren con el objetivo de poner a prueba la integración de sistemas como energía, comunicaciones y seguridad.
Asimismo, la apertura de una estación clave de TransMilenio integrada al futuro trazado y un cronograma claro para 2026 permiten entender en qué punto real se encuentra la obra más grande de infraestructura urbana del país.
El Metro empieza a moverse con las primeras pruebas de rodamiento
(Alcaldía de Bogotá)
El Patio Taller de Bosa se convirtió en el escenario del primer gran ensayo técnico del Metro de Bogotá. Allí, el tren identificado como 10101 comenzó sus pruebas dinámicas tras completar la fase estática, dando sus primeros recorridos sobre una vía de ensayos de poco más de 900 metros.
En esta etapa inicial, el tren se desplaza de manera manual y a velocidades controladas que no superan los 30 km/h, suficientes para evaluar el comportamiento del sistema de tracción, el frenado, la respuesta de los motores eléctricos y el desempeño de los seis vagones en curvas y cambios de pendiente.
Más allá del movimiento visible, lo que se está poniendo a prueba es la integración de múltiples sistemas y aunque en esta fase la operación manual es necesaria para calibrar sensores, validar protocolos y detectar posibles ajustes antes de avanzar a escenarios más exigentes.
(Alcaldía de Bogotá)
El proceso no es menor. Este mismo tren ya había recorrido cerca de 2.500 kilómetros de prueba en China y deberá completar una distancia similar en Bogotá. Durante el primer semestre de 2026, los ensayos continuarán en el taller y, una vez finalizada la electrificación del viaducto, se trasladarán a la línea principal, donde el tren alcanzará los 80 km/h, su velocidad de diseño.
Solo después de superar esta fase se autorizará la operación conjunta con el resto de la flota, que estará compuesta por 30 trenes con capacidad para transportar hasta 1.800 pasajeros cada uno.
Calle 26: una estación que anticipa el Metro en la Caracas
(Alcaldía de Bogotá)
Mientras los trenes comienzan a rodar en Bosa, en superficie también se materializan cambios visibles para los usuarios del transporte público. La estación Calle 26 de TransMilenio, ubicada en la troncal Caracas Centro, entró en operación tras 19 meses de obras y se convierte en la primera estación articulada que dialoga directamente con la infraestructura del Metro.
En esta etapa inicial se habilitó el acceso norte, ubicado sobre la calle 28, lo que ya beneficia a más de 11.000 usuarios diarios del Centro Internacional y sus alrededores. La estación fue diseñada teniendo en cuenta la futura operación del viaducto, de modo que las columnas del Metro no interfieren con el flujo de pasajeros ni con la circulación de buses.
(Alcaldía de Bogotá)
El espacio, más amplio que el de estaciones tradicionales, ofrece mayor visibilidad, accesos piso a techo, infraestructura para personas con movilidad reducida y una distribución pensada para manejar altos volúmenes de pasajeros.
El acceso sur entrará en operación en el primer semestre de 2026, una vez concluyan los trabajos del viaducto sobre la avenida El Dorado, consolidando así un nodo clave de conexión entre TransMilenio y el futuro sistema férreo.
2026: integración, viaducto y pruebas a escala real
(Alcaldía de Bogotá)
Si 2025 fue el año en que el Metro empezó a moverse, 2026 será el periodo en el que el proyecto entre en su fase más compleja: la integración total.
Para ese año, la Empresa Metro de Bogotá prevé superar el 90 por ciento de avance de la obra, completar los cerca de 14 kilómetros de viaducto pendientes y tener en la ciudad la totalidad de los trenes.
El reto principal no estará solo en construir, sino en hacer que todo funcione como un sistema único. La integración entre obra civil, material rodante, energía, comunicaciones y operación automática será determinante para cumplir el cronograma que apunta a iniciar operación comercial en el primer trimestre de 2028. Durante 2026, los bogotanos comenzarán a ver trenes circulando sobre tramos cada vez más largos del viaducto, inicialmente sin pasajeros, como parte del proceso de certificación.
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