Bogotá y Medellín, dos de las ciudades más importantes de Colombia, han recorrido por años sendos caminos de transformación hacia lo inteligente. En su propósito de mejorar mediante la tecnología y la innovación la calidad de vida de los ciudadanos, sus autoridades han ideado propuestas para reducir la contaminación, mejorar la movilidad, aumentar la seguridad y ofrecer servicios públicos más eficientes.
Según el Índice de Ciudades y Territorios Inteligentes 2022 del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTIC), Medellín lidera al resto de en cuanto a su índice de madurez digital.
Bogotá, por su parte, es la primera de las tres ciudades colombianas en el listado de ciudades inteligentes de la IESE Business School. No obstante, la capital colombiana bajó 16 puestos en el índice SmartCity, para ubicarse en el puesto 129.
Juan Pablo Vélez, doctor en Ingeniería de Sistemas de la Universidad Nacional, dice que hay diferencias apreciables en los casos de Bogotá y Medellín.
"El Distrito Especial de Ciencia Tecnología e Innovación de Medellín es uno de los pioneros en el desarrollo de ciudades inteligentes, trabajando temas como movilidad inteligente, seguridad inteligente, temas como Atención al Ciudadano por medio de herramientas de Inteligencia Artificial y con avances como el Valle del Software para todos los estudiantes del Valle de Aburrá. Hay diferentes herramientas que se han aplicado, por ejemplo en la prevención del embarazo adolescente y en otras áreas", apunta.
"Bogotá tiene la particularidad de ser esta gran metrópoli, donde se agrupan personas de todo el país de diferentes regiones. Creo que tanto los distritos como las alcaldías, a largo plazo tendrán que enfocarse en desarrollar sus secretarías de innovación digital, con el fin de llegar a todos los ciudadanos por medio de capacitaciones por medio de desarrollos de hardware y software en los que todos los ciudadanos puedan tener al alcance capacidades de inteligencia artificial que les permitan incorporarse al mercado y así ir desarrollando diferentes áreas: la educativa, la industrial, la de salud, la del transporte... Así Bogotá irá teniendo una transformación digital que la irá posicionando como una de las mejores ciudades de Colombia".--Juan Pablo Vélez, doctor en Ingeniería de Sistemas de la Universidad Nacional
Que el enfoque de este trabajo se ponga, pues, sobre Bogotá y Medellín, no quiere decir que no haya otras ciudades ‘haciendo la tarea’ para seguir el mismo camino. Según el mencionado índice de ciudades inteligentes del MinTIC, Ibagué y Bucaramanga siguen a Medellín en el top 3 de los territorios con mejor desempeño en el índice de madurez, capacidades, resultados y percepción.
“Las ciudades inteligentes son fundamentales en la agenda de todos los gobiernos territoriales que han venido dando pasos importantes en la estructuración de temas como el uso de las tecnologías, la transformación digital y la innovación. Índices como el realizado por el MinTIC evidencian que Colombia es un país que migra hacia la transformación de territorios comunes y corrientes a unos más inteligentes, verdes y creativos”.--Alberto Samuel Yohai, presidente de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT).
Tanto Bogotá como Medellín tienen, sin duda, logros para mostrar en materia de gobernabilidad, capital humano, cohesión social, ambiente, gobierno y planeación urbana. Lamentablemente, Bogotá conserva problemas crónicos en materia de seguridad, movilidad y contaminación, y Medellín enfrenta retos en materia de control ambiental, asequibilidad a la vivienda y movilidad interactiva.
Ambas ciudades saben que para avanzar en sus planes deben fomentar el desarrollo económico, crear empleo, promover la innovación y atraer inversión extranjera. Y como todas las ciudades, ambas enfrentan los retos del cambio climático.
Y, sin embargo, nadie pondría en duda que, en un mundo cada vez más interconectado, en el que las ciudades inteligentes se han convertido en una tendencia global, ambas ciudades son ejemplos interesantes por sus esfuerzos para poner la tecnología de la información (TI) al servicio de un objetivo loable: mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, la eficiencia de sus servicios públicos y la sostenibilidad de su desarrollo.
Pero, primero: ¿Qué es una ciudad inteligente?
No existe una definición única de ciudad inteligente -y, si la hubiera, probablemente debería actualizarse de manera constante- pero se puede decir que el concepto alude a aquellas urbes que utilizan la TI para mejorar sus procesos, servicios e infraestructuras.
Las ciudades inteligentes se caracterizan por la integración de los datos en todos los ámbitos de la vida de sus ciudadanos y del trabajo de sus instituciones. Desde la gestión de los servicios públicos hasta la movilidad, la seguridad y la participación ciudadana, los datos guían la toma de decisiones.
Al tiempo, la tecnología abre la puerta, a una escala imposible de imaginar cuando comenzaba el siglo, para la participación ciudadana y basan su funcionamiento en la colaboración entre los ciudadanos y las autoridades para promover el desarrollo sostenible.
Según el TWI Institute, una ciudad inteligente utiliza las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para mejorar la eficiencia operativa, compartir información con el público y proporcionar una mejor calidad de servicio gubernamental y bienestar ciudadano.
El objetivo principal de una ciudad inteligente es optimizar las funciones de la ciudad y promover el crecimiento económico, al tiempo que mejora la calidad de vida de los ciudadanos mediante el uso de tecnologías inteligentes y el análisis de datos. El valor radica en cómo se utiliza esta tecnología más que simplemente en la cantidad de tecnología disponible.
Las posibilidades de las ciudades inteligentes
Colombia tiene mucho que ganar con el desarrollo de ciudades inteligentes, en especial si desea liderar a la región para convertirse en un líder en el desarrollo de ciudades inteligentes. El país cuenta con un ecosistema tecnológico dinámico, una población joven y digitalmente activa, y un gobierno comprometido con la innovación.
Sin embargo, también existen algunos desafíos que Colombia debe superar para desarrollar ciudades inteligentes. Entre ellos se encuentran la brecha digital (la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a las TIC y aquellas que no), la falta de talento formado en las áreas necesarias y la insuficiente inversión.
Este último punto es un desafío importante, toda vez que el desarrollo de ciudades inteligentes requiere una inversión significativa, que puede ser difícil de conseguir en un contexto de recursos limitados.
Con todo, el país tiene el potencial para convertirse en un líder en este campo. De la experiencia de Bogotá y Medellín podemos aprender todos.
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