Un vistazo microscópico al Amazonas con Foldscope, el microscopio para smartphones que cuesta un dólar

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Hace algo más de un año hablábamos de un proyecto que permitía construir un microscopio para smartphones con un sencillo recortable en papel y cartón. Los responsables de la idea la bautizaron como Foldscope, y su creación pronto demostró su capacidad en diversos escenarios.

Ahora un investigador llamado Aaron Pomerantz se ha llevado este dispositivo a la selva del Amazonas y concretamente al Tambopata Research Center en Perú, donde este microscopio ha demostrado su capacidad. Con una capacidad de ampliación de imágenes de hasta 480 aumentos, las capturas obtenidas permiten estudiar esta selva desde un punto de vista microscópico, y no solo tomando fotos: también es factible grabar vídeos de forma sencilla, algo de lo más interesante.

Explora el mundo microscópico por menos de un dólar

El dispositivo desarrollado por el ingeniero Manu Prakash en la Universidad de Stanford pesa tan solo 8,8 gramos y una vez montado a partir de un recortable de papel cabe en un bolsillo. El proceso de montaje es realmente sencillo -pero por si las moscas hay vídeo para guiar a los usuarios en ese montaje- y el resultado es un microscopio que se puede usar a simple vista, pero que también podremos acoplar a un smartphone tal y como ha hecho Pomerantz.

Foldscope2
¿Qué te llevarías a la selva (aparte del plátano)? Uhm, difícil decisión.

Este investigador ya había demostrado cómo el Foldscope -que tiene un coste inferior a un dólar- podía por ejemplo captar el colorido de un geranio con distintos niveles de ampliación (140x y 480x), pero en su reciente visita al Amazonas ha ido más allá y ha querido explorar esa selva con este singular dispositivo que evita cargar con los aparatosos microscopios convencionales.

Geranio

El resultado, como puede verse en el vídeo, es singular. Los microscopios no solo son frágiles y pesados, sino que tienen problemas con ambientes húmedos que hacen que las lentes acaben funcionando peor a cada momento. El propio Pomerantz explicaba que "en cierto momento hubo un microscopio en el centro de investigación, pero se estropeó por la humedad de la jungla".

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De izquierda a derecha y de arriba a abajo: células de una hoja, cristales de azúcar, un ácaro (Phytoseiidae), y un tallo de apio bajo el examen de este singular microscopio.

Como explica en su propio blog, el Foldscope no solo resulta interesante para trabajos de campo por parte de investigadores que de esa forma tienen acceso a una herramienta que puede resultar vital para sus estudios, sino para acercar este tipo de disciplina a todo tipo de centros educativos, tanto de países desarrollados como de países en vías de desarrollo. De hecho este es uno de los objetivos de la empresa que se ha creado para popularizar y masificar el uso de este dispositivo.

Vía | Wired
En Xataka | Convierte tu smartphone en un microscopio gracias a las impresoras 3D

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