El rover Perseverance de la NASA confirmó que en Marte también caen rayos, aunque se trata de un hallazgo tan revelador como riesgoso

Jimmy Pepinosa

Editor

Marte lleva décadas revelando fragmentos de su historia, su clima y su compleja dinámica atmosférica. Pero ahora, gracias a un análisis profundo de los registros del rover Perseverance, los científicos de la NASA confirmaron un fenómeno que durante años permaneció en el terreno de las hipótesis: en planeta rojo también hay descargas eléctricas

Son pequeñas, breves y difíciles de detectar, pero reales. Y su existencia abre una nueva etapa para entender un planeta donde el polvo, el viento y las tormentas son protagonistas constantes.

Perseverance, que desde 2021 recorre el cráter Jezero, captó estas señales con su instrumento SuperCam, un sistema que combina micrófonos de alta sensibilidad con sensores electromagnéticos. 

En esas mediciones, distribuidas a lo largo de 28 horas de grabación repartidas en dos años marcianos, los investigadores identificaron 55 episodios asociados a descargas eléctricas. Es la primera evidencia directa de actividad eléctrica en la atmósfera marciana.

La chispa detrás del descubrimiento

Aunque es común imaginar un rayo como un destello que recorre kilómetros, lo registrado en Marte es muy diferente

Los investigadores los describen como “mini-rayos”: pequeños arcos eléctricos de apenas unos milímetros o centímetros generados por la fricción entre diminutas partículas de polvo. Esa fricción, conocida como triboelectricidad, es la misma que provoca chispas al tocar una manija metálica después de caminar por una alfombra en un día seco.

En Marte, este proceso ocurre dentro de los diablos de polvo y en los frentes de tormentas, fenómenos comunes en un ambiente extremadamente seco, frío y cargado de partículas suspendidas. 

Durante dos encuentros directos entre Perseverance y estos remolinos, el rover registró descargas acompañadas de chasquidos audibles, una señal inequívoca de electrificación atmosférica.

La atmósfera marciana, mucho más fina que la terrestre, favorece estas chispas con cargas mucho menores. Esta peculiaridad, sumada a la abundancia de polvo, convierte a Marte en un escenario ideal para este tipo de eventos eléctricos.

El clima marciano bajo una nueva luz

Para los científicos, esta confirmación tiene consecuencias inmediatas para la comprensión del clima marciano. El polvo ha sido, históricamente, uno de los elementos más influyentes en la dinámica del planeta. 

Ahora se sabe que puede interactuar con cargas eléctricas capaces de modificar su comportamiento, acelerar su transporte y afectar las condiciones atmosféricas locales.

Los episodios eléctricos documentados ayudan a entender cómo se forman y evolucionan las tormentas, en especial las que levantan columnas de polvo que pueden durar días o incluso cubrir regiones enteras. 

El viento juega un papel crucial en la acumulación de carga, lo que explica por qué estas descargas ocurren con mayor frecuencia en eventos localizados que en grandes tormentas globales como la de 2018, observada por el rover Curiosity.

Un nuevo riesgo para la exploración robótica y humana

(NASA)

Este hallazgo no solo aporta respuestas: también plantea nuevos desafíos. Los “mini-rayos” pueden representar un riesgo para los equipos electrónicos de rovers, landers y futuros vehículos tripulados. Incluso pequeñas descargas podrían afectar sensores, sistemas de comunicación o instrumentos científicos.

Para misiones humanas, que inevitablemente dependerán de sistemas eléctricos y trajes presurizados, comprender y prever estos eventos será fundamental. La electrificación atmosférica podría influir en la seguridad dentro y fuera de los hábitats, especialmente durante caminatas exploratorias donde los astronautas podrían exponerse a entornos cargados eléctricamente.

Perseverance ha tenido la oportunidad de captar estos fenómenos en primera línea. El 20 de agosto de 2024 quedó envuelto en una tormenta local que permitió observar cómo evolucionan el viento, el polvo y la carga eléctrica de forma simultánea. Estos datos ofrecen una base inédita para diseñar tecnologías más robustas y procedimientos de seguridad más precisos.

Marte se suma a los mundos eléctricos del Sistema Solar

Con esta observación, Marte ingresa oficialmente al grupo de planetas donde se ha documentado actividad eléctrica, junto con la Tierra, Júpiter y Saturno. También refuerza la hipótesis de que otros cuerpos como Venus, Urano o Titán podrían experimentar fenómenos similares.

Desde que Perseverance captó los primeros sonidos de Marte, incluyendo el aullido del viento y el zumbido del helicóptero Ingenuity, los micrófonos se han convertido en una ventana poderosa hacia un planeta que aún guarda secretos. 

Ahora, esa misma instrumentación ha revelado un fenómeno que llevaba décadas esquivando a astrónomos y sondas espaciales.

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