‘Good Boy’: la película de un perro que ve fantasmas es la sensación del terror en SXSW 2025

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A todos nos ha pasado. Los perros, esos compañeros incondicionales que viven con nosotros y comparten nuestras vidas, tienen la inquietante costumbre de quedarse mirando un cuarto vacío, o ladrar en medio de la noche, cuando no parece que nada suceda. En una palabra, es… espeluznante.

Bueno, fue esa sensación lo que llevó al director Ben Leonberg a escribir y, junto a su esposa, producir una cinta llamada Good Boy, que ha recibido toda clase de elogios en la más reciente edición del festival SXSW 2025, donde tuvo su estreno mundial.

El protagonista de la cinta no es otro que Indy, el retriever de los Leonberg, que interpreta a… bueno a Indy, porque una cosa es pedirle a tu perro que actúe en tu película de terror y otra es esperar que responda a otro nombre.

Dog

El actor del año

La historia de Good Boy es predeciblemente simple: Indy llega, junto a su amo humano Todd (Shane Jensen) a la cabaña del abuelo de este en una zona rural que por años los locales han considerado “embrujada”.

Y pese a eso, lo que separa a esta cinta de centenares de otras con cabañas embrujadas es que mientras Todd y su hermana, Vera, no ven o perciben nada fuera de lugar, es Indy el que siente el peligro de inmediato, observa los ojos fantasmales que lo miran desde la oscuridad de la noche y como puede intenta proteger a los suyos de la figura sombría que se arrastra por los rincones de la casa.

“Lejos de ser un truco, Good Boy" es la primera película de terror verdaderamente aterradora del año, así como un escaparate para uno de los mejores actores de su generación. (El perro. Es el perro)”.—Rafael Motamayor, Slashfilm.

Parece broma, pero la crítica sugiere que el carácter adorable e inocente del perro es la clave para que la película sea más aterradora (Indy no puede verbalizar sus advertencias que, en muchos casos, están condenadas a ser ignoradas) y también funciona como un tributo al vínculo emocional entre las personas y sus amigos de cuatro patas.

Leonberg dice que entrenó junto a su esposa -durante tres años- a su perro para que pudiera ejecutar las acciones necesarias para sus escenas. Ahora que la crítica la ha descubierto, el trío (esposo, esposa y perro) busca una distribuidora para llevar su cinta a los cines.

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