La batalla por los asistentes de voz está empezando a dejar claro quiénes van ganando y quiénes van perdiendo en ella. Mientras que Alexa y Google Assistant se reparten el pastel en el mundo occidental, Bixby y ahora Cortana comienzan a ver cómo sus opciones de éxito en este segmento son reducidas.
Microsoft parece aceptar esa derrota parcial: la empresa ha anunciado que se centrará en la productividad y abandonará sus ambiciones en los dispositivos conectados. Nada de altavoces o pantallas inteligentes con Cortana de cara al futuro, y de hecho también hay malas noticias para Cortana en Android, donde desaparece del lanzador de Microsoft para esta plataforma.
Cortana se queda afónica
Para empezar, Cortana dejará de estar disponible para quien use Windows 10 con cuentas locales: solo si usas una cuenta de Microsoft podrás activar el asistente de voz de Microsoft en este sistema operativo.
No solo eso: las opciones de Cortana para controlar todo tipo de escenarios se ven también mermadas. Como explicaban los responsables de Microsoft, los "skills" de terceros dejan de estar disponibles junto a la capacidad para controlar la música o los dispositivos del hogar conectado.
Así, los usuarios podrán seguir usando Cortana para establecer citas del calendario, tareas pendientes, crear alarmas o encontrar gente o ficheros. Incluso podremos realizar búsquedas usando Bing y le podremos pedir a Cortana que nos cuente un chiste o que nos avise de cómo está el tiempo.
Más allá de eso, las capacidades de Cortana se ven recortadas en Windows 10. En Android la cosa es aún peor, porque esta opción desaparece directamente del lanzador que Microsoft ofrece a los usuarios de esta plataforma móvil.
El movimiento no sorprende demasiado a la vista de los acontecimientos: el papel de Cortana se trató de impulsar mucho hace años, pero el avance de los altavoces inteligentes ha hecho que las familias de Amazon Echo y Google Home se hagan con un mercado en el que ni siquiera Apple ha entrado con mucha convicción. Microsoft parece preferir apartarse y conceder la victoria (una vez más) en este ámbito a sus competidores.
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