Durante años, Apple ha mantenido una reputación de transformar cada lanzamiento en un fenómeno global. Sin embargo, su más reciente apuesta, el iPhone Air, no parece haber provocado el entusiasmo habitual.
Pese a ser el teléfono más delgado que la compañía ha fabricado hasta la fecha, los reportes desde la cadena de suministro sugieren que el interés por este modelo ha sido tibio.
Como consecuencia a esta tímida recepción, Apple habría decidido reducir drásticamente su producción cuando se cumple poco más de un mes después de su lanzamiento.
Apple ajusta la producción del iPhone Air
(Apple)
De acuerdo con fuentes citadas por Nikkei Asia, Apple ha notificado a sus socios de manufactura sobre una disminución significativa en los pedidos de producción del iPhone Air, al punto de acercarse a niveles considerados como “fin de producción”.
La medida contrasta con el desempeño general de la línea iPhone 17, que mantiene estimaciones entre 85 y 90 millones de unidades producidas para este año.
Mientras los modelos base y Pro muestran ventas sólidas, incluso superiores a las del iPhone 16, el iPhone Air parece haber quedado rezagado. Según los datos iniciales, las versiones estándar del iPhone 17 vendieron un 31 por ciento más que su antecesor en sus primeros diez días en Estados Unidos y China, y los modelos Pro también experimentaron un incremento de dos dígitos.
El Air, en cambio, se ha comportado comercialmente igual que el iPhone 16 Plus, el modelo que reemplazó dentro del portafolio.
El diseño más delgado del mundo… y también el más divisivo
(Apple)
El iPhone Air representa un cambio estético notable dentro de la línea de Apple. Con un perfil ultradelgado, peso reducido y una estructura pensada para la comodidad, busca atraer a quienes priorizan la portabilidad sobre la potencia.
Su diseño, más cercano al de un prototipo futurista que al de un teléfono de masas, ha sido bien recibido por críticos que destacan su elegancia y ergonomía.
Sin embargo, esa delgadez también vino acompañada de compromisos. La autonomía de batería más corta y la ausencia de una cámara telefoto colocaron al Air en un terreno incómodo: demasiado avanzado para quienes buscan un teléfono convencional, pero limitado para quienes prefieren el rendimiento profesional de la línea Pro.
Un modelo pensado para los primeros adoptantes
(Apple)
Más que un fracaso, varios analistas ven al iPhone Air como un modelo de transición. Un experimento destinado a medir la respuesta de los usuarios frente a una categoría nueva: la de los teléfonos ultradelgados que podrían anticipar el futuro del iPhone plegable.
En reseñas especializadas, como la de The Verge, se describe al iPhone Air como “un producto de adopción temprana”, dirigido a entusiastas dispuestos a aceptar ciertos compromisos con tal de probar lo que está por venir.
En otras palabras, no es el iPhone ideal para todos, pero sí una ventana al futuro del diseño móvil que Apple quiere explorar.
Incluso dentro de la comunidad de usuarios, el Air ha generado opiniones divididas. Algunos destacan su ligereza y su sorprendente durabilidad, mientras otros consideran que sus limitaciones en batería o sonido lo hacen menos atractivo frente a las alternativas del mismo rango de precio.
Entre la innovación y la prudencia
(Apple)
Esta no sería la primera vez que Apple lanza un producto que inicialmente parece destinado a una minoría para luego convertirse en tendencia. Ocurrió con el primer iPhone en 2007, con el iPad y, más recientemente, con el Apple Watch.
El Air podría seguir ese camino si logra evolucionar hacia un dispositivo más equilibrado, con mejor autonomía y un ecosistema de funciones adaptado a su diseño ultrafino.
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