La movilidad se ha convertido en un problema cotidiano de las grandes metrópolis modernas como Bogotá y otras capitales. Esta razón ha llevado a los ciudadanos a popularizar nuevamente la bicicleta como un medio de trasporte preferido para moverse por distancias cortas durante las horas pico. A pesar de ello, muchas personas no gustan de esta solución por los problemas prácticos que resultan de cargar con este medio de trasporte con nosotros y no tener espacio para dejarlo o preocuparnos por que se la lleven.
Pensando en esta situación, varios diseñadores a lo largo de los años han presentado diversos modelos de bicicletas plegables que apuntan a un mismo objetivo. Hacer de ella tan portátil como sea posible, y eso es precisamente lo que ha logrado Karsten Bettin con su bicicleta plegable Kwiggle, la cual según él, es hasta un 40% más pequeña que la mayoría de las bicicletas plegables, convirtiéndola en solo 10 segundos en un pequeño paquete que se puede incluso meter dentro de una maleta de mano.
La Kwiggle, tiene un particular diseño que le permite al usuario pedalear en una posición casi vertical para optimizar su diseño, pero que igualmente permite conseguir una velocidad punta de hasta 35Km/h, nada mal para moverse entre la ciudad y evitar los embotellamientos. Luego, cuando el usuario la dobla en su forma portátil, la puede arrastrar gracias a dos diminutas ruedas como una maleta de mano, la cual pesa unos 8.5Kg. Este diseño plegable, permite al usuario llevar su bicicleta a donde sea que se dirija sin preocuparse por tenerla que dejar afuera amarrada con un candado.
Actualmente al Kwiggle se encuentra buscando financiación en kickstarter, en una campaña que ya ha recolectado más de €39.000 euros de los €195.000 que espera conseguir. Tener este medio de trasporte portátil no es en todo caso una adquisición económica, pues el modelo más económico en precio de preventa se ofrece por €1.240 euros es decir un poco más de cuatro millones de pesos.