OK, digamos que EEUU no tiene OVNI escondidos… pero sin duda tiene escondida tecnología que parece extraterrestre

OK, digamos que EEUU no tiene OVNI escondidos… pero sin duda tiene escondida tecnología que parece extraterrestre

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OVNI

Un informe muy esperado de la oficina del Pentágono encargada de examinar el tema de los OVNI (la sigla oficial es UAP) no encontró evidencia de que el gobierno de Estados Unidos esté ocultando evidencia de contacto extraterrestre o naves espaciales recuperadas. 

El informe de 63 páginas, ordenado por el Congreso, examinó los fenómenos aéreos no identificados y llegó a la conclusión de que la mayoría puede… bueno, identificarse.

La conclusión no sorprende a muchos expertos, aunque sí desilusiona a quienes esperaban un desenlace más revelador, al estilo X-Files. Pero si se examinan sus afirmaciones, el informe plantea preguntas intrigantes sobre los programas secretos del gobierno. En otras palabras, incluso si aceptamos que no eran OVNI, todavía no nos has contado qué eran en realidad.

El informe investigó las explosivas afirmaciones de denunciantes como David Grusch, quien alegó conocer de un programa de encubrimiento gubernamental de naves espaciales alienígenas estrelladas y de aprovechamiento, mediante ingeniería inversa, de tecnología extraterrestre. El informe rastreó estas afirmaciones hasta los programas clasificados subyacentes, pero determinó que ni uno solo podía considerarse relacionado con los OVNI.

Para los investigadores, lo más probable es que los testigos hayan malinterpretado proyectos clasificados como actividad OVNI.  En el pasado, afirman, casos que se creyeron avistamientos por décadas, pueden rastrearse con relativa certeza a las pruebas de aviones por entonces secretos, como el bombardero B-21 y a las de los primero drones militares.

Objeto Volador (terrestre) No Identificado

El informe también reconoce la posibilidad de que la tecnología humana secreta avanzada se confunda con tecnología alienígena. Un caso involucró a un testigo que describió una nave con "características peculiares", que los investigadores lograron conectar con una plataforma clasificada que se estaba probando en ese momento.

Pero ahí está el detalle: si descartamos el ángulo extraterrestre, la pregunta pasa a ser qué tecnología terrestre explica lo que docenas de testigos afirman haber visto: naves de formas inusuales -cilíndricas o redondas- volando a aceleraciones que hoy se consideran imposibles, con cambios súbitos de dirección y altura que los materiales conocidos no podrían soportar.

Para seguir ese razonamiento, el informe explora cómo la investigación y el desarrollo de vanguardia de materiales y sistemas de propulsión podrían malinterpretarse como avistamientos de tecnología de otros planetas.

Un ejemplo involucró a un testigo que escuchó acerca de una "prueba con extraterrestres" que la comisión rastreó hasta una prueba de materiales con un apodo que hacía referencia a los aliens. En otro caso, un oficial al que algunos reportes señalaban de haber dicho que tocó una nave extraterrestre en un hangar declaró que lo que dijo fue haber tocado una nave por entonces secreta de la Fuerza Aérea.

Pero que no sean extraterrestres no implica necesariamente que no existan tecnologías avanzadas, desconocidas para el público, que EEUU pueda haber recuperado. ¿Qué posibilidades tecnológicas desconocemos de lo que han hecho en secreto países como Rusia o como China? Si el gobierno está trabajando en tecnologías de ingeniería inversa, es probable que esas tecnologías provengan de esos países, e incluso de aliados como Corea del Sur o Israel.

El informe concluye reconociendo la inmensidad del universo desconocido y el potencial de avances científicos que podrían parecer extraños, pero se cuida de no dar crédito -ni combustible- a las teorías sobre OVNI. Sí menciona, en cambio, un programa gubernamental financiado por el ex senador Harry Reid que estudió los UAP e incluso conceptos de física teórica como los motores warp y las dimensiones paralelas.

Si bien el informe cierra la puerta a la idea de naves espaciales alienígenas, abre nuevas vías para la exploración. La verdadera naturaleza de los programas clasificados mencionados y el potencial para futuros descubrimientos científicos siguen siendo preguntas intrigantes y la verdad está allá afuera.

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