Por mucho tiempo, Google ha conservado los datos de sus clientes sin compartirlos, pero un nuevo emprendimiento ha logrado hacer flaquear al gigante estadounidense y dice que será posible ganar dinero con tus propios datos personales.
Google ha reinado en Internet por años sin compartir tus datos. Por un lado, es imposible saber qué hace la empresa con ellos, a pesar de la ley europea conocida como GDPR (Reglamento General de Protección de Datos), que se supone que los protege. La empresa italiana Hoda lanzó en 2019 su aplicación Weople, justamente un año después de la normativa.
Hoda tiene como objetivo recuperar los datos personales de grandes empresas y almacenarlos en una caja fuerte digital que te pertenece.
De esta manera, los datos vuelven a ser tuyos y puedes conservarlos o evaluarlos. Esa es toda la propuesta de valor de Hoda: permitirte recuperar dinero con la información sobre ti. Para ello, la empresa italiana los anonimiza y los vende. La gran diferencia es que tienes la opción de venderlos o no, sabes a dónde van y, sobre todo, puedes ganar dinero, ya que las ganancias son compartidas.
A Google no le gustó, pero perdió
Gracias al artículo 20 de la ley RGPD, es posible recuperar tus datos de cualquier empresa que los recopile. Sin embargo, algunas empresas no estaban de acuerdo con la ley. Google encabezó esa lista y no quería compartir tus datos. En julio pasado, la Autoridad Italiana de Competencia y Mercado (AGCM), tras la denuncia de Hoda, inició una investigación contra Google por abuso de posición dominante sobre el derecho a la portabilidad de datos.
El resultado llegó y Hoda ganó. Esto crea un precedente en Europa. Es una victoria que permite a Hoda continuar su actividad pero, sobre todo, abre el camino a otros actores.
Un futuro con un intercambio ético
El objetivo final es lograr un intercambio más ético de los datos personales. Permitir que la gente recupere una parte del dinero que se gana a sus espaldas es muy beneficioso. Esto justifica más fácilmente la venta de datos y, por lo tanto, la posibilidad de ver su información vendida al mejor postor.
Para ser aún más claro, las personas deben tener la posibilidad real de participar activamente, con sus datos, en el gran juego de los miles de millones de dólares que representan la economía de datos y beneficiarse de ello. Los usuarios deben tener la posibilidad de actuar como sujetos - y no como objetos - y deben estar protegidos. Por lo tanto, es esencial que los datos puedan ser transportados libre y fácilmente de una plataforma a otra por las personas.
La batalla de David contra Goliat vio así vencer a la pequeña startup italiana, en un resultado alentador para el futuro del manejo de nuestros datos personales.