¿Cómo se deben incluir los emojis y emoticonos en una oración o un párrafo? ¿Van separados por puntos o comas? ¿Van ante o después del punto final? Un usuario pidió ayuda a la Real Academia Española y obtuvo una respuesta.
Probablemente no haga falta, pero por ahora baste decir que un emoji es en rigor un pictograma, un dibujo o signo que expresa una emoción o idea. El concepto no es lo que se dice nuevo, pero su uso explotó en la era de la comunicación electrónica, especialmente gracias al auge de las redes sociales.
Era cuestión de tiempo para que alguien acudiera a la RAE y eso fue lo que hizo el usuario @SHC_1603. En su consulta, dirigida al canal de ayuda de la RAE en Twitter, indagó por el correcto uso de los emojis y, sobre todo, cómo se insertan en la frase respetando la puntuación.
La cuenta @RAEInforma respondió con una explicación sucinta: "Si el emoticono o el emoji afecta a todo el enunciado y este es el único del mensaje, se recomienda situarlo tras el signo de cierre, como elemento extraoracional: Ayer fue un buen día. 😀".
Sin embargo, aclara la RAE: "si hay otro enunciado tras aquel al que modifica el emoji o el emoticono, es preferible situarlo delante del signo de cierre, para que no parezca que modifica al enunciado siguiente: Ayer fue un buen día 😀. A ver cómo me va hoy".
Solo en contextos informales
Claro, ¿no? En el pasado, la RAE había abordado el tema de los emoticonos (que, a diferencia de los emojis, usa caracteres, generalmente signos de puntuación, números y letras, para expresar los sentimientos, el estado de ánimo o la reacción de una persona) y señaló que se recomienda escribirlos después del punto como elemento extraoracional, pero antes del punto si solo afecta a la última parte o equivale a una palabra. Aquí está la explicación.
Si se piensa, es, en efecto, muy gracioso. ;)
Pero por más que el pronunciamiento abra ante nosotros un universo de posibilidades, como emojis en los titulares y textos de Xataka Colombia, la Academia no aconseja su uso indiscriminado.
En su recomendación oficial sobre el particular, la RAE indica que "el uso de los emojis y los emoticonos es admisible en contextos informales o de carácter privado, pero no sería adecuado en un documento institucional o formal. En cualquier caso, se debe procurar siempre que su empleo no empobrezca el uso de la lengua".
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