El día ha llegado. Después de 23 años de conectar a personas de todo el mundo, Skype, el popular servicio de videollamadas, dejó de funcionar de manera definitiva el día de hoy. Microsoft, su empresa matriz, recibe a quienes visitan la famosa URL con una invitación para que migren sus llamadas a Teams.
Es el fin de una era, luego de que Microsoft eligió fortalecer a su app de llamadas y reuniones y lo cierto es que no llega desprovisto de cierta nostalgia. En mi caso, porque Skype fue la piedra angular de una idea que nació en 2009, cuando trabajada en la redacción internacional de El Tiempo.
Tiempo Real nació de un aspecto básico, y en retrospectiva, irónico, y es que como periodista internacional no viajaba tanto como hubiera querido a los lugares en que ocurrían las historias sobre las que escribía. Para no dejar limitado el ejercicio de la sección a lo que envíaban agencias y corresponsales, pensé que tenía que haber otra forma -distinta al teléfono- de contactar a las fuentes, donde quiera que estuviesen.
En esa época Skype ya estaba fírmemente afianzado como opción para hacer llamadas, pero solía usarlo solo para asuntos personales. Sintiendo que valía la pena hacer la prueba, el primer desafío fue conseguir la cámara -porque en esa época no había una integrada en cada computador- y, cuando la obtuvimos, el firewall del periódico no dejaba entrar o salir señales de video.
Resuelto el tema técnico, me di a la tarea de buscar personas abiertas a conceder entrevistas por ese medio. Resultó más fácil de lo que pensábamos.

Diálogos cámara a cámara
Tiempo Real se estrenó el 14 de abril de 2009 con tres entrevistas. La primera fue a Eric Levin, presidente de la firma que lanzó una versión electrónica del cubo de Rubik. La segunda fue con Vikas Swarup, autor de Q & A, el libro en el que se basó la película Slumdog Millionaire, y la tercera con dos periodistas de The Rocky Mountain News, un diario de Colorado (E.U.), que cerró debido a la crisis financiera, tras casi 150 años de historia.
Skype fue a la vez un regalo del cielo y una maldición de todos los demonios.
Fue un regalo, porque a lo largo de más de cien programas, nos permitió contactar a gente en el círculo polar ártico, en el desierto de Atacama, en las profundidades de Alaska y -lo juro por Dios- incluso en lo alto de un árbol en las profundidades de la selva de Tasmania.
Y fue, sí, una maldición infernal porque tomó tiempo dominar el aspecto técnico de la grabación. Hoy, más de 15 años después, pocos lo entenderán, pero hubo entrevistas que quedaron grabadas solo en audio, o solo en video (sin audio) o con la señal de mi cámara estorbando en la imagen del entrevistado. También hubo algunas que se interrumpieron o congelaron por la mala señal.
Con todo, el programa se hizo y, a lo largo de cuatro años, contó historias asombrosas, conmovedoras y profundamente humanas. Por allí desfilaron 'celebridades' del mundo tech, como el hombre que hizo la primera llamada celular de la Historia, el diseñador que dibujó el logo de Apple o la locutora que le dio la voz a Siri. Mención aparte se merece el lingüista que creó la lengua na'vi, de Avatar.
Es irónico que, por mucho tiempo, su interfaz remitió a una charla de Messenger, porque la práctica totalidad de las entrevistas se hizo por Skype.
Tiempo Real dejó de emitirse en 2013 y yo salí de El Tiempo en 2019. Ahora que Skype hace, también, su salida, es una curiosidad que alguien recuerde las épocas en que la innovación era algo que hoy hacen a diario millones de personas.
Así que, adiós Skype, gracias por todo. Tus usuarios pueden migrar todos sus contactos y datos de chat a Microsoft Teams, o pueden optar por descargar sus datos de Skype y pasar a otro servicio de videollamadas. Hay muchos. Pero para mí siempre será esta la plataforma que nos permitió ‘viajar’ por el mundo haciendo entrevistas cámara a cámara.
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