WhatsApp, la aplicación de mensajería más popular del mundo, comenzó a implementar una nueva función que promete transformar la manera en que los usuarios controlan su privacidad.
Se trata de una herramienta denominada “Privacidad avanzada de chats”, que permite restringir la exportación de mensajes y bloquear la descarga automática de fotos y videos por parte de los receptores.
Esta nueva opción representa un paso importante hacia la protección de los contenidos personales que circulan por la plataforma, en un contexto donde el uso no autorizado de información compartida se ha convertido en una preocupación constante.
¿De qué se trata?
Con esta función activada, los usuarios podrán impedir que las conversaciones sean exportadas a otras aplicaciones como el correo electrónico, Google Drive o Notas, así como evitar que los archivos multimedia se guarden automáticamente en la galería de los destinatarios.
A esto se suma la limitación en el uso de herramientas de inteligencia artificial como Meta AI, que en algunos entornos de prueba tiene acceso a los chats para generar respuestas automáticas o imágenes basadas en el contenido de la conversación.
La medida busca ofrecer un entorno más controlado, especialmente en grupos donde los participantes no necesariamente se conocen o donde se intercambia información delicada.
Sin embargo, la herramienta no bloquea por completo todas las formas de difusión. Las capturas de pantalla y la descarga manual de fotos o videos siguen siendo posibles, lo que demuestra que aún quedan aspectos por reforzar. Desde WhatsApp anunciaron que esta es apenas la primera fase de una estrategia más amplia de protección, y que nuevas funciones llegarán en futuras actualizaciones para ampliar este blindaje digital.
¿Cómo funciona?
Activar la función es sencillo. Solo es necesario ingresar en los ajustes de la aplicación, acceder al menú de privacidad y seleccionar la opción de “Privacidad avanzada de chats”. Desde allí, se pueden activar los controles para limitar la exportación de mensajes y desactivar la descarga automática de archivos multimedia.

La configuración puede aplicarse tanto en chats individuales como grupales, aunque está especialmente recomendada para espacios en los que la privacidad es una prioridad, como conversaciones laborales, comunidades en línea o grupos de eventos abiertos.
Esta actualización responde a una demanda creciente de los usuarios por tener mayor control sobre su información. El simple hecho de compartir un mensaje o una imagen no debería implicar perder el control sobre su uso posterior.
Con esta medida, WhatsApp da un paso más allá del cifrado de extremo a extremo —que protege los mensajes en tránsito— y comienza a enfocarse en lo que sucede con el contenido una vez que ha sido recibido. Se trata de una evolución importante en la manera en que entendemos la privacidad digital.
Aunque la función ya está disponible en la versión más reciente de la aplicación, su despliegue será gradual. WhatsApp ha confirmado que la actualización llegará de forma progresiva a los dispositivos móviles en las próximas semanas, por lo que algunos usuarios podrían tardar un poco más en verla habilitada en sus configuraciones. Como es habitual, la disponibilidad también dependerá del sistema operativo y la región.
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