¿Y si la nube vuelve a fallar? Cómo proteger tus datos y mantener tu negocio activo ante una nueva caída global

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Jimmy Pepinosa

Editor

La caída global de Amazon Web Services (AWS) del pasado 20 de octubre ya dejó atrás los titulares de emergencia, pero no las consecuencias

La nube más grande del planeta, donde operan buena parte de los servicios digitales del mundo, colapsó durante varias horas y generó más de 8 millones de reportes de fallos, dejando fuera de servicio a más de 100 plataformas esenciales como Snapchat, Reddit, Duolingo, Zoom o sistemas de pago en línea.

El costo económico fue igual de monumental: más de 75 millones de dólares por hora de interrupción, según estimaciones internacionales. Sin embargo, más allá de las cifras, la verdadera pregunta que muchos se hacen ahora es inevitable: ¿qué pasaría si vuelve a ocurrir?

Porque si la nube falla, la vida digital se detiene. Compras que no pasan, clases que no cargan, pagos rechazados o trámites suspendidos. La “nube” puede ser invisible, pero su ausencia se siente en todo.

Cuando la nube se apaga, el mundo se pausa

Cloud Nube 4 (Pexels)

El episodio de AWS demostró que incluso la infraestructura más robusta del planeta es vulnerable. Y que la dependencia global de unos pocos gigantes tecnológicos tiene consecuencias directas para empresas, instituciones y ciudadanos.

“Cuando un problema en Estados Unidos puede detener una empresa en Bogotá o la conexión de un estudiante en cualquier ciudad del país, la preparación no es opcional: es supervivencia digital”, explicó Óscar Ríos, gerente general de Conexcol, compañía que lidera servicios en la nube en Colombia.

Por eso, más que lamentar una caída, lo urgente hoy es aprender a anticiparla. Y hacerlo con una mezcla de prevención, respaldo local y una estrategia clara de continuidad digital.

Revisar, priorizar y planear: el trío esencial 

Cloud Nube 2 (Pexels)

El primer paso, dicen los expertos, es saber dónde están alojados los datos. Muchas empresas nunca revisan en qué país se guarda su información o bajo qué jurisdicción se rige su servicio en la nube. En una emergencia global, ese detalle puede determinar si una compañía puede o no seguir operando.

También es clave identificar qué procesos no pueden detenerse como pagos, atención al cliente o comunicación interna y tener un plan B digital con canales alternos de cobro, copias descargadas de contactos y respaldo actualizado de las bases de datos.

Ríos lo resume con una metáfora sencilla: “Tener toda la información en una sola nube es como guardar toda la mercancía en una sola bodega. Si se bloquea la entrada, se detiene todo. La nube híbrida, una parte internacional y otra local, da equilibrio y seguridad”.

Pymes y startups: las más expuestas

Nube (Pexels)

Las pequeñas y medianas empresas, junto con las startups, suelen ser las más vulnerables ante una caída de la nube. Muchas dependen por completo de plataformas externas como Shopify, WhatsApp Business o HubSpot, todas alojadas en servidores internacionales.

Una interrupción global puede significar horas sin ventas, sin comunicación y sin servicio al cliente. 

Y aunque el impacto parezca inevitable, prepararse no requiere grandes inversiones, solo planificación y constancia. Configurar respaldos automáticos, capacitar a los equipos y definir canales de contingencia puede marcar la diferencia entre detenerse o seguir funcionando.

La nube global y su efecto dominó

Cloud Nube 1 (Pexels)

En la actualidad, tres empresas sostienen buena parte de la infraestructura digital del planeta: AWS de Amazon, Microsoft Azure y Google Cloud. Juntas controlan más de dos tercios de los servicios en la nube. Esa concentración permitió abaratar costos y escalar más rápido, pero también generó una dependencia estructural.

Cuando una de ellas se cae, el efecto dominó recorre todo el ecosistema digital: desde bancos y universidades hasta apps de transporte o plataformas de pagos. En Colombia, cada vez más sectores dependen de esos servidores ubicados fuera del país.

El problema no es solo que “la página no carga”. Un apagón digital puede traer pérdida de ventas, daños reputacionales, retrasos en transacciones e incluso sanciones por fallas en la protección de datos.

Un asunto técnico… y legal

Nube 1 (Pexels)

La Ley 1581 de 2012, que regula la protección de datos personales en Colombia, exige que toda información transferida al exterior cuente con el mismo nivel de seguridad exigido en el país. 

Si una nube internacional falla, los procesos de recuperación y respuesta pueden quedar bajo otra jurisdicción, encareciendo y demorando las soluciones.

Para Ríos, esto refuerza una idea fundamental: “Los grandes sistemas cloud son aliados poderosos, pero un evento internacional demuestra que contar con infraestructura local no es un lujo, es supervivencia digital. La continuidad del negocio depende de tener un plan que responda de inmediato en el país”.

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