Un vórtice polar extremo se cierne sobre Estados Unidos y amenaza con convertir la segunda investidura de Donald Trump en la ceremonia presidencial más fría en cuatro décadas. De hecho, ya se confirmó que se romperá con la tradición y no se celebrará frente a la fachada oeste del Capitolio, donde se ve el National Mall con su icónico Monumento a Washington.
Esta masa de aire ártico, arrastrada desde Siberia y descrita por meteorólogos como un fenómeno de magnitud histórica, ya ha comenzado a extender su helada influencia desde las Montañas Rocosas hasta la costa este, generando un frío gélido que afecta a millones de estadounidenses y podría desencadenar condiciones climáticas potencialmente mortales.
Recordemos que un vórtice polar es una corriente de aire helado que normalmente permanece confinada en las regiones polares. Sin embargo, esta barrera se ha debilitado, permitiendo que las masas de aire ártico se desplacen hacia Norteamérica como una banda elástica que ha provocado temperaturas inusualmente bajas en todo el país.
Un frío histórico para un día histórico

El Capitolio federal será testigo de una toma de posesión bajo condiciones climáticas extremas. Meteorólogos prevén temperaturas cercanas a los -6 grados Celsius al mediodía, acompañadas de vientos de hasta 56 km/h que podrían bajar la sensación térmica a niveles congelantes. Este frío rivaliza con el registrado durante la segunda investidura de Ronald Reagan en 1985, que alcanzó los -14 grados Celsius.
“Las condiciones serán despiadadas,” afirmaron desde el Servicio Meteorológico Nacional de EEUU, es por ello que Donald Trump confirmó que su toma de posesión como presidente de Estados Unidos se celebrará en el interior del Capitolio.
"Hay una ráfaga ártica barriendo el país", escribió Trump en su red Truth Social. "Por lo tanto, ordené que el discurso de investidura, además de las oraciones y otros discursos, se pronuncien en la rotonda del Capitolio de Estados Unidos" - Donald Trump.
Son "condiciones peligrosas" para los policías y fuerzas de seguridad, "e incluso para los caballos", así como para los "cientos de miles" de espectadores "que estarán fuera durante muchas horas", apuntó.
Para compensar y no perderse su esperado baño de masas, Trump anunció que el Capital One Arena estará "abierto el lunes para presenciar en directo este acontecimiento histórico". También tendrá lugar ahí el tradicional desfile posterior a la investidura, organizado habitualmente a lo largo de la inmensa explanada del Mall.
"Me reuniré allí con el público después de jurar el cargo", prometiendo que la ceremonia trasladada al interior del Capitolio "será una experiencia maravillosa para todos, especialmente para los numerosos telespectadores".
Sin embargo, el equipo del presidente electo ha mostrado preocupación por el impacto que estas condiciones podrían tener en la asistencia y el desarrollo del acto.
De hecho, las autoridades han tomado medidas adicionales para proteger a los asistentes, entre ellas la distribución de mantas térmicas y la instalación de estaciones de calefacción móvil. Sin embargo, la amenaza de hipotermia persiste, especialmente para los grupos más vulnerables, como ancianos y niños.
La magnitud del vórtice polar

Se espera que más de 280 millones de estadounidenses enfrenten temperaturas por debajo de lo normal, incluso en regiones como el norte de Florida y la costa del Golfo de México.
Y allá del impacto inmediato en la investidura, esta ola de frío extremo podría prolongarse hasta finales de mes, afectando el transporte, la agricultura y la vida cotidiana en general. Además, los expertos advierten que episodios como este podrían volverse más frecuentes debido al cambio climático, lo que subraya la necesidad de preparación y adaptación a fenómenos climáticos extremos.
Mientras tanto, los meteorólogos ya han detectado señales de que un fenómeno similar podría repetirse en febrero, trayendo consigo nuevas olas de frío intenso.
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