'Andor': resumen de los primeros tres episodios de la segunda temporada de la mejor serie de Star Wars, en Disney Plus

Disney escogió un calendario decididamente extraño para estrenar la segunda temporada de Andor en Disney Plus, pero cuando lo piensas, tiene sentido.

Con tres (!!!) episodios cada semana, tomará apenas un mes recorrer el camino de cuatro años que separa al momento en el que comienza la temporada (un año después de los hechos del final de la primera) y conectar con los decisivos acontecimientos de Rogue One.

Así las cosas, cada semana asistiremos a lo que básicamente es una película en tres partes, con un arco que se desarrolla y resuelve dentro de un año. Las fechas de estreno son:

• Abril 22: Episodios 1–3
• Abril 29: Episodios 4–6
• Mayo 6: Episodios 7–9
• Mayo 13: Episodios 10–12

Los títulos iniciales del primer episodio de este arco nos informan que estamos en BBY 4, cuatro años antes de la batalla de Yavin, la histórica gesta en la que la Resistencia destruyó la Estrella de la Muerte.

--Siguen spoilers de los episodios 1, 2 y 3 de la segunda temporada de Andor.—

Episodio 1: 'Un año después'

El primer episodio comienza con una secuencia que, automáticamente, pone a la temporada por encima de la primera en materia de acción.

Cassian Andor (interpretado por el siempre carismático Diego Luna) logra -por poco- robar un modelo nunca antes visto, posiblemente un prototipo de un TIE-Interceptor de una base de pruebas imperial. La secuencia funciona, justamente, por la cantidad de errores que comete el héroe, ahora convertido en un agente rebelde de confianza bajo el mando de Luthen Rael (Stellan Skarsgård).

La fotografía, el diseño de los sets, los efectos, el sonido y, en general, la construcción de la secuencia, marcan un visible avance para una serie que ya era el mejor producto de Star Wars en años cuando se estrenó la primera temporada, en septiembre de 2022.

Sí, eso dije.

Pero la hazaña de robarse lo que suponemos es un prototipo avanzado no evita que Andor caiga en las manos del grupo más desbaratado de rebeldes en el universo de Star Wars. Sin un líder aparente, hambrientos y asustados, toman prisionero al héroe, que para su desgracia usa un uniforme de piloto imperial.

La tensión de esa escena se prolonga, quizá demasiado, pero saca a la luz algunas características determinantes del personaje.

Mientras Andor resuelve su predicamento, viajamos a otros mundos para ver el entorno más creíble y vívido que hemos visto en una serie de Star Wars. En las montañas rocosas de Chandrila asistimos a la residencia de la senadora Mon Mothma, interpretada magistralmente por Genevieve O'Reilly, y a los preparativos de la boda de su hija.

Liberada como está del uso de The Volume, el sistema de pantallas que se empleó también en The Mandalorian, la serie amplía sus sets para hacer planos extensos, sin cortes. La llegada de Luthen y su asistente -que mueven sin que nadie lo sepa los hilos de la Resistencia- indica que esta no será una simple fiesta.

En Mina-Rau, un planeta agrícola del borde exterior, Bix (Adria Arjona) espera el regreso de Andor mientras intenta, sin demasiado éxito, sobreponerse al trauma que le dejó la tortura que experimentó durante el final de la primera temporada. Junto a ella se oculta también el mecánico -y casanova galáctico- Wilton Paak (Muhannad Bhaier).

La paz del lugar se ve perturbada por la llegada de tropas imperiales. Para un par de fugitivos como ellos, pocas noticias podrían ser más inquietantes.

Lejos de allí, en la División de Matheen, Orson Krennic (Ben Mendelsohn)- el Director de Investigación de Armas Avanzadas para el Ejército Imperial y el villano central de Rogue One- pone en marcha un plan que, ahora sabemos, es integral para la planeada construcción de la Estrella de la Muerte.

Krennic monta una historia de suficiencia energética, pero es una tapadera.  En realidad, los científicos de la Estrella de la Muerte necesitan minar kalkita, un mineral autóctono de Ghorman, que es vital para amplificar la energía del arma en un rayo estable lo suficientemente potente como para destruir un planeta entero.

El plan de Krennic es una oportunidad que Dedra Meero (Denise Gough) reconoce de inmediato.

En contraste con todo esto, los problemas domésticos de los Mothma parecen triviales. Pero antes de que podamos preocuparnos por eso, o por nada más, el pandemonio se desata entre el del grupo más desbaratado de rebeldes en el universo de Star Wars y Andor, prisionero, queda en la mitad de un tiroteo.

Episodio 2: 'Sagrona Teema'

El segundo episodio comienza exactamente donde terminó el primero, con el grupo más desbaratado de rebeldes en el universo de Star Wars fracturado y en abierta confrontación. Unos se refugian en el TIE-Interceptor robado por Andor, pero no tienen a nadie capaz de volarlo. Los otros, los que tienen prisionero a Andor, se refugian en lo que queda de la nave en la que él esperaba volver a casa.

Los segundos tienen la comida, pero los primeros tienen cañones de plasma. Por eso pronto toma forma un plan para girar la nave que no saben volar y disparar, desde tierra, contra sus excompañeros.

En Chandrila continúan las intrigas, y es allí que nos enteramos que Mina-Rau está confinado porque el Imperio se propone hacer una inspección minuciosa. La presión comienza a generar tensiones entre los aliados y por eso el grupo de Bix -fugitiva y sin papeles- comienza a planear su huída.

Lamentablemente, se cruza en sus planes el acoso de un oficial imperial que pone sus ojos en Bix y que de seguro va a causar problemas, problemas mayores, más adelante.

Como en el episodio anterior, cuesta dedicar tiempo a la pompa de la boda que se celebra en Chandrila, pero durante las celebraciones se tejen acuerdos y traiciones. Una de esas traiciones amenaza los intereses de Luthen y resulta, por tqanto, increíblemente peligrosa.

Descubrimos entonces que Dedra Meero vive en Coruscant con Syril Karn (Kyle Soller), y que su relación no está precisamente basada en la confianza mutua. También comprobamos que ni ella ha renunciado a su obsesión con aprehender a Luhten ni él a la de aprehender a Andor.

Hablando de este, logra predeciblemente escapar de sus por lo demás ineptos captores y aprovecha un patético intento de negociación -y un conveniente ataque de la fauna local- para correr hacia su Interceptor. Los integrantes del grupo más desbaratado de rebeldes en el universo de Star Wars tienen suerte de salir vivos y ven, frustrados, como la nave alza el vuelo.

Episodio 3: 'La cosecha'

En este punto, queda claro que una de las virtudes de la segunda temporada de Andor es lograr equilibrar a los principales actores de la génesis de la resistencia y darles tiempo para crecer y madurar.

Esto aplica de manera particular para los personajes supervivientes de la casa de Andor en Ferrix, que desempeñaron un papel fundamental en el apoyo a su causa, motivación y creencias a medida que avanzaba la serie. Entre ellos la más destacada es Bix, que claramente no la está pasando bien.

No ayuda tener encima a un abusador en potencia en la figura del oficial imperial. Claramente está al tanto de que ella no tiene documentos y pretende, para ignorarlo, obtener atenciones que Bix no está dispuesta a conceder. El depredador se encuentra con una resistencia más brutal de lo que esperaba y, efectivamente, paga su error con su vida.

En Chandrila, la boda tiene lugar como estaba planeado, y una vez más es Mon Mothma el rostro del precio que pagaron aquellos que impulsaron a la Resistencia sin empuñar desde el principio las armas.

Si resultaba difícil lidiar con los temas domésticos de los Mothma, lo es infinitamente más hacerlo con los de los Karn (¿Meero?). la llegada de la madre de Syrill parece un comic relief, pero la evolución de la escena hace mucho por perfilar a Dedra como una girl boss y todo el asunto termina, sorprendentemente, siendo satisfactorio.

En Chandrila, el peso de su actividad encubierta lleva a Mon Mothma al límite y la serie usa una frenetica secuencia de baile (!!!) para ilustrar su descenso a una caótica espiral en la que por momentos nada está bajo su control. Su gran amigo eligió presionarla para no revelar sus maniobras a favor de la Resistencia y ese resulta ser un pecado mortal. Luthen da la orden de eliminarlo y, si bien la serie no llega a mostrarlo, es claro que su vida tuvo un final violento.

Una charla con Kleya Marki (Elizabeth Dulau), la asistente de Luthen, lanza a Andor en una misión de rescate en Mina-Rau. Después de todo, ¿para qué tener un TIE-Interceptor si no vas a usarlo?

Y justo a tiempo, la violencia irrumpe en la pacífica comunidad agrícola y es la potencia de fuego de la nave robada lo que les da a los amigos de Andor (no a todos) la oportunidad de escapar. Espectacular secuencia y magnífico cierre para los acontecimientos de este primer arco.