Wilson Vega
DirectorLa semana pasada, The Last of Us nos asestó, con el segundo episodio de su segunda temporada, un golpe brutal. Como si se tratara del impacto de un palo de golf a la cabeza, es válido decir que muchos todavía no lo han superado.
La muerte de Joel es el momento más impactante de ambos juegos y lo cambia todo para cada personaje, así que es de suponer que sus efectos serán, cuanto menos, comparables en la serie de HBO.
Es algo que comenzamos a ver en los créditos iniciales, en los que la animación del avance del hongo en una superficie infestada concluye, ya no con la silueta de Ellie y Joel, sino con la de ella, que en muchos sentidos vuelve a estar sola.
--Siguen spoilers del tercer episodio de la segunda temporada de The Last of Us--
'El camino'
El episodio abre con una toma de la carnicería tras la Batalla de Jackson. El hecho de haber resistido el embate de una horda habla del nivel obsesivo de preparación de esta comunidad. Pero, por lo demás, esos cuerpos son los únicos infectados que veremos en una hora claramente destinada a servir como punto de partida de la cruzada de venganza de Ellie.
Tras ver los cuerpos apilados contra la muralla, pasamos a la morgue, donde Tommy limpia el cadáver de su hermano y, luego, vamos al hospital, donde Ellie se recupera de sus heridas, aunque vive todavía el horror de lo que presenció.
Pero el tiempo no se detiene y pronto nos encontramos con que han pasado tres meses y los habitantes de Jackson trabajan en la reconstrucción del pueblo y Ellie deja, recuperada por fin, el hospital.
Su visita a la casa de Joel es desgarradora y logra que veamos a Ellie con la niña que fue y que, en algunos sentidos, aún es. No han pasado más que minutos de su salida del hospital cuando Ellie se encuentra con que Dina le ocultó información clave sobre el asesinato de Joel. Los nombres de la mayoría del grupo y, sobre todo, su destino probable, son todos los datos que Ellie necesita para ir tras los lobos. Así como Abby al comienzo del primer episodio, Ellie ya tiene el nombre de su blanco.
Luego de una necesaria, pero a la larga inútil pausa para un consejo comunitario que no lleva a ningún lugar, Ellie llega a la predecible conclusión de que deberá emprender sola su venganza. Cuando se prepara para huir, Dina llega a acompañarla y es una fortuna que así sea, porque claramente es mejor planeadora y estratega.
Ellie y Dina encuentra otro aliado, decididamente más inesperado, en Seth, que les ayuda a escapar y prepara para ellas provisiones que sin duda les serán de utilidad. El hombre fue de los pocos que apoyó la noción de enviar tropas a vengar a Joel, increpó a los demás por lo que percibe como cobardía, y llega a cambiar su rifle por el de Ellie y eso hace que le crea que iría con ellas si pudiera.
Una vez en el exterior, resulta decepcionante la aparente placidez del recorrido hasta Seattle. Ni un solo infectada honra con su presencia el episodio y eso me sugiere que hemos sobreestimado radicalmente el peligro del exterior. Por supuesto no creo en serio que sea así, y es probable que todo obedezca a la necesidad de darle a Ellie tiempo de atravesar su luto, cosa que queda bellamente expresada cuando visita la tumba de Joel.
La cuota de violencia llega -fuera de cámara- por cuenta de un grupo de serafitas (scars) que tiene la mala fortuna de ser alcanzado por lobos.
Ni el hecho de estar armados con martillos, ni de llevar niños entre sus filas, logra disuadir a los asesinos. Ellie y Dina encuentran los cuerpos y eso solo afianza su determinación de acabar con lo que creen ha de ser un grupo pequeño de enemigos.
Pero no pueden estar más equivocadas, la road movie que es en últimas este episodio termina con el par de vengadoras llegando a Seattle.
No saben aún que las espera, básicamente, un ejército, con docenas de efectivos fuertemente armados. El trailer del cuarto episodio promete que es inminente la aparición de Isaac.
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