Los resultados prometedores de un estudio clínico en Hungría encienden una pequeña luz de esperanza en la lucha para prevenir el cáncer de mama. Aunque la tecnología apenas empieza, los investigadores publicaron un caso en donde la IA detectó el cáncer 4 años antes de que se desarrollara.
En ese país se está llevando a cabo un ensayo en 5 clínicas que realizan alrededor de 35.000 exámenes al año. Una Inteligencia Artificial desarrollada por el MIT está siendo implementada para la detección temprana de cáncer desde inicios de 2021 y ha resultado particularmente útil ayudando a marcar anomalías que luego examinan manualmente médicos humanos.
Según estos primeros ensayos, el uso de la IA ha reducido el trabajo de los radiólogos en alrededor de 30%, mientras que la detección temprana de casos de cáncer de mama ha subido en un 13%.
Aunque por ahora solamente Hungría ha implementado esta IA, países como los Estados Unidos, el Reino Unido y varios del resto de Europa están investigando su implementación.
En tal vez el ejemplo más impresionante, la IA fue capaz de detectar y marcar el cáncer de mama en una paciente que al momento del examen habría sido considerada como totalmente sana. Los investigadores tomaron en serio la advertencia y le hicieron seguimiento constante. Hoy, 4 años después, la anomalía justamente se ha convertido en un cáncer detectado en su etapa más temprana.
A la izquierda, la mamografía con la anomalía que detectó la IA. A la derecha, la misma anomalía desarrollada en cáncer.
Los fundamentos de este tipo de inteligencias artificiales son muy similares a los de ChatGPT o DALL-E. En esencia, la IA es entrenada con miles de imágenes de mamografías, con y sin cáncer, con el fin de que comience a reconocer patrones normales y anormales. Seguido a esto, se le presentan imágenes de pacientes actuales para que analice y compare con los patrones que ha detectado.
Si bien es una tecnología con un potencial enorme, también tiene algunas restricciones necesarias. En una entrevista con CNN, el doctor Larry Norton del Lauder Breast Center explicó que la IA detecta el riesgo de desarrollar cáncer, mas no el cáncer en sí mismo.
Norton explica que en nuestros cuerpos existen muchas anomalías que los rayos X pueden mostrar, pero muchas son benignas y no necesariamente requieren una biopsia. En ese sentido, la IA puede ayudar a evaluar mejor el riesgo de un paciente para poder hacer seguimiento y medicina preventiva en caso de que efectivamente se desarrolle el cáncer.
Al igual que otras tecnologías, el experto también expresó su convicción de que la IA no va a reemplazar a los profesionales de la salud, sino que se convierte en una de las armas más potentes en el arsenal médico para la lucha contra el cáncer.
En el pasado se han documentado casos de éxito de la IA siendo usada para detectar el cáncer de pulmón, con modelos desarrollados por el mismo MIT.