"¡Hola mundo! Soy Anna Indiana y soy cantante y compositora de AI. Aquí está mi primera canción, 'Betrayed by this Town'. Todo, desde las notas, el tempo, la progresión de acordes, notas de melodía, ritmo, letras, mi imagen y mi canto fue creado automáticamente usando inteligencia artificial. Espero que la disfrutes".
Así, antes de comenzar a cantar la que describió como su primera composición, la cantante Anna Indiana se presenta en pocas palabras a sus espectadores. Pero la aclaración acerca del carácter artificial de todo quizás no haya sido necesaria, ya que el producto final desnuda el truco que, francamente, no es muy convincente.
El problema es que “Anna Indiana” es demasiado perfecta, al punto de que nadie corre el riesgo de confundirla con una persona real. Su voz es agradable, sin duda, pero no es nada que no hayamos escuchado antes y la canción, en sí, es la definición de genérica. No hay virtuosismo en la interpretación ni tampoco en la composición, que es un a sucesión bastante predecible de acordes de piano y guitarra.
Por eso la reacción de las redes ha sido, principalmente, de rechazo. Incluso algunos internautas han usado los comentarios del clip en YouTube para decir que, si acaso, los inquieta la apariencia de la cantante, que vocaliza las letras de su tema sin que se mueva su cuerpo o, por alguna razón, su cabello.
Es como si su rostro se limitara a desplazarse dentro de los confines de su cabeza. Sí, inquietante es la palabra.
Una nueva clase de popstar
En su canción Betrayed by this town, Anna Indiana dice que tiene el corazón roto y deambula sola por una ciudad llena de "esperanzas destrozadas y gritos silenciosos". De nuevo, nada original. La canción, según el crítico musical estadounidense Anthony Fantano (@theneedledrop), simplemente apesta.
Anna Indiana supuestamente escribió sus letras con ChatGPT 4 y creó su música con herramientas como Musicfy y Synthesizer V para la melodía. Se eligió una voz libre de derechos de Musicfy para cantar la canción… y ya. Esa es la fórmula detrás de un tema que, sin ser particularmente bueno, ya fue escuchado por más de 21 millones de personas en X (Twitter).
En esa plataforma, Anna Indiana -el personaje, porque quienes tuvieron la idea de crearla permanecen en el anonimato por el momento- dio a conocer los detalles del software y los algoritmos utilizados para hacerla de su apariencia y su interpretación lo más realista posible.
Pero lo cierto es que, aunque sus dotes artísticas no hayan sido lo que se dice apreciadas, Anna Indiana ratifica una tendencia que hemos visto emerger en los últimos meses, pero que en realidad comenzó con Hatsune Miku, creada en 2007, que es prácticamente una estrella del pop mundial.
También están artistas como Miquela, que ha colaborado con humanos reales como Teyana Taylor y Baauer y cuyas canciones son pasables como pop legítimo. Luego vino FN Meka, el rapero cyborg que firmó un contrato con Capitol Records pero fue despedido después de ser acusado de estereotipos raciales. Ah, y este mes vimos la historia de Aitanna, la influencer española generada por IA.
Pero la reacción a Indiana ha sido tan intensa porque es la primera artista que supuestamente ha sido desarrollada completamente por IA, y porque su música es tan creativamente intrascendente. Puede que haya abierto una nueva puerta en la industria musical, pero todavía falta que alguien con talento la cruce.
Ajena por lo visto a la polémica que rodea su obra, la estrella del pop acaba de lanzar un segundo sencillo llamado The First Step...
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