El tercer banco más grande del mundo sufrió un ataque de ransomware; se salvó por un computador de más de 20 años

ICBC
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

En un mundo empresarial cada vez más digitalizado, en el que las transacciones electrónicas son el pan de cada día, la amenaza del ransomware se cierne sobre empresas e instituciones. Así lo puede constatar el conglomerado chino ICBC, un grupo financiero de propiedad estatal fundado en 1984, que es hoy el tercer banco más grande del mundo.

El pasado 10 de noviembre, la división estadounidense del gigante chino vivió su propia pesadilla digital. Se trató de un devastador ataque de ransomware, un tipo de malware que secuestra datos y exige un rescate a cambio de su liberación, que paralizó las operaciones del banco y causó la interrupción de la liquidación de operaciones del Tesoro de Estados Unidos.

El ataque también paralizó el proceso vital de inyección de capital por parte de la matriz china para cumplir con las obligaciones de la entidad y postró el sistema de correo electrónico corporativo.

Como decíamos, devastador. Y, sin embargo, el ICBC logró resucitar de las cenizas -digitales- por una razón insospechada. Al parecer, una parte muy vieja de su sistema operativo, basada en soluciones de Novell Inc., se salvó del ataque, justamente por tratarse de programas con más de 20 años de antigüedad.

Novell, Inc. era una empresa estadounidense de software y servicios con sede en Provo, Utah, que existió desde 1980 hasta 2014. Su producto más importante fue el sistema operativo de red multiplataforma conocido como Novell NetWare.

Redes criminales

El ataque no tiene aún autoría oficial, aunque la banda LockBit, conocida por su historial de ciberataques de alto perfil, se lo atribuyó en redes. Esta organización criminal, que opera bajo la sombra del anonimato y sin motivaciones políticas aparentes, ha convertido el ransomware en un negocio lucrativo, facturando cada año millones de dólares.

Con todo, el caso del ICBC es un llamado a la acción. Las empresas, especialmente las entidades financieras, deben invertir en ciberseguridad para fortalecer sus defensas ante este tipo de amenazas. La tranquilidad digital no tiene precio.

Y, bueno, la historia del gigante chino no deja de ser una ironía que nos recuerda que, a veces, la tecnología más veterana puede ser la mejor armadura.

Inicio