reparar

Es la gran condena tecnológica de nuestros días: nuestros aparatos y dispositivos no solo duran menos de lo que esperábamos, sino que ya casi ni tenemos opciones de repararlos. Mejor comprar otro nuevo, ¿no?

Cada vez más fabricantes se esfuerzan por hacer que sus productos sean menos reparables y ampliables, algo que provoca que ante un problema muchos consideren no repararlo y comprar uno nuevo.

Los servicios de reparación de los grandes fabricantes les reportan pingües beneficios a empresas como Apple, Sony o Microsoft, que ahora se han unido para evitar que una propuesta de ley favorezca las reparaciones personales.