Elon Musk declara la guerra a su propia creación: xAI demandó a OpenAI, su ex empresa, y también a Apple por monopolio encubierto a favor de ChatGPT

Elon Musk ha vuelto a colocar su nombre en el centro del debate sobre la inteligencia artificial, pero esta vez lo hizo desde los tribunales. Su startup xAI presentó una demanda federal en Texas contra Apple y OpenAI, a quienes acusa de mantener un monopolio encubierto en el mercado de la IA conversacional.

La acción legal, que reclama miles de millones de dólares en daños, sostiene que la alianza entre Cupertino y los creadores de ChatGPT sofoca la competencia al impedir que alternativas como el chatbot Grok, integrado en la red social X y en vehículos Tesla, tengan una oportunidad justa de llegar a los usuarios.

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El trasfondo añade un giro dramático a la historia. Musk fue uno de los fundadores de OpenAI en 2015, cuando la organización nació como una entidad sin ánimo de lucro con la misión de desarrollar inteligencia artificial segura y abierta.

Diez años después, tras su salida y el cambio de rumbo hacia un modelo comercial con respaldo de Microsoft, el empresario se ha convertido en uno de sus críticos más duros. Además, no es la primera vez que demanda a OpenAI y a Sam Altman, su director ejecutivo; ya existe un proceso paralelo en California donde Musk cuestiona la legitimidad del paso de fundación altruista a empresa con fines de lucro.

Apple en la mira

(Pexels)

La otra pieza del tablero es Apple. Según la demanda, la integración de ChatGPT en el sistema de Apple Intelligence convierte a la aplicación de OpenAI en el asistente predeterminado de millones de iPhones.

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Musk sostiene que este movimiento, sumado a la falta de visibilidad para apps rivales en la App Store, crea una muralla infranqueable: un “moat” que limita el acceso de nuevos actores al mercado.

El propio Musk lo resumió en X al denunciar que, pese a contar con más de un millón de reseñas con promedio de 4,9 estrellas, ni Grok ni la app de X aparecen en la sección de “aplicaciones imprescindibles”, donde en cambio sí figura ChatGPT. Para él, no se trata de una casualidad sino de una estrategia deliberada.

¿Un nuevo capítulo en la historia antimonopolio?

(Pexels)

El caso no solo enfrenta a tres de los nombres más poderosos de la tecnología actual; también podría abrir un precedente legal.

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Expertos en derecho de competencia advierten que este será uno de los primeros intentos serios en Estados Unidos de definir qué significa un “mercado de inteligencia artificial” a efectos de litigios antitrust.

¿Es la IA un servicio autónomo o está inevitablemente atado a plataformas como los smartphones? Esa respuesta podría marcar el rumbo de futuras regulaciones.

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Apple, de momento, guarda silencio, mientras que OpenAI ha calificado la demanda como una extensión del “patrón de acoso” de Musk. Aunque el argumento de Cupertino, según especialistas, probablemente se centre en la libertad de elegir socios tecnológicos y en razones de seguridad para justificar la integración de ChatGPT en sus dispositivos.