La inteligencia artificial fue uno de los temas contemporáneos que el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica no esquivó. De hecho, en sus últimas intervenciones públicas, el exmandatario expresó tanto admiración como cautela ante los avances tecnológicos que están redefiniendo el trabajo, la economía y la vida cotidiana.
Por ejemplo, su visión quedó sintetizada en una frase pronunciada en 2022 durante una entrevista con la Fundación COLSECOR, donde afirmo que “ahora empiezan a aparecer máquinas que piensan. Es maravilloso, y peligroso. Las dos cosas”.
Mujica, fallecido el pasado martes a los 89 años, ocupó la presidencia de Uruguay entre 2010 y 2015. Además, fue ampliamente reconocido por su estilo austero y pensamiento crítico frente a los modelos tradicionales de desarrollo. También se convirtió en una voz reflexiva sobre el impacto de la revolución digital.
IA: progreso con preguntas pendientes

En un diálogo sostenido con integrantes del proyecto All These Humans, Mujica expresó preocupación por el uso de la inteligencia artificial y su posible desvinculación de las necesidades humanas.
“Me pregunto: ¿los robots van a pagar impuestos? ¿Van a contribuir con la seguridad social? Porque las máquinas deben servir a la gente, y no la gente a las máquinas. Son problemas nuevos que aparecen”, cuestionó.
Estas afirmaciones surgieron en un contexto en el que el expresidente abordaba el rol de la educación como herramienta para combatir la desigualdad. Mujica no limitó su mirada al acceso educativo, sino que enfatizó la necesidad de una formación que promueva valores y convivencia.
“La educación tiene que generar convivencia y valores, para podar un poco el egoísmo que llevamos dentro”, advirtió en ese momento.
Desde su perspectiva, la aparición de sistemas de IA capaces de emular razonamientos humanos representa una ruptura sin precedentes en la historia tecnológica.
“Hasta ahora, todo el progreso era la prolongación de las manos, de la vista, de la voz. Pero ahora son máquinas que son la prolongación de la inteligencia. Esto no existía. Es el desafío de ustedes, que son jóvenes”, dijo.
Una visión crítica sobre el progreso digital

La preocupación de Mujica por los avances tecnológicos no era nueva. En una videocolumna publicada en 2020 por la cadena alemana Deutsche Welle (DW), advirtió que la revolución digital estaba imponiendo un nuevo orden productivo que requería cambios culturales profundos.
“Ya no es cuestión de solidaridad humana. El mundo que va a venir va a necesitar que la jornada de trabajo sea menor; que por el hecho de nacer los seres humanos tengan asegurado un mínimo de subsistencia”, afirmó.
Desde esa óptica, el progreso no debía medirse únicamente por su eficiencia o capacidad de automatización, sino por su impacto sobre la vida humana. Mujica sostenía que el desarrollo tecnológico debía subordinarse al bienestar colectivo: “La vida humana no debe subordinarse al desarrollo tecnológico”.
En su crítica a la lógica de consumo y obsolescencia programada, planteó que las industrias del futuro deberían diseñar productos durables y reciclables desde su origen. “Necesitamos un mundo con menos basura, menos cosas, más durables y, sobre todo, más tiempo para vivir”, enfatizó.
Tecnología, valores y el desafío generacional

En varias de sus intervenciones, Mujica sostuvo que el ser humano no está preparado culturalmente para afrontar los desafíos que impone la era digital.
En su participación en el pódcast El Profesor, conducido por Sergio Fajardo, reafirmó que el estancamiento en valores contrastaba con el avance en innovación. “Un joven con un teléfono en el bolsillo lleva una universidad consigo, pero si carece de inquietud intelectual, lo usará para cualquier tontería”, sostuvo.
En su visión, la tecnología no sustituye la dimensión ética del progreso. Incluso reconoció que su generación, la del mundo analógico, enfrenta limitaciones para adaptarse a la era digital, considerando que “ese es el mundo que viene. Yo pertenezco a otro mundo. El que viene es el de la tecla”.
No obstante, Mujica no descartaba el potencial transformador de la tecnología. “Sería maravilloso que las máquinas mantuvieran a las personas. Pero debemos estar a la altura de esa nueva civilización”, reflexionó en una columna publicada por DW en 2023.
Un futuro de conocimiento o irrelevancia

En sus últimos años, Mujica advirtió que la humanidad se encuentra ante un punto de inflexión: o transforma sus estructuras culturales, o corre el riesgo de quedar marginada frente al poder concentrado del conocimiento.
Afirmó que América Latina debía invertir “una fortuna” en la formación de las nuevas generaciones si quería evitar quedar relegada en la economía digital global.
“El mundo se va a dividir entre los irrelevantes y los dueños del conocimiento. Si nos quedamos de brazos cruzados, no vamos a servir ni para que nos exploten, porque ni siquiera nos van a necesitar”, alertó.
Y aunque Mujica reconocía el potencial de la inteligencia artificial como una herramienta revolucionaria, insistía en que su sentido último debía ser ético y humano. “Puede ser una maravilla… o puede ser una pesadilla, porque la pregunta es: ¿para qué trabaja esa inteligencia?”, concluyó.
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