El cierre del año trae consigo un incremento sostenido en la movilidad por carretera. De acuerdo con la Superintendencia de Transporte, más de 14 millones de pasajeros se desplazarán por vías intermunicipales antes de que termine 2025.
Se trata de un volumen de viajes que explica por qué las autoridades refuerzan los controles y ponen la lupa sobre un requisito básico: la licencia de conducción vigente.
No se trata solo de evitar sanciones o inmovilizaciones en plena temporada alta, sino de asegurar que quien está al volante es realmente quien dice ser.
La biometría entra en escena
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En los últimos meses, la renovación del pase dejó de ser un trámite meramente administrativo para convertirse en un proceso con verificación tecnológica.
La biometría obligatoria en los Centros de Reconocimiento de Conductores y en los organismos de tránsito busca cerrar la puerta a la suplantación de identidad, un problema que sigue creciendo en el país.
Cada validación biométrica confirma que la persona que presenta los exámenes y solicita el documento es la misma que aparecerá registrada ante las autoridades, lo que fortalece la seguridad en carretera desde el origen del trámite.
Renovar a tiempo también es una medida de seguridad
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La licencia no solo acredita la identidad del conductor. Al renovarla, se actualiza la información médica y psicofísica que certifica que la persona cuenta con las condiciones necesarias para manejar un vehículo.
En temporadas de alto flujo, esta verificación cobra mayor relevancia. Según explica Cleyton Clark, director de negocios del Sistema de Control y Vigilancia en OlimpIA, la tecnología y la regulación avanzan juntas para reducir riesgos, prevenir fraudes y evitar contratiempos cuando las carreteras están más congestionadas.
El trámite que suele dejarse para después
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Aunque el proceso es sencillo, muchos conductores postergan la renovación hasta que el documento ya está vencido. El resultado suele aparecer en el peor momento: un retén en carretera, una multa inesperada o la imposibilidad de continuar un viaje.
Verificar con anticipación la fecha de vigencia y realizar el examen médico en un CRC autorizado permite llegar a diciembre con la documentación en regla y sin prisas de última hora.
Plataformas digitales como MiLicencia.co han facilitado este paso al centralizar la información y orientar a los usuarios durante el proceso.
Cuidado con los atajos
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El aumento de controles también ha evidenciado la proliferación de intermediarios que prometen “agilizar” la renovación.
En un entorno donde la biometría es obligatoria, cualquier oferta de este tipo no solo es inútil, sino riesgosa. Los trámites son personales y trazables; intentar evadirlos puede terminar en sanciones y en la invalidez del documento.
La recomendación es clara: realizar el proceso directamente y desconfiar de soluciones rápidas que no pasan por los canales oficiales.
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