Hombre, Joel, ¡cómo te hemos extrañado! El penúltimo episodio de la temporada de The Last of Us trae de regreso a Pedro Pascal -que regresa momentáneamente a los créditos, con su silueta junto a la de Ellie, suponemos que por última vez- y nos revela algunos muy necesarios datos sobre lo que pasó en los años previos a su violento descenso.
No avanzamos con respecto a la aterradora revelación del episodio anterior, pero creo que pocos dudarían de que este preludio al final resulta necesario y conmovedor.
--Siguen spoilers del sexto episodio de la segunda temporada de The Last of Us—
‘El Precio’
Lo más interesante -y también lo más desafiante- de The Last of Us es la manera en que se atreve a mostrar a sus protagonistas en todas sus dimensiones. El flashback extendido que es este episodio nos vuelve a demostrar algo que ya sabíamos: que Joel no es un buen tipo, y que a pesar de eso ama ferozmente a Ellie, que ha llegado a ser de manera innegable su niña. No fue un buen tipo, pero sin duda fue un buen padre.
Esa faceta toma gran parte del episodio, que toma la forma de viñetas sucesivas, cada una con uno o dos años de diferencia, que reconstruyen el paso de Ellie de la niña de Joel a una adolescente en busca de independencia a, finalmente, una mujer con la madurez de darle a su padre una oportuna segunda oportunidad.
En cada viñeta, el cumpleaños de Ellie marca un punto de inflexión. El primero que vemos es el número 15, poco después de los hechos de Salt Lake City.

Joel se las arregla para darle a Ellie un regalo y un pastel. El primero es decididamente mejor que el segundo: una guitarra que restauró con sus propias manos. A petición de Ellie, Joel promete enseñarle, e incluso toca Future Days. Es bueno saber que Pedro Pascal no es bueno en todo, su talento en el canto palidece en comparación con el monstruo de actor que es en cada escena en la que aparece.
Es un bonito anacronismo heredado del juego, pero por apropiado que resulte y por mucho que me haya encantado oírlo, lo cierto es que el tema de Pearl Jam no hubiera sido grabado o lanzado en este mundo, porque aquí la infección ocurre en 2003 y la canción fue lanzada en 2013. Pero, con sinceridad: ¿a quién le importa?
Un año después, la celebración incluye una excursión… y una sorpresa. Joel podrá ser ingenuamente ajeno a las preferencias de Ellie, bromeando sobre su ‘noviazgo’ con Jesse –“tengo buen ojo para estas cosas”, jajaja- , pero la conoce lo suficiente para saber de su fascinación con el espacio.
En una recreación de uno de los momentos favoritos de los fans del juego, el par llega lo que queda de un museo de historia natural, en donde Ellie puede soñar con ir al espacio en una cápsula real de una de las misiones Apollo.

Es un momento, no exagero, mágico, y habla de la conexión entre ambos.
Nada más distinto que el cumpleaños 17, en el que Joel, pastel en mano, encuentra a Ellie en su habitación, fumando marihuana con Kat (Noah Lamanna). Ah, también se halla con que la joven se hizo un tatuaje en su brazo. "Así que decidiste hacer toda la mierda adolescente de una sola vez", dice la sorprendida figura paterna.

En otro cliché adolescente, Ellie decide mudarse al garaje en medio de la noche. Joel logra convencerla de esperar, aunque para eso acepta arreglar el garaje en el que sabemos ella termina viviendo sola.
Esta vez saltamos dos años, hasta el cumpleaños 19 de Ellie. Queda claro que el tema de Salt Lake City la ronda, y que no está en paz con la versión de Joel de los acontecimientos. Pero antes de que pueda leer la lista completa, Joel aparece con el regalo de este año: su primera patrulla.

Ellie descubre, sin embargo, que su primera patrulla es poco menos que un paseo a caballo con Joel, pero tiene la suerte -buena o mala, tú decides- de que una alerta llega al walkie talkie, y los pone en el rastro de Eugene.
Así llegan a lo que es claramente la escena de algo horrible. Eugene ha sido mordido y sabe que va a morir, pero quiere usar el poco tiempo que le queda para despedirse de Gail, su esposa.
Ellie parece desesperada por permitírselo, pero Joel sabe que no tiene sentido arriegarse. Acepta regresar, y envía a Ellie por los caballos. Sintiendo sus dudas, la tranquiliza con dos palabras: "Lo prometo".
Cuando esto resulta ser una mentira, y Ellie encuentra que Joel ejecutó a Eugene y, sobre todo, cuando ve la facilidad con la que miente a Gail, se da cuenta de que hizo con ella exactamente lo mismo en el regreso de Salt Lake City.

Lo que no ve Ellie es la piedad que Joel demostró en los últimos momentos de Eugene. No importa, porque la fractura está ahí. Ellie le revela a Gail la verdad, a pesar de que en este mundo la verdad no ayuda a nadie.
Mención especial merece la actuación de Joe Pantoliano, cuyo Eugene viene a ser el Bill de esta temporada: solo tiene un episodio -en realidad, solo tiene parte de un episodio- y, pese a eso, logra crear un personaje tridimensional, profundamente verosímil y conmovedor. No descarten un Emmy en el futuro de este actorazo.
Otro año pasa -en realidad, nueve meses- y volvemos a un momento al que asistimos antes: Ellie y Dina besándose en la pista de baile y Joel asestándole a Seth un señor puñetazo.
Pero gracias a ese flashback comprobamos que Ellie y Joel sí tuvieron una conversación final la noche antes de que todo se fuera al demonio. Ellie confronta a Joel sobre su mentira y obtiene de él no las respuestas que quería, pero al menos las que necesitaba: nunca hubo otros pacientes inmunes, nunca hubo un ataque de asaltantes al hospital y Joel la rescató a sangre y fuego a pesar de que en ella vivía la posibilidad de haber encontrado una cura.
Obviamente ella necesita saber la razón. Con una ingratitud que solo puede exhibir un adolescente, le grita a Joel: "Porque eres egoísta". Él responde: "Porque te amo". Y, entonces, en unn momento que la redime de cara a la tragedia que ocurrió después, ella dice: "No creo que pueda perdonarte por esto. Pero me gustaría intentarlo".
Es una escena clave, no solo porque termina siendo el epílogo de la relación padre e hija entre los dos personajes, sino porque confirma que Joel siempre supo que lo que hizo para salvar a Ellie regresaría a él, y con toda seguridad le costaría la vida. También confirma que, enfrentado a la misma decisión, lo haría todo de nuevo, porque eso es lo que haría un padre.
Es, por todo esto, el episodio más conmovedor de la temporada. Incluso frente al shock-value de la muerte de Joel, este se impone por el peso de lo que revela acerca de cada personaje. Ellie es una persona más dura y triste que antes, pero Joel tuvo en ella un efecto innegable, que de seguro marcará sus decisiones más adelante.
Solo queda un episodio en la temporada.
Ver 0 comentarios