Donald Trump puede haber iniciado una Guerra comercial con China y los gamers podrían ver sus efectos en los precios de sus consolas e, incluso, en el de GTA 6

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No es lo primero que se viene a la mente, pero el de los videojuegos, como pocos otros, es un sector particularmente vulnerable a un escenario de guerra comercial como el que muchos temen pueden desatar los aranceles que amenazó -y en el caso de China, comenzó- a aplicar la administración Trump en EEUU.

Es probablemente muy pronto para saberlo, pero los expertos están preocupados. Por ese motivo, la Asociación de Software de Entretenimiento (ESA, por su sigla en inglés) emitió un inusual comunicado advirtiendo de las posibles consecuencias para el sector.

"Los videojuegos son una de las formas de entretenimiento más populares y queridas por los estadounidenses de todas las edades. Los aranceles sobre los dispositivos de videojuegos y productos relacionados afectarían negativamente a cientos de millones de estadounidenses y dañarían las importantes contribuciones de la industria a la economía de los Estados Unidos. Esperamos trabajar con la Administración y el Congreso para encontrar formas de sostener el crecimiento económico respaldado por nuestro sector".—Comunicado de la ESA

En octubre del año pasado, la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA, por sus siglas en inglés) publicó un informe según el cual los nuevos impuestos a la importación de productos tecnológicos podrían representar aumentos de hasta el 40% en el precio de venta al público.

Según Gamespot, una matemática inexacta dibuja un mercado en el que una PS5 costaría 800 dólares en Estados Unidos en lugar de 500, y en el que un juego pasaría de de 70 a 100 ó 110 dólares.

Efectos globales

Probablemente no haga falta explicar que gran parte de la cadena de producción de electrónicos pasa, de una u otra manera, por China. Resulta, por tanto, particularmente preocupante que una guerra comercial eleve los costos de componentes clave, en especial con lanzamientos como el de la Nintendo Switch 2 en el horizonte.

A su vez, Estados Unidos es el mercado de consolas más grande del mundo, toda vez que allí se producen el 45% del gasto en juegos y el 35% del volumen de ventas de hardware de consola. Incluso un arancel moderado al hardware de las consolas y al mercado de accesorios podría afectar de manera considerable las ventas globales e incluso retrasar la adopción de nuevas consolas por parte de los consumidores.

Pero no se trata solo de las consolas. La industria de los videojuegos viene de un periodo de dificultades, con múltiples estudios cancelando proyectos, recortando costos, despidiendo empleados o, de plano, cerrando operaciones. La industria tiene sus esperanzas puestas en 2025 y, en particular, en proyectos de enorme impacto como GTA 6.

Sin embargo, dado que la mayoría de las copias físicas -en disco- de los videojuegos que se venden en Estados Unidos se fabrican en México, hay una muy real posibilidad de que cualquier clase de aranceles pueda llevar a que menos juegos se lancen físicamente y a que aquellos que lo hagan tengan precios considerablemente más altos.

Por el momento, todo esto es puramente especulativo y el mercado tiene maneras de enfrentar coyunturas puntuales. Eso no ha evitado que Walmart, Best Buy y los minoristas más importantes de EEUU hayan lanzado planes de contingencia para prepararse en caso de que los impuestos de Trump desaten una guerra comercial y produzcan un aumento significativo en el precio de la tecnología.

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