Francis Mojica se queda sin el Nobel: Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna se llevan el premio de Química 2020 por CRISPR-Cas9

Francis Mojica se queda sin el Nobel: Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna se llevan el premio de Química 2020 por CRISPR-Cas9
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El nobel de Química es, con diferencia, el "patito feo" de los premios, el menos glamouroso. No obstante, históricamente, ha sido sin duda uno de los más importantes. Buena muestra de ello es lo que hemos visto hoy en Estocolmo. La Real Academia de las Ciencias de Suecia ha concedido a Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna el premio Nobel de Química 2020 por CRISPR-Cas9.

Suecia ha decidido premiar uno de los grandes descubrimientos genéticos de nuestro tiempo, las tijeras moleculares; un sistema revolucionario que ha permitido darle la vuelta a muchas de las cosas que sabíamos sobre nuestros genes. pero se ha olvidado al español que descubrió el mecanismo, Francis Mojica.

¿Qué es CRISPR y por qué se ha premiado?

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"No solamente en España, sino que en Alicante. Ni en Madrid, ni en Barcelona, en Alicante", nos decía Lluis Montoliu al hablar sobre el descubrimiento que hoy se ha llevado el Nobel de Química. CRISPR es, esencialmente, un mecanismo celular que permite cortar, pegar y modificar material genético. Mojica, hace más de 25 años lo identificó y se dio cuenta de que funcionaba como un sistema inmunitario celular.

El mismo Mojica nos confesó que "cuando descubrimos CRISPR, me dije: "esto va a ser una locura en biología" y luego no pasó absolutamente nada». De hecho, esa "nada" duró muchos años. Años en los que CRISPR parecía una curiosidad científica sin mayor importancia y trabajar en el tema, como hizo Mojica,

Hasta que Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna se dieron cuenta de que podíamos usar ese mecanismo a nuestro favor. A partir de ese momento, todo cambió. Como nos decía Montoliu, no es que CRISPR nos dejara hacer las cosas más rápido, es que nos permitía hacer cosas que nunca habíamos soñado poder hacer. Nos abría de forma sencilla, barata y precisa las puertas del código genético.

Usando solo una secuencia de ARN como guía, podemos inmunizar microorganismos importantes de uso comercial (como el Penicillium roqueforti, responsable del queso roquefort), recuperar especies animales o hacer modificaciones genéticas en personas para erradicar las peores enfermedades genéticas. El boom genético de estos últimos años (también en sus lados más polémicos) se debe en buena medida a ellas.

Una historia compleja y difícil de premiar

No obstante, la historia de CRISPR ha sido intrincada. No solo están los investigadores que descubrieron el mecanismo antes del trabajo de Charpentier y Doudna, también investigadores como el lituano Virginijus Siksnys que descubrieron eso mismo de manera casi simultánea y, pese a enviar su artículo con anterioridad, por un retraso en la publicación se ha convertido en otro de los grandes olvidados de la historia.

Seguramente eso ha pesado en la decisión del comité del Nobel de no entrar a debatir quién se merecía ocupar ese tercer puesto del premio de Química 2020. Algo que ya había sido muy polémico en otras ocasiones en las que se había premiado a CRISPR. Es un recordatorio más de los problemas que tienen los premios suecos para captar la naturaleza actual de la investigación científica.

La lista de espera

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En esta ocasión, la favorita de Sigma Xi era Jennifer Doudna y han acertado. También formaban parte de la predicción Robert S. Langer, por sus avances en el mundo de los nanomateriales y, en especial, por sus trabajos pioneros en el campo de la liberación inteligente de fármacos; Ron W. David; y Krzystof Matyjaszewski, por el descubrimiento de la polimerización por transferencia radical atómica (ATRP), un nuevo método de síntesis de polímeros.

Clarivate, por su lado, apostaba por Taeghwan Hyeon, Moungi G. Bawedi y Christopher B. Murray por "la síntesis de nanocristales de alta precisión con un amplio rango de aplicaciones en sistemas médicos, físicos y biológicos"; John F. Hartwig y Stephen L. Buchwald por su "contribución a la química organometálica"; y Makoto Fujita por "sus avances en química supramolecular a través de estrategias de auto ensamblado".

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