El sistema de pagos inmediatos Bre-B, liderado por el Banco de la República, oficialmente entró en funcionamiento desde hoy con una fase de pruebas y se prepara para su operación masiva desde el 6 de octubre.
La promesa es grande: mover dinero entre bancos y billeteras digitales en segundos, sin importar la hora, el día o la entidad.
Pero entre el entusiasmo y las expectativas también aparecen dudas y quejas que recuerdan que toda revolución tecnológica viene acompañada de retos.
¿Qué es Bre-B y por qué es importante?
(Banco de la República)
Bre-B es la apuesta de Colombia por un sistema de pagos interoperable. En la práctica significa que transferir dinero ya no dependerá de si el emisor y el receptor usan la misma entidad.
Con Bre-B, cualquier persona podrá enviar hasta 11,5 millones de pesos a otra en cuestión de segundos, todos los días del año y a cualquier hora, simplemente digitando una “llave”: puede ser el número de celular, la cédula, el correo electrónico o un alias elegido por el usuario.
Detrás de esa sencillez hay un cambio profundo. Hasta ahora, cada banco o fintech había desarrollado sus propios “rieles” para mover dinero de manera inmediata, generando un ecosistema fragmentado. Bre-B busca unificar esas autopistas y democratizar el acceso a los pagos digitales.
Cómo funcionará en la práctica
(Banco de la República)
La experiencia de usuario será directa: desde la aplicación de su banco, billetera digital o cooperativa, podrás encontrar el botón o la zona Bre-B.
Allí podrás registrar tu llave y luego enviar o recibir dinero al instante.
El sistema promete funcionar 24/7, lo que resuelve los viejos dolores de cabeza de esperar horas o incluso días para que se hiciera efectiva una transferencia si era fin de semana o si el pago se realizaba entre diferentes entidades.
Las primeras dudas y tropiezos
(Banco de la República)
Aunque la operación oficial estaba prevista para el 22 de septiembre, el Banco de la República aplazó un día el arranque y abrió una fase de pruebas controladas hasta el 5 de octubre.
Los ajustes técnicos y la necesidad de verificar la interoperabilidad entre los cinco sistemas de pago inmediatos existentes generaron inquietudes en el sector.
Algunas fintech celebran el paso, pero también advierten sobre riesgos. Desde Lulo Bank, por ejemplo, se lamentó que los retrasos resten confianza y frenen la posibilidad de competir en igualdad de condiciones con las entidades que ya tienen sistemas propios. Otros, como Nequi, han aclarado que Bre-B no es una nueva app, sino una funcionalidad que estará disponible dentro de todos los bancos.
El temor más recurrente es la fragmentación: mientras unos bancos ya cuentan con infraestructura propia, otros dependen por completo de Bre-B. Esa asimetría puede convertirse en un reto para la universalidad del sistema.
Un proyecto país con retos pendientes
(Banco de la República)
El Banco Central insiste en que Bre-B debe verse como un proyecto país, no como una herramienta de unos pocos jugadores.
Y las cifras iniciales muestran interés: ya hay más de 14,5 millones de colombianos con llaves registradas, lo que equivale a más de 35 millones de llaves activas.
La comparación inevitable es con Brasil, donde el sistema Pix se ha convertido en parte de la vida cotidiana de millones de personas. Sin embargo, expertos advierten que para replicar ese éxito, en Colombia será clave superar barreras como el 4x1000, un impuesto que, según fintech como Nu Colombia y Bold, contradice la intención de masificar los pagos digitales.
Bre-B tiene el potencial de transformar la relación de los colombianos con el dinero: menos efectivo en circulación, más inclusión financiera, mayor competencia entre entidades y un ecosistema más transparente.
Pero todo dependerá de que su arranque no se frene con fallas técnicas, de que la interoperabilidad sea real y de que la confianza de los usuarios no se diluya con los tropiezos.
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