La inteligencia artificial dejó de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta cotidiana en la industria de los videojuegos.
Al menos esa es la gran conclusión de un estudio de Google Cloud y The Harris Poll, que reveló que el 87 por ciento de los desarrolladores ya utilizan agentes de IA en sus flujos de trabajo, principalmente para automatizar procesos y reducir los costos de producción en un sector marcado por despidos masivos y ciclos de desarrollo cada vez más exigentes.
El informe, basado en encuestas a 615 desarrolladores en Estados Unidos, Corea del Sur, Noruega, Finlandia y Suecia, muestra cómo la IA se ha integrado en distintas fases del desarrollo.
La mayoría de los participantes asegura que la tecnología ayuda a liberar tiempo y recursos al encargarse de tareas repetitivas, lo que permite a los equipos enfocarse en la parte más creativa del diseño y la narrativa.
La respuesta a una industria en crisis
(Pexels)
Los últimos años han sido complejos para el sector: más de 10.000 trabajadores perdieron su empleo y múltiples estudios cerraron en medio de la presión por entregar títulos de gran calidad con costos cada vez más elevados. Ante este panorama, la IA se perfila como un salvavidas.
De hecho, 94 por ciento de los encuestados cree que la adopción de esta tecnología reducirá los costos de desarrollo a largo plazo, aunque reconocen que medir el retorno de inversión sigue siendo difícil y que la integración de la IA representa un gasto inicial elevado.
Según el estudio, 44 por ciento de los desarrolladores emplea agentes de IA para procesar y optimizar contenido en múltiples formatos: texto, voz, código, audio y video.
Esto se traduce en ciclos de producción más cortos y decisiones más ágiles, en un mercado donde la competencia y las expectativas de los jugadores no dejan margen de error.
Entre la innovación y la polémica
(Pexels)
A pesar de sus ventajas, la implementación de la inteligencia artificial en el gaming también ha despertado tensiones. Persisten los temores sobre la pérdida de empleos, los conflictos por derechos de autor y la falta de claridad sobre la propiedad de los contenidos generados por IA.
El debate no es menor: en 2024, actores y artistas de la industria se declararon en huelga justamente por la preocupación en torno al uso de esta tecnología y su impacto en los salarios.
Además, un 63 por ciento de los desarrolladores manifestó inquietud por la propiedad de los datos, ante la incertidumbre legal sobre licencias y autoría.
Ver 0 comentarios