La escena podría confundirse con la llegada de una celebridad a un festival mundial, pero ocurrió en uno de los lugares más simbólicos del cristianismo. El Papa León XIV fue recibido en la Basílica de San Pedro por cientos de influencers católicos como si se tratara de una estrella de rock.
De hecho, teléfonos móviles en alto, banderas ondeando, aplausos y selfis que buscaban inmortalizar un momento que, más allá de lo anecdótico, vino cargado de un mensaje con peso: “vayan a reparar las redes”.
El encuentro tuvo lugar al cierre de la misa presidida por el cardenal Luis Antonio Tagle, en el marco del Jubileo de los Misioneros Digitales, una celebración que congregó a más de mil creadores de contenido católico de 146 países.
Fue ahí donde León XIV, entregó una consigna directa y profunda: reconstruir el tejido roto de la humanidad a través de las redes sociales, ser agentes de comunión y no de división.
Una red herida que necesita ser remendada
(Vatican News)
León XIV hiló su mensaje a partir de una escena bíblica conocida: la primera llamada de los apóstoles ocurre mientras remiendan redes.
Hoy, dijo el Pontífice, ese mismo acto adquiere una nueva forma: reparar la web, esa red digital “frágil” que refleja un mundo desgarrado por conflictos y polarización.
“No se trata solo de remendar lo roto, sino de anunciar la paz”, expresó con voz firme. Y esa paz debe alcanzarse tanto en los lugares de guerra como en los corazones vacíos, en quienes han perdido el sentido de la existencia.
A ellos se dirigen ahora estos misioneros digitales, a quienes el Papa invitó a romper, si es necesario, la lógica estéril de la división, el individualismo y el egocentrismo.
Paz que se comparte, no se presume
(Vatican News)
El llamado no fue genérico. León XIV pidió que la misión en redes no se reduzca a la generación de contenido, sino que busque el “encuentro de corazones”.
“No se trata de la cantidad de seguidores, sino de construir redes de verdad, de amistad, de amor. Redes que salven”, dijo en español, una de las tres lenguas con las que se dirigió al público presente.
A lo largo de su intervención, alternando entre inglés, italiano y español, el Papa planteó un reto: mantener humana una cultura marcada por la tecnología. Y lo hizo con una advertencia clara: no dejarse arrastrar por la frivolidad ni por las fake news, sino usar la belleza y la luz de la verdad como antídoto frente a estos males.
Reparar las redes es mirar a los ojos al otro
(Vatican News)
El evento se convirtió en una especie de mini Jornada Mundial de la Juventud. Las calles de Roma se llenaron de jóvenes peregrinos, scouts, escolares y grupos de iglesias que vivieron el jubileo como una fiesta espiritual, y también como un espacio de encuentro y conexión.
Pero el mensaje fue claro: tras la cámara, hay un rostro humano; tras cada publicación, una oportunidad para sanar heridas.
León XIV pidió a los influencers que dejen caer las máscaras, que reconozcan su propia necesidad del Evangelio, y que abracen la pobreza de espíritu como vía para conectarse de verdad con los demás.
El Papa cerró su mensaje en español con una frase que resonó con fuerza en las redes: “Vayan a reparar las redes”. Pero lejos de quedarse en la metáfora, explicó que estas deben ser redes “de amor, de intercambio gratuito”, donde el otro tenga más espacio que el propio ego, y donde la verdad pueda emerger sin disfraces.
El desafío de pensar y hablar
(Vatican News)
En una era atravesada por la inteligencia artificial y el avance de lo tecnológico, el Papa invitó a no temer al cambio, pero sí a discernir.
“Tenemos el deber de elaborar un pensamiento y un lenguaje que, como hijos de nuestro tiempo, den voz al Amor”, dijo, subrayando que la Iglesia no ha sido pasiva frente a las transformaciones culturales. Al contrario, debe transformarse sin perder su esencia.
Este nuevo mapa digital exige un testimonio coherente, una escucha activa y una presencia que no renuncie a la profundidad espiritual. En palabras del propio Pontífice: “La paz no se impone. Se anuncia, se vive, se contagia”.
Un influencer, un sembrador de sentido
(Vatican News)
Para León XIV, cada historia compartida que busque el bien se convierte en el nudo de una red mucho más grande: la red de Dios. Por eso, animó a los influencers a no temer llevar sus contenidos a los “confines existenciales”, a esos lugares donde no hay esperanza pero sí hay corazones que esperan.
Desde su saludo inicial, “¡La paz esté con ustedes!”, hasta su despedida, León XIV insistió en que esta paz no puede quedarse en lo espiritual o simbólico: debe reflejarse en acciones concretas, en los entornos digitales y también en el modo de relacionarse.
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