El frío durante las madrugadas en Bogotá no es normal y coincide con la ola polar que golpea al sur del continente: ¿Qué es lo que está pasando?

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Jimmy Pepinosa

Editor

Bogotá ha vivido en los últimos días temperaturas inusualmente bajas, con madrugadas que han rozado los 3 °C y una sensación térmica todavía menor, pero a diferencia de lo que ocurre en otras épocas del año, lo que se siente ahora no es solo producto de la típica inestabilidad atmosférica de la ciudad.

Según diversos análisis meteorológicos, el fenómeno estaría vinculado con un sistema de escala continental: una ola polar que está golpeando con fuerza el sur de Sudamérica y cuyos efectos se han extendido mucho más allá de lo habitual.

De hecho, este sistema se expandió hacia regiones habitualmente templadas, impulsada por un sistema anticiclónico que aportó estabilidad atmosférica y permitió que el frío se desplazara con eficacia hacia el norte.

Temperaturas provocadas por masa de aire frío

Bogota Frio 1 (Alcaldía de Bogotá)

El descenso térmico que se percibe en Bogotá tendría su origen en una masa de aire frío proveniente de latitudes cercanas a la Antártida.

Esta masa polar se desplazó hacia el norte impulsada por la corriente en chorro polar, conocida como jet stream, una corriente de vientos de gran velocidad ubicada en niveles altos de la atmósfera que, en ciertas condiciones, puede adoptar trayectorias más meridionales.

Esta dinámica permitió que aire con temperaturas cercanas a los -10 °C en superficie llegara progresivamente a zonas altas de la cordillera de los Andes, alcanzando territorios como el altiplano cundiboyacense y zonas urbanas como Bogotá, Tunja o Pasto, donde estos episodios suelen ser poco frecuentes.

Mientras que factores locales, como la elevada nubosidad, las lluvias persistentes y los vientos fríos, han intensificado la sensación térmica.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ha señalado que la nubosidad ha limitado la entrada de radiación solar durante el día, reduciendo así el calentamiento diurno.

Esto, combinado con cielos despejados en ciertos momentos de la noche, ha favorecido la pérdida de calor en superficie, lo que deriva en madrugadas con temperaturas más bajas de lo habitual.

Al mismo tiempo, algunas entidades meteorológicas han indicado que existe un enfriamiento progresivo de las aguas en el Océano Pacífico tropical, un indicador temprano de un posible episodio de La Niña.

La ola polar que golpea al sur del continente

Bogota Frio 3 (OMM)

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), tanto Chile como Argentina se ubicaron, el 30 de junio, entre los lugares más fríos del planeta fuera de las regiones polares.

Temperaturas récord fueron registradas en estaciones meteorológicas en Patagonia, los Andes y zonas continentales interiores, con valores inferiores a -15 °C en varias localidades.

La intensidad de esta ola polar ha generado consecuencias en sectores sensibles. En Chile y Argentina, se han reportado daños preliminares en cultivos, sobre todo en valles agrícolas de la zona central y del norte de la Patagonia, donde las heladas tempranas han puesto en riesgo la producción frutícola e incluso los cultivos de invierno.

Además, nevadas inusuales han afectado regiones que rara vez reciben precipitaciones de este tipo, como el desierto de Atacama en Chile, donde el Observatorio ALMA, ubicado a 2.900 metros de altura, amaneció cubierto de nieve en un evento que no se repetía desde hacía más de una década.

En Argentina, provincias como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe recibieron alertas por temperaturas anómalamente bajas, con registros que llegaron a estar entre 10 y 15 °C por debajo de lo habitual para la temporada. Incluso en localidades costeras como Mar del Plata se produjeron nevadas, fenómeno poco habitual en esa zona.

Mientras tanto, ciudades chilenas como Santiago, Rancagua y Talca, experimentaron acumulación de contaminantes debido a la estabilidad atmosférica generada por el sistema de alta presión, deteriorando la calidad del aire.

¿Cuánto durará esta situación?

Bogota Frio 2 (Alcaldía de Bogotá)

De acuerdo con los pronósticos, la ola polar podría comenzar a perder fuerza gradualmente a partir de mediados de julio, cuando la corriente en chorro retome trayectorias más zonales y deje de transportar aire extremadamente frío hacia el norte.

Sin embargo, entre julio y septiembre, varios sectores de Sudamérica podrían continuar registrando temperaturas ligeramente superiores a lo habitual.

Para Colombia, esto implicaría que, aunque las temperaturas extremas puedan disminuir, la variabilidad climática típica de esta época, sumada a la posible transición hacia un episodio de La Niña, mantendrá episodios de lluvias y noches frías en Bogotá y en otras zonas andinas.

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